Los procesados en el 'caso Moro' vuelven a la sala del juicio
Los implicados en el llamado proceso Moro, han vuelto a ptesentarse en la sala de audiencias, que hab¨ªa quedado vac¨ªa incluso de periodistas cuando el mi¨¦rcoles hab¨ªan decidido, como protesta, no entrar en ella. La Prensa lleg¨® a escribir, "si (los impIicados) contin¨²an con su actitud de no presentarse, el proceso Moro se ha acabado". Mientras tanto, en Mil¨¢n, fue detenido ayer otro de los dirigentes de las Brigadas Rojas, Francesco Lo Bianco.La respuesta de los terroristas fue inmediata. Los encausados volvieron a presentarse para decir, i?cluso gritando, como hizo Mario Moretti, el implicado n¨²mero uno, que "la guerrilla no ha sido derrotada" "Nosotros estaremos aqu¨ª presentes porque la guerrilla tiene a¨²n que decir muchas cosas y porque nosotros representa mos a la guerrilla".
Sus frases fueron coreada por Luca Nicolotti: "Quer¨¦is hacer el proceso sin nosotros Ten¨¦is miedo de las Brigada Rojas. Ten¨¦is miedo de escuchar nuestra verdad sobre e caso Moro. Pero no lograr¨¦is impedir que hablemos. No podr¨¦is amordazar la voz de la verdad". Y lo cierto es que el presldente del tribunal les dej¨® hablar a todos con sus voces exaltadas, sin rechistar, con inmensa paciencia.
M¨¢s bochornosa fue la escena, propia de un zool¨®gico, del asedio de fot¨®grafos y periodistas a los presuntos asesinos del l¨ªder democristiano durante la media hora de proleg¨®menos, mientras se iban colocando en sus respectivas jaulas. Era una sinfon¨ªa incre¨ªble de voces, preguntas, gritos, amenazas, declaraciones, insultos y gestos de todo tipo. Y todo sin que el imponente sistema de orden p¨²blico pudiera impedirlo.
Est¨¢ claro que los acusados no quieran dejar pasar la ocas¨ª¨®n de este proceso para poder fabricar p¨²blicamente su tribuna pol¨ªtica e intentar convertir el juicio en una caja de resonancia para su agresiva, y a veces hist¨¦rica, publicidad. Pero la vista no durar¨¢ menos de seis meses, y en la tercera audiencia se advierten los s¨ªntomas de cansancio y aburrimiento. Se acabaron las colas de espectadores y cada vez hay m¨¢s asientos vac¨ªos en la gran sala.
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