La selecci¨®n de Espa?a alcanz¨® un mediocre empate frente a Pa¨ªs de Gales
Un empate frente a Gales a beneficio del inventario visitante. Un empate a uno como en mayo de 1961 en Chamart¨ªn, con Koldo Aguirre, Del Sol, Di St¨¦fano, Peir¨® y Gento en la delantera. Un empate que afortunadamente no debe asustar demasiado; los galeses no se han clasificado para el Mundial y, por tanto, no existe el peligro de que se enfrenten a la selecci¨®n espa?ola. Igualada tristona que no habr¨¢ que considerar en exceso para no caer en prematuros pesimismos.No estaba la selecci¨®n galesa al completo, pero da la impresi¨®n de que las bajas hispanas fueron m¨¢s sensibles. Al menos una: la de Zamora. Las cr¨®nicas de los encuentros de la selecci¨®n espa?ola son el cuento de nunca acabar porque vienen a ser variaciones sobre un mismo tema. O lo mismo aunque a veces carga do de bombo. O lo de "la del Soto del Parral" siempre me dices lo mismo. Y lo mismo, parecido o similar, es el hecho de que desde el centro del campo no se manda y atr¨¢s no existe la solidez deseada. Y delante, horfandad en la mayor¨ªa de los minutos. Camacho, dec¨ªamos ayer, baja mucho cuando juega en la derecha y Gordillo en la selecci¨®n apenas se maneja por la banda hacia adelante. Y cuando lo hace, no centra adecuadamente. Anoche ¨²nicamente penetr¨® una vez, lo que es pobre balance.
En el centro del campo debut¨® Estella, que en el Barcelona es hombre fuerte e importante. En la pasada temporada acab¨® aut¨¦nticamente arrollador. Frente a Gales tuvo muchas indecisiones y entreg¨® muy mal. S¨¢nchez fue todo voluntad, pero se le escap¨® su par en repetidas ocasiones. Los galeses que dejaron en avanzadilla ¨²nicamente a Curtis y Walsh colocaron a Stevenson en apoyo de los tres centrocampistas y dominaron durante muchas fases la zona de creaci¨®n. Thomas, al que recog¨ªa Camacho cuando llegaba por el extremo, estuvo casi siempre solo en la zona ancha. Los galeses ganaron un hombre para crear juego y preparar los contragolpes; la selecci¨®n espa?ola se qued¨® con Camacho sin marcador fijo y por la banda contraria a la suya natural no pudo prestar el apoyo suficiente para que los hombres de delante tuvieran alguna capacidad de movimiento.
Gallego manej¨® el juego en algunos momentos y lanz¨® balones a cuarenta metros con precisi¨®n matem¨¢tica, pero le falt¨® ¨¢nimo suficiente para erigirse en el aut¨¦ntico mand¨®n. De cualquier manera, sus detalles fueron de lo m¨¢s potable del encuentro.
El gol de Satr¨²stegui fue lo mejor del partido. El delantero centro de la Real Sociedad hizo un gol a la antigua usanza, de los que forzosamente quedan en la memoria. El barcelonista Estella lo hizo perfecto en ¨¦l pase porque vio mejor la posible penetraci¨®n de Satr¨²ste,gui que la de Gordillo. El realista, con la pelota en los pies, tuvo que fajarse con dos defensas galeses. Corri¨® en zig-zag hacia la meta y en dos quiebros perfectos se qued¨® frente al portero. El remate de la jugada fue tambi¨¦n preciso. El p¨²blico se puso en pie porque la jugada fue de las que emocionan. El ariete, que en la selecci¨®n del d¨ªa de Luxemburgo se gan¨® las iras del p¨²blico, anoche convenci¨® a sus detractores con esa jugada que hubiera firmado cualquiera de los delanteros centro hist¨®ricos.
La jugada tuvo emoci¨®n desdeel comienzo porque se presinti¨® el peligro que podr¨ªa tener. Fue como cuando en los toros el matador deja que le lleguen los pitones a la faja. Satr¨²stegui, habituado a pelear en solitario con las defensas a causa de las actuales t¨¢cticas conservadoras, hizo un recorrido con el bal¨®n en los pies con aut¨¦ntica furia. La ovaci¨®n del p¨²blico fue estruendosa porque la realizaci¨®n y la ejecuci¨®n final de la carrera tuvo todo el sabor de un gol que en partido mundialista y ante adversario de consideraci¨®n podr¨ªa considerarse hist¨®rico.
Espaf¨ªa se hundi¨® en el segundo per¨ªodo casi desde el comienzo. Curtis envi¨® un bal¨®n al larguero antes de que se produjera el tanto del empate y, posteriormente, el ¨¢rbitro anul¨® un tanto a Gales que tuvo todas las trazas de ser legal.
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