El 'club de los cinco' bancos pretende crear un frente de solvencia financiera
Cinco bancos, de los considerados medianos del sector, han decidido hacer p¨²blicos sus acuerdos de cooperaci¨®n en algunas vertientes con cretas del negocio bancario, y con ello se ha creado toda una ola de expectativas y rumores en torno a la ¨²ltima intenci¨®n que ha decidido a los representantes de estas entidades a anunciar en estos momentos unos pactos de cooperaci¨®n que en ning¨²n caso resultaban nuevos.
La propia personalidad de estas cinco entidades, Pastor, Sabadell, Zaragozano, March y Herrero, los tradicionalmente considerados como m¨¢s saneados de la banca peque?a y mediana, ha contribuido a aumentar el clima de expectaci¨®n a su alrededor, m¨¢xime cuando en las ¨²ltimas semanas ha vuelto a saltar a la luz el viejo fantasma de la crisis bancaria, siempre a punto de morir, pero nunca definitivamente enterrado.En una reuni¨®n en el Instituto de Analistas de Inversiones, los representantes de estos cinco bancos manifestaron p¨²blicamente sus intenciones de ahondar la cooperaci¨®n entre ellos y conseguir una estrategia global en aspectos de su actividad que les permitiese optimizar sus resultados.
Sin embargo, estas declaraciones de principios, aparentemente de puro car¨¢cter t¨¦cnico, han hecho que los especialistas en el sector bancario comiencen a analizar el trasfondo real de los acuerdos, hasta establecer, casi un¨¢nimemente, que lo que en realidad se pretend¨ªa tras el Club de los Cinco era la agrupaci¨®n casi corporativa de las entidades no incluidas dentro del grupo de los siete grandes bancos, pero cuya solvencia queda lejos de toda duda.
Las crisis y los rumores sobre problemas en bancos de tama?o peque?o y mediano parecen ser la causa que ha decidido a los responsables de unas entidades bancarias poco dadas por su misma condici¨®n de bancos a asumir planteamientos conjuntos (excepto cuando se llega a situaciones l¨ªmite que hacen peligrar los resultados) a plantear el actual frente de solvencia.
Elementos diferenciadores
La realidad es que las cinco entidades tienen entre s¨ª m¨¢s elementos diferenciadores que comunes, pero tambi¨¦n es verdad que pueden esgrimir como estandartes sus diferencias con el resto de las entidades de su entorno.Existen pocas similitudes entre un Pastor, con 279 oficinas repartidas por todo el territorio nacional, y un Herrero, con 103 sucursales ubicadas preferentemente en la zona astur. No menos diferencias existen entre una Banca March, en manos de la familia del hist¨®rico financiero mallorqu¨ªn y de su grupo de empresas, y un Sabadell, que tiene 21.300 accionistas de los que s¨®lo ocho tienen m¨¢s del 0,5%. del capital y ninguno m¨¢s del 0,75%.
Con las diferencias objetivas podr¨ªamos continuar casi hasta el infinito, pero es que en las propias pol¨ªticas dom¨¦sticas de las entidades se aprecian diferencias importantes. As¨ª, por ejemplo, mientras el Pastor o el Zaragozano han manifestado su vocaci¨®n de asumir programas de expansi¨®n que abarcan a la pr¨¢ctica totalidad del territorio nacional, el Sabadell o el Herrero contin¨²an apegados a sus respectivos terru?os, sin que aparentemente nada ni nadie sea capaz de hacerles cambiar de idea, al menos por el momento.
Otro tanto podr¨ªa decirse de los resultados, donde el Pastor presenta un discreto 16,19% de incremento en los beneficios antes de impuestos sobre las cifras del ejercicio de 1980, mientras que la March declara haber obtenido unos resultados superiores en un 44,68% a los del a?o precedente.
Ante estas disparidades, es dif¨ªcil pensar que hayan sido s¨®lo las caracter¨ªsticas comunes entre las cinco entidades las que les hayan llevado a formar el Club de los Cinco. El otro argumento que se podr¨ªa barajar, la reducci¨®n de costes por servicios comunes, tampoco parece presentar una consistencia excesiva. Actualmente est¨¢ en pleno proceso de maduraci¨®n una sociedad creada por los bancos, Cooperaci¨®n T¨¦cnica Bancaria (CTB), que tiene como objetivo precisamente el centralizar servicios comunes que se repiten en cada entidad sin mayor sentido.
El tratamiento de la cartera de efectos ser¨ªa uno de los puntos en los que se har¨ªa mayor hincapi¨¦. En cuanto a medios de pago comunes, que podr¨ªa ser otro de los efectos que se buscasen, la utilizaci¨®n de las tarjetas de cr¨¦dito va desplazando poco a poco a los dem¨¢s sistemas utilizados masivamente.
Las dificultades m¨¢s o menos serias que atraviesan otras cantidades, que no acaban de salir a la luz -por razones pol¨ªticas, seg¨²n el mismo interlocutor-, parecen haber decidido a los cinco bancos en cuesti¨®n, cuyo ¨²nico y real punto de encuentro es, en opini¨®n de los expertos, la sanidad de su negocio, a salir a la calle para intentar destacarse de la niebla que se va. espesando a medida que el ranking separa a las entidades del pelot¨®n de cabeza, que pilotan los siete grandes del sector.
Donde s¨ª han detectado los expertos algunos s¨ªntomas de preocupaci¨®n ha sido entre el resto de bancos peque?os y medianos que no presentan ninguna vinculaci¨®n directa con alguno de los siete grandes.
Algunos medios pr¨®ximos a estas entidades pusieron de manifiesto que lo que se podr¨ªa es estar buscando una diferenciaci¨®n tajante entre buenos y malos, cuando la diferenciaci¨®n, siempre seg¨²n la misma versi¨®n, no es tan f¨¢cil.
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