Mitterrand y Schmidt tratan de apuntalar la unidad europea

Los problemas comunitarios, las relaciones Europa-EE UU y las consecuencias del golpe de Varsovia en el plano mundial son los temas m¨¢s sustanciosos de la cumbre franco-alemana que desde ayer se celebra en Par¨ªs. El presidente Fran?ois Mitterrand y el canciller de la Rep¨²blica Federal Alemana (RFA), Helmut Schmidt, publicar¨¢n hoy un comunicado final conjunto que se espera ratifique la armon¨ªzaci¨®n de las posiciones de ambos pa¨ªses ante estos temas.Mitterrand dijo ayer que este trig¨¦simonoveno encuentro franco-alem¨¢n, que se sit¨²a en el marco de los intercambios semestrales entre los dos gobiernos, "es extremadamente importante".

La ministra francesa de Agricultura, Edith Cresson, en una cena que ofreci¨® el martes a algunos corresponsales de la Prensa europea en Par¨ªs, se refiri¨® al actual y grav¨ªsimo contencioso comunitario (fijaci¨®n de precios agr¨ªcolas y contribuci¨®n brit¨¢nica al presupuesto de la CEE) en estos t¨¦rminos: "En este momento no es posible prever lo que va a ocurrir con los precios agr¨ªcolas y con los problemas que plantean los brit¨¢nicos".

Este es el tema que domina las conversaciones de la capital francesa, en donde se piensa que la Comunidad "sufre su m¨¢s grave enfermedad desde que se firm¨® el tratado de Roma". Aunque sus actitudes no son exactamente: iguales, tanto franceses como alemanes est¨¢n dispuestos a encontrar un lenguaje com¨²n para intentar salvar el esp¨ªritu comunitario.

Otro tanto se espera en lo tocante a las relaciones entre la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) y Estados Unidos. En el plano econ¨®mico, estas relaciones est¨¢n dramatizadas por la persistencia de la pol¨ªtica de dinero caro del presidente Ronald Reagan, que ha esterilizado pr¨¢cticamente la econom¨ªa de los pa¨ªses occidentales.

Guerra econ¨®mica

"La situaci¨®n econ¨®mica mundial es tan grave como la tragedia de Polonia para el equilibrio del planeta", declar¨® Schmidt la v¨ªspera de su llegada a Par¨ªs. Los franceses, por su lado, ya antinciaron, recientemente, que est¨¢n dispuestos a afrontar solos la guerra econ¨®mica desencadenada por EE UU, practicando una pol¨ªtica de tasas de inter¨¦s espec¨ªficamente francesa. Y, esto, en el caso de que los americanos no cambien o de que no se llegue a un acuerdo entre ellos y los europeos.Durante estos dos d¨ªas, franceses y alemanes desean ajustar el motor europeo que ha sido el eje Par¨ªs-Bonn. Mitterrand y Schmidt, seg¨²n se asegura aqu¨ª, han llegado a entenderse perfectamente. Ambos est¨¢n convencidos de la necesidad de salvar la construcci¨®n europea y de que ello ser¨¢ imposible sin una colaboraci¨®n estrecha entre los dos pa¨ªses que representan.