El capit¨¢n Carlos L¨¢zaro afirma que particip¨® en el intento de golpe de Estado por orden de Tejero
El capit¨¢n de la Guardia Civil Carlos L¨¢zaro manifest¨® ayer, en la vista que se sigue contra los procesados por el intento de golpe de Estado que su participaci¨®n en los sucesos del 23 de febrero de 1981, que el teniente coronel Tejero les orden¨® a ¨¦l y a un compa?ero acudir a un servicio en la plaza de Neptuno. Con anterioridad a este procesado prest¨® declaraci¨®n el capit¨¢n P¨¦rez de la Lastra, quien asegur¨® que Neg¨® a pensar que el general Aramburu iba a ser la autoridad que dar¨ªa las ¨®rdenes una vez consumado el asalto al Congreso.
Con el interrogatorio al capit¨¢n de la Guardia Civil Juan P¨¦rez de la Lastra se inici¨® ayer la vig¨¦sima primera sesi¨®n del proceso por el golpe de Estado frustrado del 23 de febrero de 1981. El oficial pro cesado se reafirm¨® en que se subi¨® por su propia voluntad a uno de los autobuses que salieron desde el parque automovil¨ªstico de la Guardia Civil para ir al Congreso de los Diputados, sin saber que el mismo hab¨ªa sido asaltado por fuerzas de la Guardia Civil al mando de Tejero. El fiscal pide para ¨¦l una pena de seis a?os y separaci¨®n del servicio.A preguntas del fiscal, P¨¦rez de la Lastra declar¨® que fue el capit¨¢n Acera quien le present¨®, el d¨ªa 23 de febrero en el parque automovil¨ªstico de la Guardia Civil, al tambi¨¦n capit¨¢n G¨®mez Iglesias al que acompa?aba un paisano Afirm¨® que ten¨ªa dudas de que este paisano fuera un oficial de la Guardia Civil, de cuya presencia han hecho ya referencia algunos procesados. "Si tuviera certeza de que era un guardia civil lo dir¨ªa", dijo de la Lastra, "pero como tengo dudas no quiero comprometer a un compa?ero".
Reconoci¨® que fue al Congreso en el mismo autob¨²s que el capit¨¢n Acera. "El autob¨²s sal¨ªa del parque automovil¨ªstico cuando lo v¨ª y le hice se?as de que parara", record¨® el procesado. "Pregunt¨¦ si pod¨ªa ir con ellos y me dijeron que, por supuesto, s¨ª. Despu¨¦s pregunt¨¦ al capit¨¢n Acera a qu¨¦ lugar iban y me dijo que a las inmediaciones del Parlamento. A?adi¨® que quien mandaba la operaci¨®n era el teniente coronel Tejero, pero yo pens¨¦ que quien mandaba era otro".
El autob¨²s en que viaj¨®, seg¨²n declar¨®, ten¨ªa matr¨ªcula del PGC (Parque de la Guardia Civil) y les dej¨® junto ala puerta principal del Congreso donde vio al general Aramburu Topete, director general del cuerpo, a quien salud¨®. A?adi¨® que el comandante Ostos, que acompa?aba a Aramburu, fue quien le dijo que le ayudara a subir a los guardias civiles a dos autobuses. Estos ¨²ltimos, que lo oyeron, se subieron a los veh¨ªculos cuyos conductores, por ¨®rdenes del teniente coronel Catal¨¢n, regresaron al parque y De la Lastra se qued¨® all¨ª porque, afirm¨®, solo le dijeron que ten¨ªan que subir a los autobuses los guardias.
En las unidades se aclararar¨ªa todo
Insisti¨® en que en aquellos momentos no sab¨ªa lo que estaba su cediendo dentro del Congreso y tampoco que Tejero lo hubiera invadido. Cuando lleg¨® Aramburu y sus ayudantes pens¨® que era aqu¨¦l quien iba a dar las instrucciones El director general de la Guardia Civil, manifest¨® el procesado, le pregunt¨® por Tejero y ¨¦l fue a buscarle, pero no lleg¨® a entrar en el Congreso porque el teniente coronel sal¨ªa, en ese momento por la porter¨ªa. Declar¨® que sigui¨® a cierta distancia la conversaci¨®n entre Aramburu y Tejero, y que ¨¦ste le dec¨ªa al general que estaba all¨ª por ¨®rdenes de la superioriodad. Precis¨® que bastante m¨¢s tarde se enter¨® realmente de lo que pasaba.
