El ¨²ltimo verano
Un adinerado matrimonio de ancianos pasa sus vacaciones, como cada a?o, a orillas de un id¨ªlico lago transformado para ellos en espejo de v¨ªejas nostalgias. La edad ha minado sus entusiasmos, y un inevitable desamparo, una soledad preludio de la muerte, ha entrado en sus vidas. Inesperadamente, un jovencito convive junto a ellos durante un mes. El viejo cascarrabias, rencoroso y violento, se deja contagiar por la ingenua violencia del muchacho, descubriendo as¨ª una antigua ternura. Ambos se tantean, se conocen, se odian, se aman... Terminan las vacaciones, concluye el par¨¦ntesis, quiz¨¢ la vida est¨¦ a punto de acabar.Mark Rydell ha querido construir un retrato de la ancianidad, de cierta ancianidad (que no toda, por desgracia, es tan privilegiada como la de sus protagonistas) desarrollando el car¨¢cter l¨ªrico de su narraci¨®n. No importan, pues, los detalles anecd¨®ticos, como el de la breve historia de la hija (Jane Fonda) cuyo papel se alarga para ofrecer un m¨ªnimo argumental, una mejor justificaci¨®n de la callada pasi¨®n que el matrimonio siente hacia su joven visitante. Le importa m¨¢s al director ofrecer la fragilidad de esa vieja pareja, sus miedos e inseguridades, su desamparo ante el previsible final.
En el estanque dorado
Director: Mark Rydell. Gui¨®n: Ernest Thompson. M¨²sica: Dave Grusil. Int¨¦rpretes: Katharine Hepburn, Henry Fonda, Jane Fonda y, Doug Mc Keon. Drama. Norteamericana, 1981.
Un aire limpio, agradable y buc¨®lico
Katharine Hepburn y Henry Fonda, este ¨²ltimo sobre todo, realizan un trabajo admirable, aunque no respondan sus figuras al modelo t¨ªpico de octogenarios que intepretan. Su energ¨ªa fisica, su integridad mental, necesitan continuamente de una apoyatura en el texto para hacer veros¨ªmil tanta longevidad. Pero era necesario para los proyectos de Rydell que la pel¨ªcula tuviera siempre un aire limpio, agradable, buc¨®lico. Cualquier violencia hubiera tergiversado sus planes, cualquier miserabilismo la hubiera acercado demasiado a la realidad. La pel¨ªcula decae por ese lado, por su exceso de puestas de sol, por tina inevitable poes¨ªa f¨¢cil.Es en los actores donde se encuentra lo mejor de En el estanque dorado. Los matices, las secretas frustraciones, las verdades silenciadas, las mentiras maI disimuladas, escalonan el retrato, componen el aut¨¦ntico panora de la peI¨ªcula.
Mantener el 'suspense'
Hepburn y Fonda miden con tal inteligencia sus emociones que saben mantener el constante temor de que algo ocurra, de que una posible tragedia aparezca en sus vidas. No me refiero a las an¨¦cdotas que rellenan la pel¨ªcula sino a un muy dif¨ªcil suspense sin adjetivos que se hace protagonista durante todo el filme.Rydell ha querido asegurar su trabajo por la v¨ªa sentimental, sin eludir la posibilidad de la l¨¢grinia. Pero los actores le superan convirtiendo la pel¨ªcula en un recital de su talento, de mucha mayor altura que la que el gui¨®n y el mon¨®tono af¨¢n del director por fotografiar paisajes les permit¨ªan.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.