Mas Oliver y Pardo Zancada consideran tambi¨¦n a Armada como uno de los jefes de la conspiraci¨®n

mada los d¨ªas 19 de enero, 3 de febrero y 16 del mismo mes, las dos primeras en L¨¦rida y la ¨²ltima en Madrid, dado que el general hab¨ªa sido nombrado ya segundo JEME. Mas Oliver precis¨® que, a la vuelta de esas entrevistas, Ib¨¢?ez dijo que, seg¨²n Armada, Calvo Sotelo ser¨ªa presidente del Gobierno, Alberto Oliart vicepresidente y Guti¨¦rrez Mellado dejar¨ªa su cargo en el gabinete. Armada dijo tambi¨¦n a Ib¨¢?ez, seg¨²n el interrogado, que el Rey hab¨ªa manifestado a Calvo Sotelo su intenci¨®n de relevar a la Junta de Jefes de Estado Mayor.Mas Afirm¨® que tuvo la primera noticia del comandante Cortina el d¨ªa 20 de febrero cuando un enlace le comunic¨® que hab¨ªa un comandante que estaba empujando a Tejero a la acci¨®n. Al d¨ªa siguiente supo que ese comandante era Cortina.

Sigui¨® diciendo el teniente coronel procesado, siempre a preguntas del fiscal, que supo que Armada tuvo tres conversaciones telef¨®nicas con Milans en esas fechas. La primera el 21 por la ma?ana. "Milans le pidi¨® que le diera un n¨²mero de tel¨¦fono para ponerse en contacto con ¨¦l. Armada contest¨® a Milans que fuera ¨¦l quien le diera el tel¨¦fono y entonces Milans le dio el de la oficina de uno de los hijos del coronel Ib¨¢?ez en Valencia." La segunda conversaci¨®n tuvo lugar la tarde del mismo d¨ªa "en la que Milans, una vez terminada, nos explic¨® que hab¨ªa hablado con Armada de que Tejero y Cortina iban a verse esa noche".

La tercera conversaci¨®n, sigui¨® explicando Mas, fue el domingo 22 en la oficina del hijo de Ib¨¢?ez, en la que se encontraban adem¨¢s de Milans el propio Ib¨¢?ez, Pardo y ¨¦l mismo. "A las cinco de la tarde llam¨® Armada y yo escuch¨¦ c¨®mo Milans repet¨ªa todo lo que supuestamente le dec¨ªa el general Armada. As¨ª, escuch¨¦ c¨®mo Milans fue diciendo: 'Se hace. Estar¨¢ en la Zarzuela. No me llamar¨¢, tendr¨¦ que llamarle yo. El general S¨¢ez de Tejada estar¨¢ en el despacho de Armada. Armada no ha hablado en las ¨²ltimas horas con el Rey. Hay que llamar a Torres Rojas. Mejor ll¨¢male t¨² desde Madrid"'.

El bando de Valencia

Afirm¨® a continuaci¨®n Mas Oliver que no intervino en la redacci¨®n del bando que declaraba el estado de excepci¨®n en la Tercera Regi¨®n Militar, ni en la distribuci¨®n de ¨®rdenes. A?adi¨® que a las dos o tres de la madrugada del d¨ªa 24 le llam¨® Garc¨ªa Carr¨¦s para leerle un texto "del que yo tom¨¦ unas notas y nada m¨¢s". Precis¨® que, con anterioridad, hab¨ªa hablado por tel¨¦fono el d¨ªa 21 con Carr¨¦s, quien le dijo que hab¨ªa dejado a Tejero en el hotel Cuzco con el comandante Cortina.

- Mas concluy¨® sus respuestas al fiscal afirmando que la primera llamada del Rey a la Capitan¨ªa General de Valencia se produjo hacia la una y media de la madrugada del d¨ªa 24.

