El D¨ªa del Libro coincide con la preocupaci¨®n del sector por el fomento de la lectura entre los espa?oles
Los h¨¢bitos de lectura del espa?ol son muy bajos, seg¨²n las encuestas oficiales. Una familia compra cada a?o una media de cinco libros, frente al doble e incluso el triple en la mayor¨ªa de las nacio nes de nuestra ¨¢rea. Este dato no se corresponde, sin embargo, con la industria editorial, relativamente una de las m¨¢s fuertes del pais con un nivel de producci¨®n de cas 100.000 m¨ªllones de peesetas, de los que 35.000 se destinan a la exportaci¨®n, frente a una importaci¨®n por valor de 5.000 millones de pesetas.Argentina, a pesar de la crisis econ¨®mica y pol¨ªtica por la que atraviesa desde hace a?os, sigue figurando a la cabeza de las naciones importadoras de libros espa?oles, con compras por valor de 5.000 millones de pesetas, es decir, el 21% del total. Le siguen M¨¦xico con el 18%, Francia con el 9,56% y Venezuela con el 9,26%. En cambio, los principales pa¨ªses a los que Espa?a compra libros son europeos, con la Rep¨²blica Federal de Alemania, el Reino Unido y Francia en primer lugar, con el 20% del total de esas importaciones por valor de 5.000 millones de pesetas. En cuanto a los libros extranjeros traducidos y publicados en Espa?a, el pasado a?o ascendieron a 7.806 t¨ªtulos (el 28,25% del total nacional), ocupando el primer lugar el ingl¨¦s con 3.465 t¨ªtulos, el segundo lugar el franc¨¦s con 1.782, despu¨¦s el alem¨¢n con 804, y muy por debajo el lat¨ªn (65 t¨ªtulos), el ruso (63), el portugu¨¦s (63), el griego, el ¨¢rabe y el chino, idioma este del que se han vertido al castellano trece t¨ªtulos.
"Espa?a es un pa¨ªs eminentemente productor de literatura", seg¨²n el jefe del departamento de difusi¨®n del Instituto Nacional del Libro Espa?ol (INLE), Fernando Cend¨¢n. As¨ª, del total de 28.500 t¨ªtulos publicados el pasado a?o, el 59% eran novelas y narraciones, frente a porcentajes sensiblemente m¨¢s bajos de materias como ense?anza y educaci¨®n (10%), historia y biograf¨ªa (6,45%), religi¨®n (4,66%), filosof¨ªa (4%), bellas artes (4,3%) y, por debajo de este porcentaje, los libros de ciencias m¨¦dicas, derecho y Administraci¨®n P¨²blica, ling¨¹¨ªstica y filolog¨ªa, ciencias pol¨ªticas, etc¨¦tera. La literatura infantil y juvenil, no exclusivamente narrativa, alcanz¨® 4.900 t¨ªtulos.
Pero si el optimismo puede ser aceptable en el campo de la edici¨®n no lo es tanto en el del tratamiento global del sector. Los editores piesan que no existe una pol¨ªtica estatal a medio y largo plazo sobre, como lo desmuestra el desentendimiento del Gobierno por la aplicaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas electr¨®nicas al mundo editorial y por la necesaria utilizaci¨®n estatal de estas tecnolog¨ªas. Por ejemplo, Ra¨²l Rispa, director delegado de la editorial Salvat, no se explica c¨®mo un sector que ocupa el quinto puesto en el mundo por el n¨²mero de t¨ªtulos editados y que se ha colocado en el tercer puesto en la balanza de pagos en productos manufacturados por el volumen de exportaci¨®n (los 35.000 millones de pesetas citados para 1981), no entra en los planes de una pol¨ªtica a medio y a largo plazo que el Gobierno deber¨ªa aplicar, pero que nunca se decide a hacerlo.
Las dificultades de este sector "no boyante, pero sano", como lo califican, provienen tambi¨¦n de la inflaci¨®n brutal de los costes del papel relacionados con el oligopolio de oferta de la industria papelera espa?ola, lo que significa que el papel espa?ol es el ¨²nico que se puede comprar y que, adem¨¢s de ser de peor calidad, es un 25% m¨¢s caro que el papel que se consume en Europa.
Una de las v¨ªas de esperanza de los editores llega por el aumente, de las publicaciones infantiles y juveniles que, probablemente, levantar¨¢n los h¨¢bitos de lectura de los espa?oles de esas asombrosas cifras abstencionistas, ya que el 96% de los espa?oles no va nunca a una biblioteca y el 64,6% no lee ni siquiera un libro al a?o".
Otros problemas que padece el mundo del libro espa?ol son, seg¨²n Ra¨²l Rispa, la existencia del INLE (organismo poco menos que de or¨ªgen musoliniano), la inoperancia de la Ley del Libro (ni derogada ni sustituida), la urgencia de una Ley de Propiedad Intelectual que no sea aberrante como el proyecto anterior rechazado, la inoperancia de los PIC (Puntos de Informaci¨®n Cultural) y la falta de asistencia bibliotecaria, entre otros.
Ese pesimismo del editor lo comparten el librero y el escritor ya que, aunque se lee ahora m¨¢s que en a?os anteriores, "los que leen son siempre los mismos", seg¨²n Jes¨²s Garc¨ªa S¨¢nchez. Camilo J. Cela, que ayer pronunci¨® una conferencia en la UGT sobre El lenguaje que se habla y el lenguaje que se escribe, cree que ese nivel de lectura, "aunque ha crecido, no es todav¨ªa ¨®ptimo, ni mucho menos". ?Los motivos? Fue en el tema de otra de las conferencias programadas en Madrid con motivo del D¨ªa del Libro: Invitaci¨®n a la lectura, pronunciada por Gonzalo Torrente Ballester en la sede del INLE. Si no se ense?a el h¨¢bito de lectura a los peque?os, el futuro, aunque mejorar¨¢, no ser¨¢ tan bueno como el deseable en un pa¨ªs de nuestro nivel de vida.
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