Preguntado por el fiscal, P¨¦rez de la Lastra dijo que cuando escuch¨® el mensaje del Rey, encontr¨® claras sus palabras y que cuando oy¨® el segundo bando de Milans entendi¨® que all¨ª hab¨ªa habido alguna confusi¨®n. "Al Final cre¨ª" dijo, "que hab¨ªamos sido v¨ªctimas de una confusi¨®n, un enga?o, o algo peor si se me apura un poco" Luego dijo que, antes de marchar se a casa en la noche del 23-F, entr¨® al Parlamento y habl¨® con dos capitanes (que el fiscal los identific¨® con Acera y Abad), que le contaron lo del ofrecimiento del avi¨®n y ¨¦l les dijo que era una tonter¨ªa que hab¨ªa sido una confusi¨®n y que al d¨ªa siguiente en las unidades se aclarar¨ªa todo.
Declar¨® P¨¦rez de la Lastra que despu¨¦s de dormir unas horas en su casa, escuch¨® por la radio que la ocupaci¨®n del Congreso no hab¨ªa concluido por lo que se dirigi¨® al hotel Palace para ver como terminaba aquella situaci¨®n. Cuando los diputados y los ocupantes del Congreso lo abandonaron a mediod¨ªa del d¨ªa 24 de febrero, se fue seg¨²n manifest¨®, en un Seat 1.500 a la Direcci¨®n General acompa?ado de Tejero. Dijo que oy¨® decir a Tejero que el general Armada le hab¨ªa contado una historia de aviones, cuando hac¨ªa solo dos d¨ªas que le hab¨ªa dado instrucciones, en la calle del Pintor Juan Gris, para entrar en el Congreso.
Interrog¨® luego a P¨¦rez de la Lastra su abogado, Miguel Caballero Montes, quien quiso saber si en la tarde-noche del 23-F hizo algo que supusiera fomento, ayuda o sost¨¦n a la rebeli¨®n militar, a lo que el procesado contest¨® negativamente. A preguntas de otros defensores, el capit¨¢n P¨¦rez de la Lastra, declar¨®, entre otras cosas, lo siguiente:
-Hermosilla (defensor de Armada): ?Por qu¨¦ dijo usted que cre¨ªa que las ¨®rdenes proced¨ªan de Manchado y de la superioridad, como ha hecho constar en algunas declaraciones?
-P¨¦rez de la Lastra: Porque entonces lo cre¨ªa as¨ª.
-Mart¨ªn (defensor del teniente coronel Mas): ?Algunos de los oficiales, o mandos naturales que estaban en las inmediaciones del Congreso, ?est¨¢n sentados en el banquillo de los acusados?
-P¨¦rez de la Lastra: A Dios gracias, no.
A una pregunta del abogado Jaime Tent Soler, defensor del capit¨¢n Abad Guti¨¦rrez, el procesado dijo que en la noche del 23-F coincidi¨® en las Cortes con diversos jefes del parque m¨®vil de la Guardia Civil, que entraban y sal¨ªan libremente del Congreso, pero afirm¨® que no sab¨ªa si esos jefes transmitieron alguna orden de abandonar el Palacio de las Cortes. Le pregunt¨® Joaqu¨ªn Esquivel, defensor del capit¨¢n G¨®mez Iglesias, si oy¨® a ¨¦ste decir que ya era hora de ponerse el uniforme.
-P¨¦rez de la Lastra: Bueno, alguien dijo que la Acorazada estaba en marcha y G¨®mez Iglesias lo que dijo fue que "aqu¨ª lo que hay que hacer es vestirse", y yo lo interpret¨¦ como que los que iban de paisano, como el capit¨¢n Acera, se pusieran el uniforme.
