Nuevos s¨ªntomas de desconexi¨®n administrativa en el tratamiento del s¨ªndrome t¨®xico
El despido de diez trabajadores sanitarios contratados con motivo del s¨ªndrome t¨®xico ha sido acogido en diversos sectores sanitarios como un nuevo signo de la permanente descoordinaci¨®n y confunsi¨®n entre los distintos ¨®rganos responsables del control de esta cat¨¢strofe, as¨ª como el ¨²ltimo indicio sobre la necesidad de crear una Direcci¨®n Unica del Programa. El Ministerio de Sanidad y Consumo esperaba haber adoptado esta medida antes de terminar el pasado mes de febrero. El retraso, al parecer, obedece a nuevas discrepancias sobre el tema, sobre el cual se decidir¨¢, probablemente, en esta semana, seg¨²n fuentes oficiosas.
El anuncio de despido de diecisiete enfermeras, diecis¨¦is auxiliares de cl¨ªnica, cinco administrativos y cinco celadores del Hospital del Ni?o Jes¨²s, contratados especialmente con motivo del s¨ªndrome t¨®xico, fue comunicado por la direcci¨®n del centro sanitario al comit¨¦ de empresa a finales del pasado mes de febrero, y ha supuesto la primera alerta entre el personal hospitalario sobre el aut¨¦ntico alcance de la remodelaci¨®n asistencial generada por el envenenamiento masivo. Estos despidos, por caducidad de los contratos, han quedado finalmente reducidos a los de cuatro auxiliares de cl¨ªnica, dos celadores y cuatro enfermeras. Los restantes han sido contratados de nuevo.La llamada del Insalud provincial de Madrid a la direcci¨®n del Hospital del Ni?o Jes¨²s para que finiquitase los contratos que hubieran caducado provoc¨® una serie de asambleas de trabajadores en este hospital.
La noticia result¨® sorprendente por cuanto dichos contratos corresponden a los que se firmaron en una primera fase del envenamiento masivo, los cuales contemplaban un per¨ªodo de contrataci¨®n de seis meses y otros tres prorrogables, e inclu¨ªan una cla¨²sula por la que la contrataci¨®n quedar¨ªa extendida al tiempo que durase la neumon¨ªa at¨ªpica.
Despu¨¦s de varios d¨ªas de asambleas y gestiones, el resultado, seg¨²n fuentes de dicho comit¨¦, es que s¨®lo se han ejecutado diez despidos de los 44 notificados en principio, por exigencias de la planificaci¨®n sanitaria. Los despidos han reca¨ªdo sobre las personas que llevaban menos tiempo contratadas.
El asunto, no obstante la aparente soluci¨®n, presenta matices preocupantes y poco claros. Fuentes oficiales del Ministerio de Sanidad han se?alado a este respecto que "no hay despidos de contratados para el s¨ªndrome".
El Plan Nacional de Atenci¨®n y Seguimiento del s¨ªndrome es el encargado de realizar los estudios pertinentes y racionalizar los efectivos de personal. Esta racionalizaci¨®n, y seg¨²n el criterio m¨¢s extendido en los diversos estratos sanitarios, no s¨®lo tendr¨¢ que tener en cuenta las demandas del s¨ªndrome, sino las demandas que, en general, ha originado la asistencia sanitaria impartida con motivo del s¨ªndrome.
