Aportaciones de la f¨ªsica cu¨¢ntica y la geograf¨ªa al debate sobre teor¨ªa y metodolog¨ªa de las ciencias
El significado de la f¨ªsica cu¨¢ntica y los problemas te¨®ricos y metodol¨®gicos en el desarrollo hist¨®rico de la Geograf¨ªa centraron los debates de una nueva jornada de trabajo interdisciplinar, dentro del I Congreso de Teor¨ªa y Metodolog¨ªa de las Ciencias que se celebra en Oviedo.
En la mesa redonda sobre el significado de la f¨ªsica cu¨¢ntica, el f¨ªsico Antonio Fern¨¢ndez Ra?ada, de la Universidad Complutense, aventur¨® la opini¨®n de que tal vez la discusi¨®n existente en la actualidad sobre la interpretaci¨®n de esta materia termine alg¨²n d¨ªa con una soluci¨®n de s¨ªntesis, tal como ocurri¨® en el pasado con la pol¨¦mica suscitada por la aparici¨®n de las geometr¨ªas no euclidianas. Manuel Garc¨ªa Doncel, de la Universidad de Barcelona, defendi¨® la interpretaci¨®n de la escuela de Copenhague, interpretaci¨®n positivista, seg¨²n la cual no tiene sentido hablar del mundo aislado del hombre.El fil¨®sofo argentino Mario Bunge opt¨® por la postura realista, pero sin abandonar la localidad. Por el contrario, Fern¨¢ndez Ra?ada manifest¨® posteriormente que si se intenta mantener una actitud realista (las propiedades del mundo, de los objetos, tienen sentido con independencia de que sean o no observados por el hombre) es necesario abandonar la localidad del espacio, puesto que una acci¨®n realizada en un lugar puede tener influencia en otro distante de aqu¨¦l.
En opini¨®n de Fern¨¢ndez Ra?ada, quiz¨¢ un estudio m¨¢s profundo sobre las teor¨ªas de la escuela de Copenhague y sus implicaciones acaben dando la clave para entender el mundo de las part¨ªculas elementales y la posible existencia de los quarks, las part¨ªculas m¨¢s elementales que a¨²n no han sido vistas. En la Uni¨®n Sovi¨¦tica se tard¨® en aceptar la interpretaci¨®n ortodoxa de Copenhague por su imcompatibilidad con el materialismo hist¨®rico, mientras que Einstein se pas¨® veinticinco a?os para intentar construir, sin ¨¦xito, una doctrina realista y determinista.
La importancia de esta discusi¨®n est¨¢, por otra parte, en su relaci¨®n con la actitud realista de Bunge y con la dial¨¦ctica de Bueno, para quien la imposibilidad de conocer a la vez la posici¨®n y la velocidad del electr¨®n podr¨ªa interpretarse como una manifestaci¨®n dial¨¦ctica de la realidad. En otro momento de los debates del congreso, Bunge, que es antidial¨¦ctico, observ¨®, con sentido del humor, que el fil¨®sofo dial¨¦ctico asturiano deber¨ªa llamarse Bueno-Malo, puesto que la dial¨¦ctica sostiene que la realidad es contradictoria y que el cambio resulta de la uni¨®n de los contrarios, de la lucha entre ellos.
El ge¨®grafo Horacio Capel, de la Universidad Central de Barcelona, se refiri¨® a los problemas te¨®ricos y metodol¨®gicos en el desarrollo hist¨®rico de la Geograf¨ªa durante los siglos XIX y XX. Capel present¨® parcialmente un esquema interpretativo de la evoluci¨®n del pensamiento geogr¨¢fico durante los siglos citados en t¨¦rminos de una contraposici¨®n entre actitudes positivistas e historicistas.
En general, la noci¨®n de historicismo cae dentro de lo que los neokantianos llamaron ciencias del esp¨ªritu mientras que los momentos positivistas tendr¨ªan una caracterizaci¨®n pr¨®xima a las ciencias de la naturaleza. Alternativamente, la Geograf¨ªa tender¨ªa a considerar lo estudiado como algo ¨²nico; de ah¨ª la aparici¨®n de los regionalismos. En cambio, el enfoque positivista buscar¨ªa lo general.
Emilio Murcia, de la Universidad de Oviedo, reconoci¨® la validez de la dualidad historicismo-positivismo, pero se mostr¨® de acuerdo con el profesor Bunge en que hay una continua superposici¨®n de ambos t¨¦rminos.
Babelia
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