Tras el acostumbrado descanso de media ma?ana, Mas Oliver, en contestaci¨®n a una pregunta de su abogado, Pedro Mart¨ªn Fern¨¢ndez, declar¨® que, una vez arrestado, Milans recibi¨® el encargo de Armada de que no contara nada de lo que sab¨ªa con anterioridad al 23-F. El abogado de este general procesado, Ram¨®n Hermosilla, quiso saber si oy¨® hablar de la soluci¨® Armada en la reuni¨®n ncelebrada el 18 de enero en la calle del general Cabrera. Mas Oliver dijo que en la reuni¨®n oy¨® lo que cont¨® Milans, que coincid¨ªa con lo que les hab¨ªa relatado a ¨¦l y a Iba?ez Ingl¨¦s, tras su conversaci¨®n con Armada el 10 de enero en Valencia. "Precisamente, si Milans dijo en la reuni¨®n del 18 de enero que perseguir¨ªa hasta la muerte a quien contara algo de que lo que se dijera all¨ª", a?adi¨® el declarante, "fue porque se mencion¨® el nombre del Rey y se relataron las confidencias hechas por su majestad a Armada".

-Hermosilla: ?Cu¨¢ndo le llam¨® Juan Garc¨ªa Carr¨¦s para decirle que hab¨ªa dejado al teniente coronel Tejero con el comandante Cortina en el hotel Cuzco de Madrid?

-Mas: El d¨ªa 21 de febrero de 1981, a las diez de la noche.

-Hermosilla: ?No fue el d¨ªa 20?

-Mas: No , fue a las 10 de la noche del d¨ªa 21 .A una pregunta de Gerardo Quintana, abogado de Torres Rojas, Mas Oliver dijo que en la reuni¨®n del 18 de enero no oy¨® comentar a dicho general que viniera de hablar con San Mart¨ªn, quien estar¨ªa- dispuesto a poner a su disposici¨®n la Divisi¨®n Acorazada. Por contra, declar¨® que, efectivamente, en la noche del 23-F, el general Juste telefone¨® a la Capitan¨ªa General de Valencia, pero que desconoc¨ªa el motivo.

Angel L¨®pez Montero, defensor de Tejero, pregunt¨® al declarante cu¨¢l era, en su opini¨®n, de las reuniones celebradas antes del 23-F, la m¨¢s decisiva para el desarrollo posterior de los hechos. Mas Oliver dijo que la m¨¢s importante fue la celebrada el 10 de enero de 1981, en Valencia, por Armada y Milans. En este sentido, precis¨® que en la reuni¨®n celebrada ocho d¨ªas m¨¢s tarde en la calle del General Cabrera, Milans se limit¨® a exponer lo que le hab¨ªa dicho Armada en Valencia. Neg¨® que, en la misma reuni¨®n, Tejero estuviera representando a ning¨²n grupo aut¨®nomo. "Tejero particip¨® porque era un jefe del Ej¨¦rcito", a?adi¨®.

Tambi¨¦n declar¨®, en respuesta a una pregunta del abogado Miguel Caballero Montes, que en las reuniones celebradas con anterioridad al 23-F, no se habl¨® en ning¨²n momento de subvertir el orden constitucional ni de rebeli¨®n militar.

El abogado del teniente Vicente Carricondo S¨¢nchez, Santiago Segura, pregunt¨® al declarante si le "Milans me dijo", a?adi¨® Pardo, dijeron que el Rey respaldaba y autorizaba la operaci¨®n. "Me dijeron", matiz¨® Mas Oliver, "que, por lo menos, la conoc¨ªa.

-Santiago Segura: Y-?usted lo crey¨®?

-Mas: S¨ª, lo cre¨ª.

-Santiago Segura: Si lo crey¨® usted, ?considera normal que lo creyeran tambi¨¦n unos oficiales de la Guardia Civil?

-Mas: Por supuesto.

En ese momento se produjo la protesta del fiscal togado, que consider¨® que el abogado ped¨ªa al procesado juicios de valor. El tribunal acept¨® la protesta.

Pardo viaja a Valencia

El presidente llam¨® entonces al lugar donde- son interrogados los procesados al comandante Pardo Zancada, destinado en aquellas fechas en el estado mayor de la Divisi¨®n Acorazada, y para quien el fiscal solicita una pena de quince a?os de reclusi¨®n. A las primeras preguntas de? fiscal, Pardo respondi¨® que conoc¨ªa a Milans antes del 23 de febrero de 1981 y a Armada muy superficialmente. A?adi¨® que conoc¨ªa tambi¨¦n superficialmente a Tejero, a quien fue a visitar cuando cumpl¨ªa arresto por la llamada operaci¨®n Galaxia.

-Fiscal: ?Qui¨¦n le cit¨® para ir a Valencia a entrevistarse con Milans el 22 de febrero?