Varios meses sin cobrar
El Plan Nacional de Atenci¨®n y Seguimiento detect¨® que ya en el pasado mes de septiembre descend¨ªa la avalancha de hospitalizaciones, si bien se incrementaba el cometido de las unidades de seguimiento. As¨ª mismo, que unas ¨¢reas ten¨ªan m¨¢s demanda que otras, etc¨¦tera. Pero, ?cu¨¢l va a ser la citada racionalizaci¨®n?. De momento, persisten algunas deficiencias importantes: hay numerosas personas que llevan varios meses trabajando, verbalmente contratadas, pero a las que no se les ha firmado el contrato, ni se les han pagado salario alguno; la demanda de servicios de rehabilitaci¨®n f¨ªsica no ha sido correctamente satisfecha, al menos, cuantitativa o distributivamente, pues se dan casos tan absurdos como enviar a rehabilitaci¨®n al centro Ram¨®n y Cajal, en Madrid, desde punto tan alejado como Legan¨¦s, bien porque no hay plazas en lugares m¨¢s pr¨®ximos (Zarzaquemada, 1? de Octubre, Ni?o Jes¨²s), bien por descoordinaci¨®n; la asistencia psiqui¨¢trica se sigue resolviendo en algunos centros con simple administraci¨®n de f¨¢rmacos que adormecen al paciente, pero no tratan psicol¨®gicamente su angustia mediante terapias adecuadas.
El hallazgo de las unidades de seguimiento
El modelo diferente y, hasta ahora in¨¦dito en la atenci¨®n sanitaria, que suponen las unidades de seguimiento del s¨ªndrome, pese a todas las deficiencias que a¨²n acusan, supone el embri¨®n del eslab¨®n entre la atenci¨®n primaria y la hospitalaria, cuya carencia ha sido reiteradamente puesto de manifiesto tanto por el usuario como reconocida por la Administraci¨®n. El personal que atiende estas unidades tiene una dedicaci¨®n completa a su trabajo y pretende dar una soluci¨®n integral al problema de la salud atendiendo al paciente en su medio bio-psico-social, y no exclusivamente dispensando recetas.
Esta rudimentaria estructura improvisada con motivo del s¨ªndrome t¨®xico y que, en cierta medida, convierte a estos pacientes en privilegiados de la asistencia sanitaria comparados con el resto de los beneficiarios; de la Seguridad Social.
Las unidades han realizado historia cl¨ªnica de los pacientes en numerosos casos (un total de 11.378 en la provincia de Madrid), actuaci¨®n esta poco frecuente en la asistencia primaria. El promedio mensual de consultas en las dieciocho unidades viene a ser de 16.000, lo que supone una media de trece pacientes al d¨ªa por m¨¦dico, cifra que contrasta de forma tremenda con la habitualmente estimada de 60 pacientes a la hora vistos por cada m¨¦dico del ambulatorio del seguro.
Frente a las posibilidades de una racional reestructuraci¨®n de dichas unidades y del personal contratado, la multic¨¦fala organizaci¨®n administrativa ha llegado a provocar una alarma de despidos como guinda de la cadena de retrasos en las ayudas a los afectados, la falta de plazas de rehabilitaci¨®n, la insuficiencia de fisioterapeutas, el excesivo papeleo burocr¨¢tico para tramitar la catalogaci¨®n de "afectado", la implicaci¨®n del m¨¦dico en esta decisi¨®n convirti¨¦ndolo en especie de juez rechazado por el paciente al que atiende, etc¨¦tera.
Las fricciones por determinadas competencias y las disparidades de criterios entre los distintos estamentos rectores del seguimiento del s¨ªndrome han sido fuertes y en su momento transcendieron a la opini¨®n p¨²blica. Tres son las fuentes responsables: El Programa Nacional de Atenci¨®n y Seguimiento, creado el pasado 20 de agosto, al frente del cual se design¨® un director con rango de subdirector general, y que qued¨® integrado en el Instituto Nacional de la Salud (¨®rgano dedicado exclusivamente a asistencia sanitaria); la Oficina de Coordinaci¨®n, creado con posterioridad y tambi¨¦n por real decreto, que entend¨ªa fundamentalmente de los aspectos econ¨®micos, administrativos y financieros, y cuyo rango era superponible al del director del Programa; y el Ministerio de Sanidad, quien hac¨ªa depender directamente de su poder central las comisiones de expertos nombradas para el s¨ªndrome y cuyo nexo con la Administraci¨®n sanitaria se establec¨ªa en la direcci¨®n general de Planificaci¨®n Sanitaria, al tiempo que persist¨ªa en su papel de supervisor y centralizador general a pesar de la presencia de los nuevos ¨®rganos creados en los descarga la responsabilidad de integrar su cometido en el organigrama del propio ministerio.
