La Torre de Babel
EL VETO interpuesto, mediante una huelga organizada desde la intolerancia y la falta de respeto hacia los derechos individuales, a la matriculaci¨®n de cuatro ciudadanos, polic¨ªas nacionales, en un centro oficial de aprendizaje acelerado de euskera para adultos ha recibido una en¨¦rgica respuesta del Consejero de Cultura del Gobierno de Vitoria. De todos es conocido el esfuerzo que realizan algunos sectores intransigentes del nacionalismo antidemocr¨¢tico, situados a la derecha o a la izquierda del espectro, para politizar de forma sectaria o partidista el patrimonio cultural y ling¨¹¨ªstico del Pa¨ªs Vasco. Por esa raz¨®n, la intervenci¨®n de Ram¨®n Labayen merece el aplauso.Esos intransingentes que quieren impedir el aprendizaje del euskera a cuatro ciudadanos, con el pretexto de que visten uniforme y portan armas cuando est¨¢n de servicio, revelan su condici¨®n de herederos fundamentalistas de los p¨¢rrafos en los que Sabino Arana cedi¨® a las tentaciones del racismo. De la obra de Arana, fallecido precisamente cuando iniciaba la revisi¨®n de su anterior estrategia independentista, el nacionalismo vasco democr¨¢tico ha recuperado aquellas formulaciones y planteamientos compatibles con una sociedad industrial y moderna, con la reconstrucci¨®n veraz de su propia historia y con la autonom¨ªa institucional dentro de la organizaci¨®n estatal espa?ola. Queda para el nacionalismo radical vinculado a ETA militar o para el palconacionalismo reaccionario de los sectores disidentes de? PNV la reivindicaci¨®n de] Arana joven y de sus prop¨®sitos de convertir al euskera en atributo exclusivo y excluyente de una m¨ªtica raza vasca. De esta forma, la tesis de que un vasco se define esencialmente por el dominio del euskera, y la afirmaci¨®n de que esa lengua es un c¨®digo secreto para ?iniciados, del que se debe excluir a los extra ?os, resucitan casi un siglo despu¨¦s de ser expuestas por vez primera.
En la ¨²ltima d¨¦cada del siglo XIX Sabino Arana, que abraz¨® la causa del nacionalismo rom¨¢ntico con el furor de todos los conversos, escribi¨® frases espeluznantes sobre las relaciones entre la raza, el idioma y la pol¨ªtica. "Para nosotros ser¨ªa la ruina que los maketos establecidos en nuestro territorio hablasen euskera ... Tanto est¨¢n obligados los bizcainos a hablar en lengua nacional como a no ense?¨¢rsela a los maketos o espa?oles... Si nuestros invasores aprendieran euskera, tendr¨ªamos que abandonar ¨¦ste, archivando cuidadosamente su gram¨¢tica y su diccionario, y dedicarnos a hablar el ruso, el noruego o cualquier otro idioma desconocido para ellos... Muchos son los euskerianos que no saben euskera. Malo es esto. Son varios los maketos que lo saben. Esto es peor. Gran da?o hacen a la patria cien euskerianos que no saben euskera. Mayor es el que le hace un solo maketo que lo sabe". La lengua, veh¨ªculo de comunicaci¨®n, se convierte, as¨ª, en un instrumento artificial para la edificaci¨®n de la nueva Torre de Babel y deja de ser un medio de entendimiento entre los seres humanos para asumir el papel de factor de diferenciaci¨®n pol¨ªtica y cohesi¨®n interna de un movimiento ideol¨®gico.
Ser¨ªa injusto no obstante reducir la personalidad y la significaci¨®n hist¨®ricas de Arana a esas crudas manifestaciones. El nacionalismo vasco ha demostrado luego, desde Jos¨¦ Antonio Aguirre y Juan Ajuriaguerra hasta Xavier Arzallus y Carlos Garaicoetxea, que aquellas expresiones trasnochadas, crispadas o equivocadas no ten¨ªan porqu¨¦ condicionar forzosamente y por entero el desarrollo de sus espl¨¦ndidas intuiciones en otros terrenos. Sin embargo, esas frases contin¨²an siendo vigentes, en su odiosa literalidad, para esos fascistas de nuevo y viejo cu?o que tratan de impedir a cuatro ciudadanos inscribirse en un curso de aprendizaje acelerado de euskera, en una academia sufragada con fondos p¨²blicos en cuya recaudaci¨®n no se hicieron discriminaciones sobre lengua ni uniformes.
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