-Pardo: Me llam¨® el teniente coronel Mas ese mismo d¨ªa, a las diez y cuarto de IIL ma?ana, aproximadamente, cuando me dispon¨ªa a ir a misa. Mas Oliver me dijo que el capit¨¢n general de Valencia quer¨ªa verme, por ]lo que deb¨ªa viajar inmediatamente hacia all¨ª, despu¨¦s de comunic¨¢rselo al coronel San Mart¨ªn.

-Fiscal: ?Le hizo alg¨²n comentario San Mart¨ªn cuando le dijo que se marchaba a Valencia?

-Pardo: No. S¨®lo me dijo que si volv¨ªa a una hora prudencial le informara de mi conversaci¨®n con Milans.

-Fiscal: ?No sospechaba usted para qu¨¦ pod¨ªan llamarle a Valencia?

-Pardo: No. En absoluto.

A?adi¨® el declarante que sali¨® en coche hacia Valencia, a donde lleg¨® sobre las tres de la tarde. Se digiri¨® a capitan¨ªa y, tras cambiar unas palabras con Mas Oliver, entraron ambos en el despacho de Milans. Este le dijo, seg¨²n Pardo, que Tejero con doscientos guardias iba a interrumpir la sesi¨®n de investidura en el Congreso y que ¨¦l (Milans) iba a disponer una situaci¨®n especial en Vilencia, para ponerlo todo a disposici¨®n del Rey. Milans me dijo " , a?adi¨® Pardo "que no se trataba de un golpe de Estado y, al pregruntarle yo cu¨¢l era la situaci¨®n en otras capitan¨ªas, me contest¨® que ya se llamar¨ªa al resto de las capitan¨ªas generales. Milans del Bosch ratific¨® que la operaci¨®n contaba con el visto bueno de su majestad el Rey y que era vista con simpat¨ªa por la Reina, quien no contemplaba otra salida para la situaci¨®n pol¨ªtica, seg¨²n le hab¨ªa dicho Armada".

Preguntado por el fiscal si Milans le dijo algo de la Primera Regi¨®n Militar (Madrid), Pardo respondi¨® que el teniente general le explic¨® que no se sab¨ªa nada de ella pero que se sumar¨ªa a la operaci¨®n si ¨¦sta ten¨ªa ¨¦xito. "Milans me pregunt¨® por Juste y yo le dije que era un hombre extremadamente prudente y poco amigo de aventuras", a?adi¨®.

El fiscal quiso saber tambi¨¦n si hab¨ªan hablado de Torres Rojas, de quien Pardo afirm¨® que era un hombre muy recordado en la Divisi¨®n Acorazada "fundamentalmente por las condiciones en que fue cesado". "Unas condiciones", agreg¨®, "aparentemente injustificadas. Se dijo que hab¨ªa sido separado del mando por un compl¨® detectado en la divisi¨®n, del que soy testigo que no existi¨®".

Declar¨® el procesado que Milans le dijo que la misi¨®n de la Divisi¨®n Acorazada era ocupar Televisi¨®n Espa?ola y Radio Nacional y que, tras la operaci¨®n, Armada iba a ser nombrado presidente del Gobierno y que ¨¦l (Milans) ser¨ªa probablemente el nuevo presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor.

Pregunt¨® despu¨¦s el fiscal sobre la conversaci¨®n mantenida por Milans con Armada la tarde del 22 en un despacho, del hijo del coronel- Ib¨¢?ez, de la que Pardo fue testigo.

-Fiscal: ?Son¨® el tel¨¦fono o se marc¨® desde all¨ª el n¨²mero para mantener esa presunta conversaci¨®n con el general Armada?

-Pardo: Estoy completamente seguro de que son¨® el tel¨¦fono.

A?adi¨® el declarante que no sab¨ªa quien cogi¨® el aparato, pero que no fue Milans porque a ¨¦ste le pasaron el tel¨¦fono. Asegur¨® tambi¨¦n Pardo que Milans se dirigi¨® varias veces a su interlocutor llam¨¢ndole por el nombre de Alfonso.

-Fiscal: ?De qu¨¦ hablaron por tel¨¦fono?

