El Mundial y las Malvinas

Ultimamente parecen coincidir inesperados conflictos internacionales con los mayores acontecimientos deportivos. Ocurri¨® en la Olimpiada de Mosc¨², cuando Estados Unidos, erigido en palad¨ªn de la libertad, decidi¨® boicotear con su ausencia la m¨¢s importante convocatoria del deporte mundial. La marea se extendi¨® a otras representaciones nacionales, como Espa?a que, renunciando a enarbolar la propia bandera, expres¨® as¨ª su protesta ante la invasi¨®n sovi¨¦tica de Afganist¨¢n. Y antes de que en Los Angeles los rusos tengan ocasi¨®n de devolver la pelota a los yanquies, empieza a correr peligro nuestro querid¨ªsimo Mundial, para escarnio de Saporta y compa?¨ªa. Todo por unas peque?as islas tan lejanas que muchos desconoc¨ªan su existencia hasta la decisi¨®n argentina de anexionarlas.El gobierno de Galtieri, que posiblemente para entonces no tenga otra opci¨®n m¨¢s que la retirada del archipi¨¦lago, muy bien puede coger el canasto de las chufas y negarse a bailar un tango futbol¨ªstico con la Royal Navy brit¨¢nica. Y la Thatcher, ya en plan borde si llega el caso, puede amenazar con retirarse del Mundial antes que de las Malvinas, si Argentina persiste en invadirles. Luego, por aquello de Reino Unido, es probable que escoceses e irlandeses tambi¨¦n fueran empujados al boicoteo./ Licenciado en Ciencias de la Informaci¨®n.