Reagan inicia hoy una gira, mitad pol¨ªtica mitad de vacaciones, por Jamaica y Barbados
Las cortas vacaciones que hoy inicia hasta el pr¨®ximo domingo el presidente norteamericano, Ronald Reagan, por dos islas del Caribe, Jamaica y Barbados, son objeto de cierta pol¨¦mica en Estados Unidos. La mala situaci¨®n econ¨®mica y social, con unos diez millones de personas en paro, y la crisis internacional provocada por la ocupaci¨®n militar argentina de las islas Malvinas, ocupan el centro de atenci¨®n popular en Estados Unidos.
Para quitar impacto p¨²blico en la imagen de un "presidente rico", visi¨®n que el propio Reagan desmiente, los responsables de las relaciones p¨²blicas de la Casa Blanca insisten en que la corta gira por tierras y playas caribe?as tiene un doble sentido: el contacto pol¨ªtico con l¨ªderes de Jamaica y Barbados, junto con el merecido descanso para el veterano presidente, de 71 a?os de edad.La primera etapa de Reagan ser¨¢ hoy la capital de Jamaica, Kingston, para entrevistarse con el premier jamaicano, Seaga. La isla de Jamaica es hoy el verdadero centro experiniental de la nueva pol¨ªtica de la Administraci¨®n Reagan para el Caribe. Basada en un m¨ªnimo de ayuda p¨²blica y un m¨¢ximo de est¨ªmulo a la inversi¨®n privada (con exenciones fiscales libre acceso al mercado norteamericano, etc¨¦tera), Jamaica cuenta con las preferencias del apoyo oficial y privado estadounidense, en su estrategia de estimular el desarrollo y combatir la pobreza, como mejor pol¨ªtica a largo plazo para combatir las aventuras guerrilleras de izquierda.
De Jamaica, la comitiva del presidente, a quien acompa?a su esposa, Nancy, se trasladar¨¢ a la isla de Barbados. Nuevos contactos con presidentes y primeros ministros del ¨¢rea, con intervalos de piscina y paseos por la playa. No en vano el turismo figura entre los sectores prioritarios a desarrollar en el Caribe, para sacarlo de su subdesarrollo. Ronald Reagan, en este caso, predica con el ejemplo.
Las playas paradis¨ªacas del Caribe facilitar¨¢n, quiz¨¢, a Reagan la meditaci¨®n para resolver mejor los importantes problemas de pol¨ªtica interna a que se encuentra enfrentada su Administraci¨®n, a poco menos de un a?o de gesti¨®n en la Casa Blanca. De momento, las promesas de recuperaci¨®n econ¨®mica -factor clave para la supervivencia pol¨ªtica de la Administraci¨®n Reagan- s¨®lo se realizan en el plan de lucha contra la inflaci¨®n, Del 8,9% en 1981, ha bajado al 4,4% como previsi¨®n para 1982.
Minor¨ªas ¨¦tnicas
Pero el desempleo sigue creciendo, con el 9%, lo que equivale a unos diez millones de parados. ?Principa!es afectados? Las minor¨ªas ¨¦tnicas, negros e hispanos, junto con los j¨®venes.Frente a un panorama socialmente peligroso, incluso en t¨¦rminos pol¨ªticos en un a?o de renovaci¨®n de la C¨¢mara de Representantes y un tercio del Senado, el presidente contraataca acusando la pol¨ªtica de dinero caro, con cuyos altos tipos de inter¨¦s bancario la Reserva Federal penaliza el consumo. Promete la recuperaci¨®n econ¨®mica para el segundo semestre.
El ¨ªndice de pobreza (situado al nivel de 8.414 d¨®lares -unas 850.000 pesetas- anuales para una familia americana de cuatro miembros) roza casi los treinta millones de norteamericanos. Son, adem¨¢s, las primeras v¨ªctimas de los recortes sociales de la nueva pol¨ªtica de austeridad presupuestaria, que afecta a todo menos a la defensa, aplicada por Reagan.
Para enderezar su ¨ªndice de popularidad, hoy por hoy el m¨¢s bajo de los ¨²ltimos siete presidentes, desde la ¨¦poca de Eisenhower, con s¨®lo el 46% de personas que aprueban la pol¨ªtica de Reagan, a los catorce meses de instalado en la Casa Blanca, Ronald Reagan afina su estrategia. Reutiliza, para ello, uno de sus m¨¦todos preferidos: la radio.
Cada s¨¢bado por la tarde el presidente transmite un mensaje radiof¨®nico, sin interferencias de capciosas preguntas period¨ªsticas, para mejor vender su imagen. Los resultados est¨¢n por ver. Sin embargo, todos los norteamericanos recuerdan las indudables cualidades de Reagan ante un micr¨®fono. No en vano comenz¨® su carrera profesional, y, as¨ª le fue, con comentarios radiof¨®nicos deportivos. A cinco d¨®lares cada uno, en una radio local del Estado de Iowa. El resultado buscado ahora a trav¨¦s de las ondas es intentar salvar al Partido Republicano de la posible hecatombe en las elecciones de noviembre para el Congreso.
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