EI canciller Schmidt habla de la soledad del poder ante el congreso socialdem¨®crata

Schmidt pidi¨® al congreso del Partido Socialdem¨®crata de Alemania Occidental (SPD) en Munich ayuda para su trabajo al frente de la canciller¨ªa federal, fij¨® los l¨ªmites entre sus obligaciones de canciller federal y su lealtad al SPD y mencion¨® la soledad que se siente a veces en un cargo p¨²blico.

La sonrisa felina ha desaparecido de su cara; tambi¨¦n la sensaci¨®n de energ¨ªa. Schmidt parece cansado, y con tono desganado pronunci¨® su discurso de dos horas y cuarto ayer en Munich. El canciller consigui¨® un aplauso m¨¢s breve que el d¨ªa anterior Willy Brandt. Los cuatrocientos delegados se levantaron para aplaudir, movidos m¨¢s bien por la sensaci¨®n de tener que cumplir un deber que por el entusiasmo, y en medio de un incidente, en el que estuvo envuelta la presidenta del partido ecologista, los llamados verdes, Petra Kelly.El margen de maniobra del canciller es m¨ªnimo. Schmidt tiene que contentar a sus aliados del Gobierno en Bonn, los liberales de Hans Dietrich Genscher, en busca de pretextos para poner en entredicho la coalici¨®n social-liberal (SPD-FPD). Los aliados de la Rep¨²blica Federal de Alemania, concretamente Estados Unidos, est¨¢n a la espera del m¨¢s m¨ªnimo desliz en la lealtad hacia la Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte (OTAN), o m¨¢s concretamente en el estacionamiento de los nuevos euromisiles at¨®micos.

El SPD exige del canciller y del Gobierno federal una pol¨ªtica con un m¨ªnimo contenido de las ideas del socialismo democr¨¢tico. En este estrecho marco de actuaci¨®n del canciller s¨®lo le qued¨® la posibilidad de desgranar un discurso carente de perspectivas, gris y mon¨®tono.

Schmidt concluy¨® con tonos poco habituales, que ponen de manifiesto su estado an¨ªmico, su hast¨ªo y la debilidad demostrada los ¨²ltimos meses al frente del Gobierno, donde ni siquiera ha sido capaz de imponer de forma clara y decidida un nuevo Gabinete.

Schmidt dijo al fin de su discurso que est¨¢ dispuesto a someterse a la cr¨ªtica: "S¨¦ que he cometido errores y que en el futuro no podr¨¦ evitar, nuevos errores. A pesar de ello, el canciller federal no puede permitir que le quiten de sus manos el poder de definir la l¨ªnea pol¨ªtica ni sus otras tareas". Palabras ins¨®litas en un hombre que hace tres a?os daba lecciones de econom¨ªa a escala c¨®smica. El canciller ha querido dejar claro a su partido que le toca a ¨¦l gobernar, independientemente de lo que diga el SPD. Para apoyar su posici¨®n, Schmidt recurrir a una vieja cita de Willy Brandt, que el a?o 1960 dijo: "Quiz¨¢ no sea popular si digo aqu¨ª ahora que no puedo ser el simple ejecutor de la voluntad del partido, sino que, tras una reflexi¨®n seria, tendr¨¦ que tomar las decisiones bajo mi responsabilidad". Brandt escuch¨® desde su asiento la cita de sus propias palabras con cara de jugador de p¨®quer.

Expulsi¨®n de ecologistas

El incidente m¨¢s destacable se produjo cuando la presidenta del partido ecologista, Petra Kelly, invitada como observadora al congreso del SPD, fue expulsada del recinto a ra¨ªz de un incidente mientras Schmidt le¨ªa su discurso.Kelly y otro alto responsable de los verdes intentaron desplegar una pancarta con frases alusivas al desarme entre el Este y el Oeste. Los servicios de orden intervinieron r¨¢pidamente, y los organizadores del congreso decidieron retirarles la credencial a ambos por considerar que su comportamiento no se ajustaba al debido a un observador pol¨ªtico de un partido invitado.