Las negociaciones para reducir el d¨¦ficit en EE UU entran hoy en una fase decisiva
Las negociaciones para reducir el d¨¦ficit presupuestario en Estados Unidos ocupar¨¢n esta semana el centro de atenci¨®n pol¨ªtica norteamericana, y en medios especializados se considera que un principio de acuerdo entre los representantes del Senado y la Administraci¨®n de Ronald Reagan puede estar pr¨®ximo para establecer los mecanismos reductores del fuerte d¨¦ficit presupuestario que siente las bases para un pr¨®ximo relanzamiento de la econom¨ªa. Expertos financieros estiman que, pese a estar retras¨¢ndose con relaci¨®n a las previsiones iniciales, la recuperaci¨®n puede producirse al final del verano del presente a?o. La negativa del presidente Reagan a reducir sustancialmente los gastos de defensa se encuentra en el centro de la negociaci¨®n.
El presidente de la Comisi¨®n de Presupuestos del Senado estadounidense, Pete Domeneci, manifest¨® d¨ªas atr¨¢s a los representantes de uno de los principales grupos financieros del pa¨ªs, Shearson-American Express, que los impuestos en el pasado hab¨ªan resultado excesivos, gravando con demasiada fuerza a los contribuyentes, mientras que la intervenci¨®n estatal y los gastos federales se hab¨ªan incrementado de manera alarmante. A la vez, la capacidad militar norteamericana no respond¨ªa a la pretensiones de l¨ªder mundial que pretende mantener la Administraci¨®n Reagan.
Dif¨ªciles soluciones
Domeneci justific¨® las medidas tendentes a reducir el d¨¦ficit, y que, en su opini¨®n, si se mantienen los actuales mecanismos, el d¨¦ficit podr¨ªa alcanzar los 180.000 millones de d¨®lares (unos 1.800 billones de pesetas) en 1983, superar los 200.000 millones de d¨®lares en 1984 y rebasarse la frontera de los 250.000 millones de d¨®lares en 1985. Esta situaci¨®n supondr¨ªa que el endeudamiento del Estado representase un 50% de todo el capital disponible en EEUU en los pr¨®ximos a?os.Las soluciones que en estos momentos est¨¢n estudiando los miembros de la comisi¨®n presupuestaria de la c¨¢mara alta, donde debe ser aprobado el presupuesto, junto a la C¨¢mara de Representantes, para no tener que retocar sustancialmente los gastos destinados a defensa, que ser¨ªan recortados s¨®lo en 7.000 millones de d¨®lares (unos setenta billones de pesetas), se centran en un menor descenso de las cargas fiscales, la penalizaci¨®n de los niveles de rentas m¨¢s altos, el establecimiento de un techo a los gastos de seguridad social y pensiones y la creaci¨®n de un impuesto especial sobre la importaci¨®n de petr¨®leo.
Aunque las reducciones fiscales representan as¨ª las dos terceras partes de las anunciadas, seg¨²n el presidente del Comit¨¦ de Presupuestos del Senado, la opini¨®n p¨²blica norteamericana quedar¨ªa satisfecha, mientras que el fisco obtendr¨ªa unos importantes ingresos adicionales. Por otra parte, el incremento en la presi¨®n fiscal a los tramos m¨¢s altos de renta podr¨ªan aportar al Tesoro estadounidense entre 120.000 y 130.000 millones de d¨®lares (unos 1.200 billones depesetas) a lo largo de los pr¨®ximos tres. a?os.
Otra de las exigencias del proyecto expuesto por Domeneci lo constituye el f¨¦rreo control del incremento del d¨¦ficit, que deber¨¢ descender de 90.000 millones de d¨®lares a 35.000 millones en un plazo de tres a?os. En lo que respecta a los gastos de la Administraci¨®n federal, este proyecte, habla de poner un l¨ªmite del 4% a la seguridad social.
La posibilidad de crear un impuesto especial sobre el petr¨®leo, que gravase entre 3,5 y 4 d¨®lares el barril de crudo, es otra de las piezas angulares del proyecto, que pretende incrementar los ingresos sin aumentar la presi¨®n fiscal sobre los contribuyentes y disminuir los gastos de la administraci¨®n federal por la v¨ªa de rebajar las prestaciones sociales, y todo ello, fundamentalmente, para mantener el presupuesto de defensa en tinos t¨¦rminos muy parecidos a Ios expuestos por la Casa Blanca.El proyecto de Domeneci, que tambi¨¦n contempla la necesidad de controlar los salarios de los empleados de la Administraci¨®n norteamericana, incluidos los militares, puede alcanzar su aprobaci¨®n en esta misma semana, pero su redacci¨®n definitiva podr¨ªa necesitar un tiempo superior, que algunos observadores estiman en dos meses.
Emisi¨®n limitada
Mientras en medios financieros de Nueva York se espera que este proyecto posibilite que la emisi¨®n de deuda p¨²blica sea limitada, no distorsione los mercados financieros, despej¨¢ndose as¨ª el fantasma del incremento del d¨¦ficit, la inflaci¨®n comience a remitir, come, ya sucedi¨® en el pasado mes de marzo, cuando el incremento de los precios fue negativo (0,3%). Con esta ca¨ªda de los precios, que no se produc¨ªa desde 1965, es de confiar que se proceda a aliviar los controles monetarios, posibilitando as¨ª una flexibilizaci¨®n de los tipos de inter¨¦s y las condiciones de cr¨¦dito.Todo esto puede provocar que, en un plazo relativamente corto, comience el relanzamiento de la econom¨ªa, casi coincidiendo con el inicio de la campa?a electoral para las legislativas de noviembre y con el paso del ecuador del mandato del presidente Reagan. Los expertos estiman que este esperado relanzamiento permita a los inversores burs¨¢tiles destinar m¨¢s recursos al mercado, con lo que Wall Street quiz¨¢ pueda detener la ligera tendencia a la baja que ha registrado en los ¨²ltimos meses.
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