La falta de una direcci¨®n ejecutiva ¨²nica y responsable queda especialmente puesta de manifiesto desde el seno de la propia Administraci¨®n con la notoria publicidad de las desconexiones y discrepancias creadas en sus distintos ¨®rganos.
El Ministerio de Sanidad se mostr¨® seguidamente decidido a crear esa direcci¨®n ¨²nica, pero, seg¨²n diversas fuentes consultadas, de nuevo han surgido dificultades para su constituci¨®n y dotarla, al menos, de rango acorde al nivel del amplio marco de acciones ejecutivas que debe desarrollar.
Mientras tanto, Manuel Evangelista contin¨²a como director del Programa Nacional a¨²n cuando ya ejerce tambi¨¦n la jefatura de los Servicios de Inspecci¨®n del Insalud, puesto para el que fue recientemente nombrado, tras hacerse p¨²blico su enfrentamiento con el subsecretario de Sanidad, Luis Valenciano, en relaci¨®n con la escasa actuaci¨®n epidemiol¨®gica, denunciada por Evagelista a la comisi¨®n mixta parlamentaria; Luis Munuera, director general de Planificaci¨®n Sanitaria, parece a punto de dejar su puesto para ocuparse de su trabajo como traumat¨®logo; Santiago Molina, interventor de Hacienda, director de la Oficina de Coordinaci¨®n, espera el plan de racionalizaci¨®n de los contratados para absorber los contratos que van caducando; y en la c¨²spide ministerial se duda entre crear o no la reiterada direcci¨®n ¨²nica.
El PSOE pide la creaci¨®n de una direcci¨®n general para el s¨ªndrome t¨®xico
"El Ministerio de Sanidad se ha revelado incapaz para abordar la gesti¨®n unificada del s¨ªndrome t¨®xico", seg¨²n una nota hecha p¨²blica por la secretar¨ªa de Acci¨®n Social del PSOE.
Dicha nota, seg¨²n recoge Efe, tras denunciar "la pr¨¢ctica paralizaci¨®n de las actividades de la direcci¨®n del Programa Nacional de Seguimiento del s¨ªndrome t¨®xico en este ¨²ltimo mes, en el que no ha tenido un titular con dedicaci¨®n exclusiva", el comunicado del PSOE reclama que el Gobierno adopte medidas "relacionadas con la creaci¨®n de una direcci¨®n general del plan nacional del s¨ªndrome t¨®xico con competencias interministeriales".
Asimismo, el PSOE solicita el nombramiento, con car¨¢cter de urgencia, del responsable de dicha direcci¨®n general, y dedicaci¨®n exclusiva de su titular, as¨ª como que el nombramiento sea realizado por el Consejo de Ministros y dependa org¨¢nicamente de la Presidencia del Gobierno, "ya que el Ministerio de Sanidad se ha revelado incapaz para abordar la gesti¨®n unificada del s¨ªndrome t¨®xico".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- I Legislatura Espa?a
- MSyC
- UCD
- S¨ªndrome t¨®xico
- Gobierno de Espa?a
- Desigualdad social
- Despido
- Enfermedades raras
- PSOE
- Personal sanitario
- Ministerios
- Pol¨ªtica social
- Legislaturas pol¨ªticas
- Partidos pol¨ªticos
- Empleo
- Enfermos
- Relaciones laborales
- Pol¨ªtica sanitaria
- Enfermedades
- Asistencia sanitaria
- Gobierno
- Administraci¨®n Estado
- Sanidad
- Medicina
- Pol¨ªtica