-Pardo: Otros lo han explicado aqu¨ª mejor de lo que podr¨ªa hacerlo yo, porque convers¨¦ algunos momentos con el coronel Ib¨¢?ez mientras el general Milans hablaba por tel¨¦fono. Yo deduje que la operaci¨®n se hac¨ªa y que el interlocutor de Milans no hab¨ªa visto ¨²ltimamente al Rey ni al general S¨¢ez de Tejada. Tambi¨¦n deduje que ese interlocutor iba a ir el 23 por la ma?ana a la Brigada Paracaidista y luego estar¨ªa en la Zarzuela y que. habr¨ªa que llamar a Luis (el general Torres Rojas). El coronel Ib¨¢?ez telefone¨® inmediatamente despu¨¦s de que ocurriera la supuesta conversaci¨®n entre Milans y Armada a un enlace encargado de llamar al general Torres Rojas, que era gobernador militar de La Coru?a.

"Yo ten¨ªa grandes dudas"

Preguntado si ten¨ªa algo m¨¢s que a?adir, Pardo afirm¨® que le sorprendi¨® mucho "la conjunci¨®n de Tejero y Armada en la misma operaci¨®n", pero que Milans le asegur¨® que ambos se hab¨ªan visto ya por mediaci¨®n de Cortina. "A m¨ª no me hizo gracia eso de Cortina, porque sab¨ªa que ese comandante era del CESID", a?adi¨®.

-Fiscal: ?Qu¨¦ impresi¨®n le dio todo lo que le hab¨ªan contado?

-Pardo: Yo ten¨ªa grandes dudas sobre la operaci¨®n, las mism¨¢s que tengo ahora sobre todo lo que ha pasado aqu¨ª. Me pareci¨® que el tema estaba poco madurado.

Siempre preguntas del fiscal, el procesado relat¨® que, cuando regres¨® a Madrid, inform¨® al coronel San Mart¨ªn de todo lo que le hab¨ªan dicho en Valencia y que el ?citado coronel le comunic¨® que no le parec¨ªa oportuna la operaci¨®n por el momento, porque se ten¨ªa que marchar con el general Juste a Zaragoza a supervisar unas maniobras de una brigada de la divisi¨®n. A?adi¨® Pardo que San Mart¨ªn le encarg¨® que confirmara si Torres Rojas se encontrar¨ªa el 23 en Madrid y que le pidiera que estuviera en la divisi¨®n cuando Juste y ¨¦l regresaran de Zaragoza.

Cont¨® despu¨¦s Pardo c¨®mo llam¨® a Torres Rojas al d¨ªa siguiente, a quien dijo que su presencia era importante en Madrid, en opini¨®n de Milans, y c¨®mo fue a recogerle a Barajas. Preguntado por el fiscal si San Mart¨ªn le hab¨ªa dicho que pensaba hablar con Armada en la Brigada Paracaidista, Pardo respondi¨® que s¨ª y que no lo entendi¨® como una desconfianza hacia ¨¦l, sino como un deseo del coronel de recabar m¨¢s datos.

A?adi¨® Pardo que, antes de salir a recoger a Torres Rojas al aeropuerto, encarg¨® al capit¨¢n Tamarit que avisara a San Mart¨ªn, ya de viaje con Juste, para que volvieran ambos a Madrid y le transmitiera la clave la bandeja est¨¢ grabada.

Torres Rojas, sigui¨® diciendo Pardo, lleg¨® a. las dos de la tarde a Madrid y, por deseo expreso suyo, los dos se dirigieron directamente al cuartel general de la Acorazada. Precis¨® Pardo, a preguntas del fiscal, que Torres Rojas lleg¨® de uniforme y que, despu¨¦s de comer, "entre Tamarit y yo avisamos a todos los oficiales y les dijimos que el general Torres Rojas estaba en el cuartel general y tendr¨ªa mucho gusto en tomar caf¨¦ con ellos".

-Fiscal: Pero ?por qu¨¦ se les convoc¨® en realidad?

-Pardo.- Bueno... yo recib¨ª la orden de convocarlos, aunque quiz¨¢ por una sugerencia m¨ªa anterior, del coronel San Mart¨ªn, quien en sus declaraciones ha dicho que la idea era que Juste, una vez en la divisi¨®n, pudiera estar asesorado por todos los cuadros de mando antes de tomar una decisi¨®n sobre los acontecimientos de esa tarde.

A las dos menos cuarto, el presidente levant¨® la sesi¨®n hasta las cuatro.