El 23 de febrero

Quisiera aceptasen la presente como queja por la mala informaci¨®n que EL PA?S hace a sus lectores sobre los; acontecimientos acaecidos el 23-F. Seg¨²n la mala informaci¨®n de la Prensa, ten¨ªamos entendido que se hab¨ªa tratado de un asalto y secuestro del Congreso de los Diputados y Gobierno de la naci¨®n. Sin embargo, durante la vista se ha aclarado que no ha habido tal se cuestro, y que solamente se trat¨® de una visita de cumplido que de terminadas fuerzas hicieron con ocasi¨®n de la investidura a la presidencia del se?or Calvo Sotelo, pero cualquier parecido con acto de violencia fue pura coincidencia, ya que no se trat¨® de asaltantes, sino simplemente de fuerzas que fueron a proteger a los se?ores ministros y diputados, y el empleo de las armas simplemente se hizo para proteger a los se?ores diputados de un posible ataque marciano, y las ¨®rdenes de sentarse y tirarse al suelo no ten¨ªan otro objeto que velar por la salud de los se?ores diputados y que ¨¦stos no se fatigasen, y son ustedes, malvados periodistas, los que han deforma do la situaci¨®n y nos han hecho creer que el excelent¨ªsimo se?or Guti¨¦rrez Mellado fue zarandeado, cuando en realidad ¨²nicamente trataron de ofrecerle el brazo como gesto de cortes¨ªa a un superior jer¨¢rquico, persona de m¨¢s edad.Tampoco hubo la tan cacareada rebeli¨®n militar, y si salieron los tanques en Valencia s¨®lo lo hicieron para comprobar el buen funcionamiento de los sem¨¢foros, de los que fueron altamente respetuosos, y para tomar medidas de protecci¨®n del orden p¨²blico, que quiz¨¢ se vea gravemente amenazado por los pr¨®ximo, acontecimientos deportivos del Mundial, y se precisaba un bando p¨²blico que aclarase todo esto.

Adem¨¢s, despu¨¦s de escuchar los fehacientes alegatos de acusados, defensores y codefensores, ha quedado claro hasta la saciedad que, por supuesto, los procesados nada tienen que ver en esa supuesta rebeli¨®n militar que, de haber tenido lugar, simplemente se ha tratado de una rebeli¨®n organizada por el Rey -versus-, el Rey, as¨ª pues, me veo en la obligaci¨®n de quejarme ante ustedes, los informadores, que nos han venido machacando de unos hechos que jam¨¢s han ocurrido, ya que no se ha tratado de otra cosa que de un levantamiento del propio jefe del Estado para derrocarse a s¨ª mismo como jefe del Estado. Espero que en lo sucesivo los periodistas expongan informaciones veraces y con honor que no desmerezcan en condici¨®n a las que hacen los procesados y sus defensores./