La respuesta a la crisis comunitaria no admite demoras

El 25 de marzo de 1957, los seis pa¨ªses firmantes del tratado que dio origen a la Comunidad Europea del Carb¨®n y del Acero (CECA) fundaron el EURATOM y la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE). En la evoluci¨®n de la CEE se pueden apreciar -seg¨²n la autora- tres fases hist¨®ricas: una primera etapa de crecimiento sostenido durante los a?os sesenta, una segunda etapa de crisis manifestada en la d¨¦cada de los setenta y la actual situaci¨®n de encrucijada, ante la cual cabe esperar o un relanzamiento o un desmembramiento. No obstante, los actuales condicionamientos, tanto internos como externos, est¨¢n forzando una respuesta ante la crisis, que no permite demasiadas demoras.

A la hora de abordar el proceso de creaci¨®n de la Comunidad Econ¨®mica Europea (CEE) no se debe olvidar el contexto econ¨®mico y pol¨ªtico en el que surge la experiencia comunitaria, as¨ª como las razones de todo tipo que promovieron el fen¨®meno de la unificaci¨®n de algunos Estados europeos. Por ello, haciendo un breve repaso hist¨®rico de las experiencias europeas previas a la firma del Tratado de Roma, nos encontramos con unos proyectos parciales de integraci¨®n, como son, en 1943, el Benelux (Uni¨®n Econ¨®mica entre B¨¦lgica, Pa¨ªses Bajos y Luxemburgo), y, en 1951, la CECA (Comunidad Europea del Carb¨®n y del Acero entre los tres pa¨ªses del Benelux, Alemania, Francia e Italia).Entre las razones de tipo econ¨®mico y pol¨ªtico que determinaron b¨¢sicamente la constituci¨®n de las comunidades europeas pueden destacarse las siguientes: a) El deseo de sepultar la hist¨®rica rivalidad franco- alemana; b) La ayuda americana a la reconstrucci¨®n de Europa a trav¨¦s del Plan Marshall, que impuso como requisito la creaci¨®n de un Mercado Com¨²n, eliminando las; restricciones al libre comercio; c) Consolidaci¨®n de un sistema econ¨®mico y pol¨ªtico en Europa occidental como muro de contenci¨®n frente a la expansi¨®n del modelo de planificaci¨®n centralizada de la Europa del Este; d) El r¨¢pido proceso descoloniza dor de las antiguas colonias europeas, que implicaba una redefinici¨®n de las relaciones exteriores de los pa¨ªses europeos con vistas a seguir asegur¨¢ndose el aprovisionamiento de materias primas; e) La necesidad de crear un gran espacio econ¨®mico como mercado ampliado, para que las grandes empresas europeas pudieran competir con las norteamericanas.

En este contexto, e impulsado por el ideario europe¨ªsta de los llamados "padres fundadores de Europa" (Monnet, Schuman, Spaack... ), que se centraba, entre otros argumentos, en la salvaguardia de la paz y la libertad, en la mejora de las condiciones de vida de sus pueblos y en el desarrollo armonioso de los mismos, reduciendo las diferencias intrarregionales, se lleg¨® a la firma de los tratados de Roma, cuyo 25 aniversario se conmemora en estas fechas.

Los logros

Al efectuar un balance de lo que ha constituido la CEE en estos cinco lustros se puede decir que la principal realizaci¨®n ha sido la creaci¨®n de un Mercado Com¨²n, con la implantaci¨®n de una Uni¨®n Aduanera entre los Estados miembros y la correspondiente supresi¨®n de aranceles y contingentes en el comercio intracomunitario, as¨ª como la adopci¨®n de una tarifa exterior com¨²n frente al exterior. La libertad de circulaci¨®n de los factores productivos, trabajo y capital, y la libertad de prestaci¨®n de servicios de los ciudadanos de los Estados miembros dentro del territorio comunitario.

Dentro del campo de la coordinaci¨®n de las pol¨ªticas econ¨®micas nacionales pueden apuntarse tambi¨¦n la adopci¨®n de una "pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n" y una "pol¨ªtica comercial exterior com¨²n". Para el cumplimiento de lo anterior se ha precisado de unas instituciones comunes -Consejo, Comisi¨®n, Parlamento y Tribunal de Justicia- con las correspondientes facultades ejecutivas, legislativas y judiciales. Frente a los desequilibrios sociales y regionales se ha ido elaborando una "pol¨ªtica social" y una "pol¨ªtica regional", con la creaci¨®n de unos fondos financieros espec¨ªficos: El FSE (Fondo Social Europeo, en 1972) y el FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional, en 1975). La poca operatividad de estos fondos se debe, en primer lugar, a los escasos recursos presupuestarios de la CEE y, sobre todo, a que un 70% de ¨¦stos se ha venido destinando a financiar la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n.

