Expectaci¨®n en la CEE por los resultados del informe Kawasaki sobre la siderurgia espa?ola
En medios comunitarios se muestra una expectaci¨®n por conocer el resultado del informe sobre la siderurgia espa?ola que Madrid ha encargado a la empresa japonesa Kawasaki, y que puede tener repercusi¨®n en el proyecto de construcci¨®n de un tren de laminados en caliente. El proyecto -por el que suspiran buen n¨²mero de provincias espa?olas- supondr¨ªa, seg¨²n el Ministerio de Industria, una inversi¨®n de entre 60.000 y 70.000 millones de pesetas, pero a¨²n no se ha adoptado ninguna decisi¨®n en firme al respecto.
Desde el punto de vista de la CEE, la construcci¨®n o no de dicho tren de laminados reviste una gran importancia. Hasta el presente, Espa?a, que no ha armonizado completamente sus procesos de producci¨®n sider¨²rgica, es un gran importador de coils y chapa.Seg¨²n fuentes pr¨®ximas a los productores espa?oles, nuestro pa¨ªs import¨® en 1980 un 17,3% del total de las exportaciones de los diez en estos dos productos, cifra que adquiere todo su valor si se compara con el 23,7% que import¨® Estados Unidos, el mejor cliente del Mercado Com¨²n Europeo.
Caso de ponerse en marcha el proyecto del tren de laminado de bandas en caliente, las importaciones procedentes de la CEE, y en concreto de Francia y de la Rep¨²blica Federal de Alemania (RFA), decaer¨ªan l¨®gicamente de una forma considerable.
La Comunidad no puede obligar a Madrid a adoptar una decisi¨®n acorde con sus intereses, pero intenta presionar con los medios a su alcance. En un documento elaborado por la Comisi¨®n Europea el pasado 29 de enero, se advert¨ªa seriamente a las autoridades espa?olas que "si Espa?a desarrolla desde ahora y hasta la adhesi¨®n una pol¨ªtica sider¨²rgica que lleve consigo aumentos de capacidad de producci¨®n incompatibles con la disciplina CECA, la Comunidad se ver¨¢ obligada a pedir que el acta de adhesi¨®n incluya una disposici¨®n encaminada a realizar ajustes compensatorios sobre los niveles de producci¨®n y ventas de acero espa?ol en la Comunidad". El famoso tren no implicar¨ªa, seg¨²n los expertos espa?oles, ning¨²n aumento de capacidad de producci¨®n, sino simplemente una mejor armonizaci¨®n de nuestra propia producci¨®n de acuerdo con nuestras necesidades. De hecho, afirman los expertos espa?oles, el plan de reestructuraci¨®n de la siderurgia espa?ola no est¨¢ encaminado en ninguno de sus aspectos a lograr ese fat¨ªdico aumento de capacidad de producci¨®n.
Quejas espa?olas
Por otra parte, los industriales espa?oles se quejan del diferente rasero que emplea la CEE cuando se trata de aplicarse a s¨ª misma sus propias reglas. Seg¨²n estudios realizados por espa?oles, tomando como base datos comunitarios, los diez aumentar¨¢n entre 1974-1984 sus capacidades de producci¨®n, aunque la producci¨®n efectiva se mantenga en t¨¦rminos generales, es decir, salvo en algunos productos como los coils, que han aumentado en un 17,5%.
El aumento de capacidades de producci¨®n ser¨¢ en dicha d¨¦cada de un 10% para el acero bruto y de un 20,1% para los productos acabados. Ello se consigue gracias a tres aspectos: aumento de la productividad (un 22% en seis a?os), aumento de las exportaciones (un 7%) y disminuci¨®n de las importaciones (un 32% menos). Entre los pa¨ªses que han tenido que disminuir sus exportaciones a los diez se encuentra Espa?a, sometida desde 1978 a un r¨¦gimen de autolimitaci¨®n.Hasta 1980, las cuotas concedidas por la CEE fueron incluso rebasadas por los espa?oles, sin que se plantearan serios problemas, pero a partir de ese a?o los exportadores espa?oles no solamente han visto reducida su cuota, sino que adem¨¢s han sido incapaces de cubrirla enteramente, porque las condiciones del mercado comunitario se hab¨ªan deteriorado. Los diez decidieron dar salida a sus grandes almacenamientos a bajo precio, con lo que la demanda del exterior disminuy¨®.La cuota para 1981 fue, por ejemplo, de 750.000 toneladas, un 12% menos que el a?o anterior, y los exportadores espa?oles s¨®lo vendieron aproximadamente unas 650.000 toneladas, cuando, seg¨²n sus expertos, las exportaciones l¨®gicas en condiciones normales deb¨ªan ser de unas 850.000 toneladas, es decir, un 9% del total de acero importado por la CEE de pa¨ªses terceros.
Mientras tanto, Espa?a import¨® de los diez en 1980 cerca de 1.300.000 toneladas, y en 1981 la cifra no bajar¨¢ del mill¨®n. Hay que resaltar que casi el 70% de las importaciones espa?olas est¨¢n constituidas por coils y chapa.
Ante la grave crisis econ¨®mica que atraviesa la CEE, y que tiene una enorme repercusi¨®n en la siderurgia, los diez han puesto en marcha estrategias nacionales destinadas a defender su sector.
La Comisi¨®n Europea, ¨®rgano ejecutivo del Mercado Com¨²n, ha elaborado un plan de reestructuraci¨®n que incluye tanto el control de las producciones como la pol¨ªtica comercial y la pol¨ªtica de ayudas y subvenciones. Esa pol¨ªtica es la que debe aplicar Espa?a, -sin ayudas por parte de la CEE-, e incluso se le exige que lo haga m¨¢s rigurosamente que los propios Estados miembros.
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