El Espa?ol, un equipo desestabilizador
El Espa?ol se llev¨® las mejores ovaciones del Manzanares. Los periquitos salieron al Camp Nou en plan desestabilizador y lograron ponerle al Madrid en bandeja de plata, la posibilidad de darle a la Liga la emoci¨®n final de cada a?o. El Ezpa?o le agu¨® la fiesta a Jos¨¦ Luis N¨²?ez, que reuni¨® en el palco al presidente de la FIFA, Joao Havelange y al Director General de Deportes de la Generalidad, Jos¨¦ Luis Vilaseca. Havelange recibi¨®, para el Federaci¨®n Internacional, el t¨ªtulo de socio 100.000 del Bar?a. Vilaseca se fue del Camp Nou rumiando la posibilidad de una moci¨®n de censura, en el Parlamento catal¨¢n, contra los espa?olistas.
Hubiera sido una iron¨ªa que el Barcelona perdiera la Liga en casa y contra el Espa?ol. El Bar?a, cuyo valor s¨®lo se puede dar por supuesto cuando el grano est¨¢ en el saco, contribuy¨® a darle emoci¨®n a un domingo que estaba condenado al aburrimiento casi general. Durante cuatro horas volvieron a aparecer las dos Espa?as. Una, la que deseaba el triunfo de Las Palmas, para que la liga tuviera un campe¨®n perif¨¦rico y estatutario. Otra, la que so?aba con que el Madrid se hiciera con los dos puntos a fin de que se produjera de nuevo la normalizaci¨®n en el pa¨ªs. El Madrid, que no sabe y no contesta, no pudo puntuar en el Estadio Insular, ante un equipo que ni siquiera tuvo al entrenador titular en el banquillo que padeci¨® un pasmo en los vestuarios.Durante cuatro horas el Madrid ejerci¨® de autoridad competente. Durante cuatro horas se oy¨® el aullido de los lobos en Can Bar?a. Ya se pensaba incluso, que hab¨ªa habido una operaci¨®n maquiav¨¦lica con la disputa del - partido del Estadio Insular, casi a la hora de las brujas. En Barcelona hay excesiva propensi¨®n a ver fantasmas cuando su equipo no gana. Porque el dramatismo dominical lo produjo el propio Barcelona, que no fue capaz de batir al Espa?ol, un equipo al que antes ¨²nicamente le consolaba el hecho de batir a su rival. La faena de los otros catalanes fue fina.
El Barcelona se ha encogido tanto en las dos ¨²ltimas semanas, que comienza a no ser excesivamente descabellado pensar que a¨²n es capaz de poner el t¨ªtulo en manos de la Real Sociedad. Zamora comenzar¨¢ a entrenarse esta semana, para marcar un gol en el minuto final del campeonato. La Real lo tiene dif¨ªcil, porque est¨¢ en desventaja con el Barcelona en la cuenta particular, pero comienza a tener alguna esperanza. No por su propias posibilidades, sino por las facilidades que puede dar el equipo azulgrana.
A los madridistas se les hel¨® la sonrisa vespertina. Su equipo fue incapaz de lograr una victoria que necesitaba. Boskov se qued¨® sin la pr¨®rroga del contrato y adem¨¢s present¨® la dimisi¨®n, y de Carlos perdi¨® un pu?ado de votos. La costumbre de la casa, que era mantener a los entrenadores hasta el final de temporada, se ha vuelto a romper. Como en el caso de Miguel Mu?oz y Miljanic, la directiva del Madrid no ha hecho honor a esa divisa de la casa de alcanzar la finalizaci¨®n de los contratos. El presidente madridista, que ya ha reunido los cien socios mas antiguos de la entidad, para explicarles sus prop¨®sitos, tendr¨¢ que aguardar mejores perspectivas en la captaci¨®n de votos.
El Espa?ol di¨® el golpe de mano en el Camp Nou, pero su acci¨®n no tuvo mayores repercusiones. En otros tiempos el Madrid habr¨ªa tomado al asalto los dos puntos que le situaban en los talones cul¨¦s. El Madrid ya no est¨¢ para grandes trotes. El Barcelona, probablemente, ser¨¢ campe¨®n con el calificativo de el menos malo.
Ma?ana volveremos a tener en danza la Copa del Rey. El Madrid tiene la oportunidad de cubrir el expediente eliminando a la Real.
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