Finalmente, y dentro del marco de la necesaria armonizaci¨®n fiscal, se implant¨® el impuesto sobre el valor a?adido (IVA) en el con junto de la CEE y se modificaron las fuentes de financiaci¨®n de presupuesto comunitario.

Los problemas

Junto a estas realizaciones ha ido apareciendo una serie de problemas ante los cuales se hac¨ªa necesaria una respuesta comunitaria, no siempre f¨¢cil de alcanzar, y muy influenciada por el actual contexto de crisis econ¨®mica internacional. La problem¨¢tica actual, en materia econ¨®mica, de la CEE podr¨ªa sintetizarse, en aras a la concisi¨®n, en cinco aspectos:

- Necesidad de revisi¨®n de la pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n (PAC), puesto que se ha centrado en la fljaci¨®n de un sistema de precios garantizados, sin l¨ªmite alguno, en las cantidades producidas. Los resultados han sido la acumulaci¨®n de excedentes estructurales, el elevado coste del mantenimiento de este mecanismo, la no unidad de precios -y, por consiguiente, la fragmentaci¨®n del mercado com¨²n agrario- y la falta de una verdadera pol¨ªtica de estructuras.

- Potenciacion de la pol¨ªtica social y de la pol¨ªtica regional, ya que la crisis econ¨®mica ha producido un incremento alarmante del paro y ha acentuado las disparidades regionales. Para enfrentarse a estos problemas, estrechamente relacionados entre s¨ª, parece conveniente coordinar una pol¨ªtica global a trav¨¦s de los respectivos instrumentos financieros. Adem¨¢s, la ampliaci¨®n ya efectuada a Grecia, y la futura adhesi¨®n de Espa?a y Portugal, van a requerir una actuaci¨®n en esta l¨ªnea.

- La crisis econ¨®mica actual ha forzado la reestructuraci¨®n de m¨²ltiples subsectores industriales para restablecer su competitividad frente a los pa¨ªses competidores y la necesidad de potenciar ciertos sectores punta.

- La crisis monetaria internacional ha supuesto para la CEE la necesidad de constituir un Sistema Monetario Europeo (SME), que tiene la peculiaridad de no ser obligatorio para todos los Estados miembros. El funcionamiento del SME no ha cumplido en su totalidad los objetivos previstos, siendo necesario el dar respuesta a algunas lagunas actualmente planteadas: el papel del ECU, la creaci¨®n del Fondo Monetario Eeuropeo y la convergencia de las pol¨ªticas econ¨®micas nacionales, con el fin de llegar a una verdadera uni¨®n econ¨®mica y monetaria.

- La reforma del presupuesto comunitario es absolutamente imprescindible, tanto por el lado de los ingresos como por el de los gastos. Respecto a los primeros, habr¨¢ que superar el techo actual de los recursos propios para poder atender a las crecientes necesidades de la Europa comunitaria.

Por el lado de los gastos hay que reequilibrarlos, reduciendo el peso excesivo del FEOGA y dotando de mayores recursos al resto de las pol¨ªticas sectoriales comunitarias.

Reformas necesarias

Para hacer frente a este panorama de reformas pendientes se deber¨¢ abordar, al mismo tiempo, una revisi¨®n del funcionamiento del aparato institucional El Parlamento Europeo, elegido en la actualidad por sufragio universal directo de los ciudadanos europeos, debe detentar un mayor poder de iniciativa y de atribuciones, ya que las actuales se limitan a cuestiones presupuestarias y a recomendaciones de pol¨ªtica exterior. Tambi¨¦n habr¨¢ que delimitar mejor las funciones del Consejo de Ministros y de la Comisi¨®n, sin olvidar que esta ¨²ltima deber¨ªa pasar a constituir un ejecutivo supranacional, variando quiz¨¢ tambi¨¦n la regla de la unanimidad en la toma de decisiones, principalmente en la,6ptica de una Comunidad ampliada de doce miembros.

La reacci¨®n de las instituciones comunitarias ante la situaci¨®n de la CEE se plasm¨® en el famoso mandato del 30 de mayo de 1980, del Consejo a la Comisi¨®n, encarg¨¢ndola el estudio de las reformas.

La Comisi¨®n remiti¨® al Consejo, en junio de 1981, un informe y unas comunicaciones posteriores, haciendo un an¨¢lisis de fondo del funcionamiento de la CEE y apuntando las l¨ªneas directrices que deber¨ªan ser aprobadas por el Consejo para alcanzar lo que ya se conoce como la "Europa de la segunda generaci¨®n".

Tampoco hay que olvidar que la pr¨®xima ampliaci¨®n de la CEE a Espa?a y Portugal est¨¢ condicionada a la resoluci¨®n de los problemas interiores de la actual Comunidad Europea, pero que aqu¨¦llos, como pa¨ªses directamente interesados en el tema, deber¨ªan tambi¨¦n ser tenidos en cuenta en sus intereses espec¨ªficos.