L¨¢zaro: "Tejero nos orden¨®"
Tras el descanso de media ma?ana, el presidente llam¨® a declinar al capit¨¢n L¨¢zaro, destinado en las fechas del golpe en la Academia de Tr¨¢fico de la Guardia Civil, para quien el fiscal pide una pena de seis a?os de prisi¨®n y separaci¨®n del servicio.
-Fiscal: ?Cu¨¢ndo tuvo conocimiento de la ocupaci¨®n del Congreso de los Diputados?
-L¨¢zaro: El teniente coronel Tejero me habl¨® ese d¨ªa de una operaci¨®n policial muy amplia, y nos orden¨® a Bobis y a m¨ª...
-Fiscal: ?Dice usted que les orden¨®?
-L¨¢zaro: S¨ª, nos orden¨® acudir para un servicio p¨²blico en la plaza de Neptuno.
A preguntas del fiscal, el mismo capit¨¢n sigui¨® diciendo que el autob¨²s en el que ¨¦l subi¨® sali¨® hacia las seis y cuarto o seis y media de la tarde y baj¨® del mismo en la plaza de Neptuno. A?adi¨® que desco
El capitan Carlos L¨¢zaro afirma que particip¨® en el intento de golpe de esstado por orden de Tejero
noc¨ªa que el destino final del viaje era el Congreso y que no estableci¨® con sus hombres propiamente un cord¨®n de seguridad, sino que orden¨® a ¨¦stos que se desplegaran para impedir el paso de personas civiles hacia el Congreso desde la parte alta de la carrera de San Jer¨®nimo.Asegur¨® L¨¢zaro que entr¨® y sali¨® de los dos edificios del Congreso, pero no estuvo en el hemiciclo. Dijo tambi¨¦n haber visto entrar a Armada en el Congreso.
-Fiscal: ?Se dio cuenta de si Armada daba alguna contrase?a para entrar?
-L¨¢zaro: No. Yo, en ese momento, estaba dentro. Estuve acompa?ando al entonces comandante Bonell (ayudante de Armada). Nos dijeron que se estaba esperando a una autoridad militar, aunque yo no sab¨ªa qui¨¦n era.
-Fiscal: ?Vio usted si en la reuni¨®n que mantuvieron Armada y Tejero hablaron por tel¨¦fono?
-L¨¢zaro: S¨ª. Primero vi a uno y despu¨¦s al otro hablar por el mismo tel¨¦fono. A continuaci¨®n, ambos hablaron por dos tel¨¦fonos con lugares distintos. Tejero, al salir de esa reuni¨®n, explic¨® que hab¨ªa hablado con el general Milans del Bosch.
El procesado neg¨® despu¨¦s haber tenido conocimiento en su momento de los incidentes con el teniente general Guti¨¦rrez Mellado y con el general Armburu. A?adi¨® que supo, por un t¨¦lex que le pas¨® un guardia, del bando dictado por Milans -"all¨ª deduje que el Rey apoyaba la operaci¨®n"-, pero no tuvo conocimiento del mensaje de don Juan Carlos. "S¨®lo me dijeron que el Rey se hab¨ªa dirigido a los capitanes generales".
Asegur¨® m¨¢s adelante que no conoci¨® la evoluci¨®n de los acontecimientos y que le caus¨® extra?eza, dentro de la situaci¨®n, que los diputados estuvieran secuestrados. "Cuando lo supe, fue un elemento decisivo que Tejero nos dijera que el Rey estaba al tanto de la operaci¨®n. Entonces opt¨¦ por la decisi¨®n m¨¢s digna".
El capit¨¢n L¨¢zaro a?adi¨® que fue testigo de la redacci¨®n del bando de Tejero, del que dijo que su intenci¨®n era "poner de manifiesto que no ¨¦ramos rebeldes o golpistas".
-Fiscal: Pero bueno... ?Usted se pas¨® dieciocho horas sin saber nada?
-L¨¢zaro: Trat¨¦ de buscar informaci¨®n.
-Fiscal :?No cree que fracas¨® en ese intento?
-L¨¢zaro: No s¨¦.
