Los embajadores occidentales, ausentes de la plaza Roja

La capital sovi¨¦tica celebr¨® ayer, por tercer a?o consecutivo, su tradicional desfile del Primero de Mayo con la ausencia en la tribuna destinada al cuerpo diplom¨¢tico de los embajadores occidentales, que vienen manteniendo esta postura desde que las tropas de la URSS entraron en Afganist¨¢n, en diciembre de 1979. El ¨²nico embajador de la OTAN que asisti¨® al acto fue el de Grecia. Las miradas de los observadores extranjeros estaban puestas, no obstante, en la tribuna principal de la plaza Roja, que se alza sobre el mausoleo de Lenin. Hasta all¨ª, a las diez en punto de la ma?ana, ascendi¨® el Politbur¨® en pleno, encabezado por el l¨ªder sovi¨¦tico, Leonidas Breznev, de 75 a?os, que subi¨® la empinada escalera sin necesitar la ayuda de nadie. Andrei Kirilenko, de 76 a?os, el m¨¢s veterano miembro del Politbur¨®, tambi¨¦n contempl¨® el desfile desde la tribuna, reapareciendo as¨ª despu¨¦s de varios meses de ausencia de la vida p¨²blica. De Kirilenko se rumoreaba en los mentideros occidentales de Mosc¨² que estaba gravemente enfermo y que hab¨ªa ca¨ªdo en "desgracia pol¨ªtica".