Precios agr¨ªcolas
No tiene desperdicio, por inexacto y tendencioso, el editorial de EL PAIS del 18 de febrero de 1982, al tratar los precios agr¨ªcolas. Comienza el art¨ªculo desvirtuando la posici¨®n de los agricultores y ganaderos en la presente ronda de negociaciones, y a partir de ello irrumpe en una serie de verdades a medias que deforman la realidad del sector, espolea al resto de la sociedad contra los agricultores y termina culp¨¢ndolos de los desajustes econ¨®micos nacionales. Frente a esta posici¨®n, esta Confederaci¨®n Nacional de Agricultores y Ganaderos se ve obligada a realizar las siguientes precisiones: Los hombres del campo, conscientes de la situaci¨®n nacional, solidarios con ella, vienen desde 1978 padeciendo el trato m¨¢s discriminatorio, desde el punto de vista social y econ¨®mico, que se les ha dado en su historia. Basta para: ello decir que , en 1980, la cosecha del siglo, como la denominaba EL PAIS, tuvo sobre el sector los siguientes efectos:- P¨¦rdida de posici¨®n relativa de rentas agrarias en relaci¨®n con el resto de los sectores. Y aumento en un 24% del endeudamiento del sector.
Las rentas agrarias por persona ocupada representaban en diciembre de 1977 el 39,3% de la de los restantes sectores econ¨®micos; pues bien, en 1981 ha alcanzado la cota del 29,4%, tras una serie en esos a?os de continuado deterioro. En diciembre de 1980, la cifra era de 35,5%. Habr¨¢ que preguntarle al redactor o inspirador del referido editorial d¨®nde quiere situar las rentas agrarias, para terminar dici¨¦ndole que el art¨ªculo 130 de la Constituci¨®n es tajante: "Los poderes p¨²blicos atender¨¢n a
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