La pol¨ªtica, como el erotismo, es tambi¨¦n un placer solitario, fascinante y variable
La ¨²nica relaci¨®n que puede encontrarse entre el erotismo y los sistemas pol¨ªticos estriba en que el poder que se desprende de la actividad pol¨ªtica es un placer tambi¨¦n solitario, fascinante, variable y enriquecedor. La tesis, mantenida ayer por la mayor¨ªa de los participantes en el debate que sobre Erotismo y sistemas pol¨ªticos se desarroll¨® en el Club Cultura y Sociedad, permite contemplar el erotismo como el elemento que nos aleja m¨¢s del animal, sobre todo en el acto sexual, que es un acto de creaci¨®n m¨¢s que de procreaci¨®n, y, por tanto, un acto para el conocimiento de uno mismo. Ya en el terreno de las libertades, se discuti¨® si la erotizaci¨®n de un pueblo guarda relaci¨®n con la permisividad, tema este que se desprende, seg¨²n algunos, del hecho de que ya no es tan alta la ola del erotismo que nos invadi¨® hace cinco a?os.
En el coloquio intervinieron el humorista Jos¨¦ Luis Coll, el diputado de Coalici¨®n Democr¨¢tica Antonio de Senillosa y la directora de Editorial Tusquets, Beatriz de Moura, coordinados por Antonio G¨®mez Rufo. Estaban anunciados el escritor Francisco Umbral, el director de cine Luis G. Berlanga y la actriz Victoria Vera, pero no se presentaron, con gran decepci¨®n de Jos¨¦ Luis Coll. "En este tipo de embarques es mejor contestar que disertar, mucho m¨¢s trat¨¢ndose de erotismo, donde el propio t¨¦rmino de introducci¨®n, cual se nos pide, ya tiene sus intenciones. Porque, adem¨¢s,", dijo Coll, "aqu¨ª veo que hay unos se?ores a los que se llama gallinas, puesto que somos ponentes y unas se?oras que son las imponentes ".Beatriz de Moura se declar¨® sorprendida por ver juntos los t¨¦rminos erotismo y pol¨ªtica, "totalmente contrapuestos", pues el erotismo es, seg¨²n ella, un acto de creaci¨®n que, por ser tal, es in¨²til, es decir, no tiene otra misi¨®n que la del placer y el ser veh¨ªculo para el conocimiento de uno mismo. "Para el erotismo se necesita ocio", afirm¨®.
La er¨®tica de los partidos pol¨ªticos fue un tema que surgi¨® al aire de una pregunta que le hacen con frecuencia a Senillosa. ?Qu¨¦ hace un pol¨ªtico como usted en un partido tan poco er¨®tico como Alianza Popular? Senillosa asegura que Coalici¨®n Democr¨¢tica es como un grupo mixto, pero con er¨®tica m¨¢s uniforme que el que forman Blas Pi?ar, Bandr¨¦s o Sagaseta (que a todos les pareci¨® poseedores de una er¨®tica explosivamente distinta), y corta Coll preguntando si acaso alguno de los presentes conoce alg¨²n partido con er¨®tica. Silencio. Y risas cuando, a prop¨®sito de algunas actividades excitantes del Parlamnento, Senillosa cuenta, entre otras, la an¨¦cdota de cuando en una comisi¨®n de control de RTVE pasan im¨¢genes de Mar¨ªa Jos¨¦ Cantudo, que son dadas por buenas, y otras en las que se debe discutir la existencia de una doble versi¨®n en celuloide de ciertas apariciones de la tambi¨¦n actriz Agata Lys. Las dudas desaparecen cuando alguien trae la noticia de que la protagonista se niega a tal hipot¨¦tica pretensi¨®n, "porque lo que no puedan ver de mi cuerpo los espa?oles que tampoco lo vean los extranjeros".
De esa discusi¨®n a las colas de Perpignan hay un paso, que da un coloquiante reprimido con reflejos por Coll, porque "con Franco las colas estaban prohibidas". Con Franco, seg¨²n Coll -que cortaba otra discusi¨®n tenida por peregrina-, "siempre hubo libertad de pensamiento, porque yo en todo momento pens¨¦ lo que me dio la gana", lo que no impidi¨® que le tacharan la palabra caudillo cierta vez que present¨® a censura un gui¨®n sobre Viriato, y la palabra polic¨ªa cuando en la historia sal¨ªa, inexcusablemente, un perro polic¨ªa.
Para las feministas, que tuvieron su voz en el coloquio para protestar "por que tuvieran tan poca voz" (aunque nadie les prohibiera intervenir), el momento de la verdad lleg¨® cuando, al hablar de desnudos, s¨®lo eran aludidos los desnudos femeninos, o al aludir al cuerpo, ¨²nicamente hubiera referencias al cuerpo imponente (teniendo, sin embargo, que haber sido ponente en el debate) de Victoria Vera. Pero hubo una protesta de Beatriz de Moura, que tampoco quiere ver desnudos de hombres. "Nosotras tenemos suerte, porque os vemos menos y, por eso, disfrutamos m¨¢s", advirti¨®. Al fin y al cabo, la igualdad de sexos en la er¨®tica del poder no se da al margen de detalles como el anterior o porque haya o no una mujer que llegue a ministro, sino porque, en palabras de Senillosa, "llegue el d¨ªa en que haya tantas mujeres ministras tontas como hay hombres ministros tontos".
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