Londres no ceder¨¢ las islas sin que lo consienta la poblaci¨®n
La disputa anglo-argentina sobre las islas Malvinas, sus dependencias de Georgia del Sur y de las islas Sandwich se remonta a 1833, cuando el Reino Unido declar¨® este territorio como colonia. Argentina reivindica la soberan¨ªa del archipi¨¦lago, mientras el Reino Unido asegura que no lo ceder¨¢ sin el consentimiento de sus 1.800 habitantes, en su mayor¨ªa de origen brit¨¢nico.Ahora sabemos que una peligrosa confrontaci¨®n tuvo lugar cuando James Callaghan era jefe del Gobierno, entre 1976 y 1979. Callaghan ha indicado, sin precisar fecha, que en una ocasi¨®n concentr¨® fuerzas navales provenientes del Caribe, el Mediterr¨¢neo y Gibraltar a cuatrocientas millas de las islas, desembocando la crisis en una soluci¨®n diplom¨¢tica. El Gobierno de Margaret Thatcher no ha hecho comentarios sobre las palabras del ex primer ministro.
Las negociaciones formales sobre la soberan¨ªa de las Malvinas comenzaron s¨®lo en 1977, manteniendo siempre los brit¨¢nicos que la soluci¨®n estar¨ªa "guiada por los deseos. de los isle?os". Las negociaciones se empantanaron, siendo, suspendidas en febrero de estea?o, cuando Argentina amenaz¨® con "buscar otros medios para resolver la disputa", una indicaci¨®n de la posibilidad de una acci¨®n unilateral que ayer qued¨® patente.
A su regreso de un viaje a las Malvinas en 1980, el viceministro de Asuntos Exteriores brit¨¢nico, Nicolas Ridley, se?al¨® que Argentina estaba agotando su paciencia y sugiri¨® una soluci¨®n a lo Hong Kong para las Malvinas. Esta soluci¨®n implicar¨ªa la cesi¨®n de la soberan¨ªa del archipi¨¦lago a Argentina, que a su vez arrendar¨ªa el territorio a los brit¨¢nicos por 99 a?os o un per¨ªodo indefinido de tiempo.
La sugerencia caus¨® furor en la C¨¢mara de los Comunes, temi¨¦ndose que era un primer paso para una ocupaci¨®n argentina. El Gobierno de Margaret Thatcher se ve presionado para no ceder la soberan¨ªa de las islas a Argentina por el Partido Laborista -preocupado por el poco respeto a los derechos humanos en Argentina- y por algunos sectores patrioteros del Partido Conservador.
Ultimamente, un nuevo factor la venido a enturbiar las aguas del Atl¨¢ntico Sur: el petr¨®leo.
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