Cara de estupeefacci¨®n
Intervino entonces el defensor del procesado, comandante Pardos Aldea. En respuesta a sus preguntas, el capit¨¢n L¨¢zaro dijo que, cuando Tejero les orden¨® participar en la operaci¨®n, les asegur¨® que ¨¦sta contaba con el apoyo de la m¨¢s alta magistratura de la Naci¨®n. Precis¨® que fue al Congreso en un autob¨²s del parque de la Guardia Civil, junto con el capit¨¢n Bobis, y que ambos mandaron esa noche un total de 36 guardias con dos suboficiales. A?adi¨® el interrogado que no vio a la entrada del Congreso al director general de la Guardia Civil, pero s¨ª a algunos superiores, "aunque no a mandos naturales", a quienes salud¨®. Afirm¨® tambi¨¦n no haber tomado esa noche decisiones personales ajenas a las ¨®rdenes recibidas.
-Pardos: La doctora Echave (a quien L¨¢zaro ayud¨® en el botiqu¨ªn de las Cortes la noche del 23) dice que usted estaba estupefacto. ?Por qu¨¦?
-L¨¢zaro: Bueno..., veo llegar a jefes y veo que no se resuelve nada. Y se producen acontecimientos que hacen suponer que yo tuviera cara de estupecfacci¨®n.
Preguntado por Ram¨®n Hermosilla, defensor de Armada, el procesado dijo que no hab¨ªa o¨ªdo decir nada de los contactos de Armada con Tejero ni sobre el nombre de la autoridad militar que se esperaba en el Congreso, aunque "para sus adentros" pens¨® que Armada era dicha autoridad.
L¨®pez Montero, abogado de Tejero, le pregunt¨® sobre la oferta de dinero y un avi¨®n para salir del Congreso y L¨¢zaro respondi¨® que esa oferta se hizo primero a Tejero y a su familia y luego se hizo extensiva a todos los miembros de la Guardia Civil que estaban all¨ª. A preguntas de otros abogados, el procesdo hizo, en sustancia, estas afirmaciones:
-Esquivel (defensor del capit¨¢n G¨®mez Iglesias): El d¨ªa 23 de febrero mantuvo usted una conversaci¨®n con los capitanes Acera, Lastra y Bobis. ?Oy¨® usted palabras del capit¨¢n G¨®mez Iglesias cuando estaba con ellos?
-L¨¢zaro: Su pregunta me parece capciosa. No lo o¨ª porque no lo vi, y si no lo vi, mal pude oirle.
-G¨®mez Garc¨ªa (defensor del capit¨¢n Alvarez Arenas): ?Qu¨¦ le oy¨® decir al entonces comandante Bonell (ayudante de Armada)?
-L¨¢zaro: Le o¨ª decir que las capitan¨ªas apoyaban la operaci¨®n, todas menos la primera y la octava, y tambi¨¦n que Armada tra¨ªa una soluci¨®n constitucional, que tra¨ªa un ejemplar de la Constituci¨®n en el bolsillo y que la hab¨ªa estudiado. En la ma?ana del d¨ªa 24, cuando estaba ya todo perdido, el ayudante del general Armada me dio una abrazo y, con l¨¢grimas en los ojos, se me ofreci¨® para lo que pudiera necesitar.
-Hern¨¢ndez Gri?¨® (defensor del teniente Ramos): ?Sabe usted que Gabeiras dio ¨®rdenes a tres generales para que detuvieran a un capit¨¢n general?
-L¨¢zaro: Lo he sabido por la lectura de la causa.
-Hern¨¢ndez Gri?¨®: ?Sabe que esa orden no fue cumplida?.
Intervino entonces el presidente del tribunal para llamar la atenci¨®n al abogado a quien dijo que el procesado no conoci¨® directamente los hechos a lo que el letrado se refer¨ªa, por lo que estaba haciendo suposiciones. El abogado, as¨ª como el resto de los defensores y consejeros del tribunal renunciaron a hacer m¨¢s preguntas. El presidente levant¨® la sesi¨®n a las 13.40 horas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.