Ram¨®n Carande presento sus memorias en forma de 'Galer¨ªa de raros' en la Fundaci¨®n del Banco Urquijo
A sus 94 a?os, el catedr¨¢tico comienza, seg¨²n Garc¨ªa de Enterr¨ªa, su carrera literaria
La ministra de Cultura, Soledad Becerril, presidi¨® y fue primera oradora en el acto de presentaci¨®n del libro de Ram¨®n Carande Galer¨ªa de raros, publicado por Alianza Editorial, que corri¨® a cargo de Eduardo Garc¨ªa de Enterr¨ªa. En el acto, que inauguraba la nueva sede de la Fundaci¨®n del Banco de Urquijo, intervinieron tambi¨¦n el ministro de Hacienda, Jaime Garc¨ªa A?overos, el director de la Fundaci¨®n, Juan Llad¨®, y el profesor Xavier Zubiri, adem¨¢s del propio Ram¨®n Carande.
Una mesa esplendorosa, un poco excepcional, que fue estudiando este libro curioso, divertido, extra?o. Desde la amistad como, en el caso de la ministra, que cont¨® los largos paseos con Ram¨®n Carande por los diez ¨²ltimos a?os sevillanos, en los que el maestro juzgaba este pa¨ªs: "hace falta mucha escuela, hija, hace falta mucha escuela". O desde la camarader¨ªa del trabajo com¨²n en el Banco, esos diez a?os en que coincidi¨® Ram¨®n Carande con Juan Llad¨® ("nunca fu¨ª pagado tan bien", dijo Carande). O desde la filosof¨ªa de lo real y el deseo de los buenos presagios para el lugar y para el libro, del profesor Zubiri. O desde la sucesi¨®n en una c¨¢tedra sevillana, la de Hacienda P¨²blica, como es el caso de Garc¨ªa A?overos, que se considera deudor efectivo de la sabidur¨ªa y la moral de Ram¨®n Carande. Una mesa, por fin, que escuch¨® la presentaci¨®n propia mente literaria de Eduardo Garc¨ªa de Enterr¨ªa y que luego ri¨® y se emocion¨® con todo el p¨²blico por el humor inteligente, l¨²cido y un punto acre del historiador que, seg¨²n sus presentadores, se acaba de meter a literato.Eduardo Garc¨ªa de Enterr¨ªa present¨® el libro como una especie de memorias oblicuas, por persona interpuesta. En este caso, quince personajes caracterizados por su sencillez, aunque algunos sean ministros en determinadas ¨¦pocas o premio Nobel, como Cajal, por su humanidad, siempre, y muchas veces por su agraf¨ªa. "El asombro de este libro", dijo Garc¨ªa de Enterr¨ªa, "es que Ram¨®n Carande acaba de empezar, a los 94 a?os, una carrera propiamente literaria, y el a?o que viene se puede presentar al Adonais, por ejemplo. Como la vida de don Ram¨®n, tan dilatada y tan rica, tiene tantos matices y tantas historias, estas memorias, contadas con un humor especial son un libro muy aconsejable".
Ram¨®n Carande, efectivamente, es un personaje risue?o, menudo, con una hermosa cabeza de blancas melenas. Seg¨²n algunos amigos suyos, en Sevilla, donde vive desde primeros de siglo, concretamente, despu¨¦s de la primera gran guerra, viste habitualmente pantalones vaqueros, juega al tenis y hace footing, para compensar por el lado f¨ªsico el abundante e infatigable trabajo intelectual. "Esto ¨²ltimo del footing no lo s¨¦", dice Eduardo Garc¨ªa de Enterr¨ªa. "Pero s¨ª puedo contar que es un caminante incansable, que da largos paseos y que hace poco que nos toc¨® una ma?ana de intenso calor castellano en un viaje juntos, fue ¨¦l quien sugiri¨® que nos ba?¨¢semos en una alberca para refrescarnos. Bueno, ten¨ªa m¨¢s de ochenta a?os, y, nos ba?amos desnudos con absoluta tranquilidad".
El mismo, en lo que no es una entrevista ("es un principio universal para m¨ª no dar entrevistas antes de un acto de presentaci¨®n como el de hoy", dijo) contaba, mientras encend¨ªa su pipa, que est¨¢ convencido de que la buena salud es "cuesti¨®n de cepa", que no tiene nada que ver con la vida que se haga, y que ah¨ª est¨¢ ¨¦l para probarlo, fumando su cachimba desde los veinte a?os. Sus amigos dicen que "es que eso de la muerte no va con ¨¦l", y a lo mejor por eso fue el primer adalid de la supresi¨®n de la m¨¢xima pena en Espa?a, y lo consigui¨®, aunque en el grado de abolici¨®n, menor que el que ¨¦l propon¨ªa que era el de ilegitimaci¨®n.
Con su pipa ha conocido, seg¨²n Garc¨ªa de Eriterr¨ªa, "a Lenin antes de ser Lenin, ha asistido a las representaciones de Leonora Busse, fue presentado en Londres al pr¨ªncipe Kropotkin". Y claro, todo esto se filtra, felizmente, en esos perfiles de esos personajes efectivamente raros como reza el t¨ªtulo. Y se filtra en una prosa "llena de humor y de iron¨ªa, que deja al lector maravillado. Su estilo es el de un buen barroco, lleno de incisos, una prosa muy sincopada realmente deliciosa". "Y es que" dice Eduardo Garc¨ªa de Enterr¨ªa, "la prosa castellana buena es la barroca. Aqu¨ª el barroco est¨¢ en servicio de una espl¨¦ndida memoria y de una rara calidad de retratista". Y tambi¨¦n de una calidad humana de excepci¨®n: "Ram¨®n Carande", dice su presentador, "ha preferido personajes m¨¢s bien desconocidos, muchas veces llenos de serias desconfianzas hacia la escritura, algunos directamente ¨¢grafos pero entregados todos a la difusi¨®n y profundizaci¨®n de la cultura. El siempre dice que prefiere estos raros u olvidados, porque los que triunfan son heraldos de s¨ª mismos".
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