Navegantes espa?oles descubrieron el archipi¨¦lago en 1521
La primera carta geogr¨¢fica de las Malvinas fue obra de un espa?ol, lo que confirma a las claras el descubrimiento. La primera ocupaci¨®n efectiva en territorios res nullius fue de Francia, que las traspas¨® a Espa?a reconociendo su soberan¨ªa. Al descubrirse el nuevo mundo, los tratados internacionales exigen "la doctrina que se?ala como indispensable la ocupaci¨®n efectiva a nombre de un Estado". O sea, que no bastaba el mero descubrimiento que arguyen los ingleses. Argentina es sucesora, por emancipaci¨®n, de todos los derechos de Espa?a (refrendados por los tratados de Utrecht y Tordesillas). Inglaterra las toma por la fuerza en 1833, instal¨¢ndose en Puerto Soledad, donde nunca hab¨ªa estado antes.
Hay innumerables versiones sobre el descubrimiento y posesi¨®n original de las islas Malvinas. La interminable pol¨¦mica comienza in el siglo XVIII con los viajes de John Byron y Louis-Antoine de Bougainville. El primero, ingl¨¦s, pretendi¨® ser el descubridor de varias islas en los mares australes en 1764, y el segundo fue quien coloniz¨® realmente el archipi¨¦lago a¨²n hoy en disputa.John Byron, abuelo del conocido poeta lord Byron, se instal¨® en el islote Saunders de la Malvina occidental y proclam¨® en 1766 los derechos de Inglaterra a todo el territorio (12.000 Km. cuadrados).
Los documentos y mapas hist¨®ricos niegan que John Byron fuese el descubridor del archipi¨¦lago. El ge¨®grafo franc¨¦s Marcel Destombes, en el Congreso Internacional de Geograf¨ªa de Amsterdam, en 1938, termina con las dudas al mostrar, para asombro de muchos, la carta marina que se?ala la existencia de las Malvinas cerca de los 53,5? de latitud sur. La misma fue suministrada por el piloto de la nave espa?ola San Antonio Esteban Gomes con ocasi¨®n de sus declaraciones en Espa?a en junio de 1521, y fue trazada por Reinel, en Sevilla, con datos de aqu¨¦l y de Andr¨¦s de San Mart¨ªn, astr¨®nomo de la flota.
Se le conoce como el mapa de Reinel y prueba fehacientemente que los espa?oles fueron los aut¨¦nticos descubridores de las islas. En 1529, Diego de Ribero edita una segunda carta marina de las islas, descubiertas por ¨¦l en 1525, y que se conserva en la Landesbibliothec, de Weimar. Y en el famoso Yslario de Santa Cruz de 1541 aparecen las Malvinas con la leyenda: Islas de Sans¨®n.
Dice el autor que Magallanes y su escuadra "haviendo allegado y descubierto unas yslas que est¨¢n al Oriente del puerto de Sanct Juli¨¢n por diez y ocho leguas que pusieron de nombre Yslas de Sans¨®n y Patos...". El manuscrito original se conserva en la Biblioteca Nacional de Madrid. Sucesivamente, las islas fueron redescubiertas por Esteban Gomes en 1521, Loayzia en 1526, Alcazaba en 1534 y Camargo en 1539. El holand¨¦s Sebald de Weert traz¨® sus coordenadas en 1600, La Enciclopedia Brit¨¢nica adjudica el descubrimiento a John Davis en 1592.
La etapa francesa
Los derechos de Espa?a en raz¨®n del descubrimiento son incontrovertibles y, seg¨²n los principios del tratadista Vatte, aceptados desde 1758 y signados por todos los pa¨ªses, Inglaterra incluida. "Cuando un navegante que viaja en nombre de su soberano encuentra tierra o islas vacantes (res nullius) y toma posesi¨®n de ellas, adquiere t¨ªtulo bastante, siempre que no demore la ocupaci¨®n efectiva...".
El caballero franc¨¦s Louis-Antoine de Bougainville (diplom¨¢tico, militar, marino, matem¨¢tico, escritor y pol¨ªtico) parti¨® de Saint Malo el 8 de septiembre de 1763 y lleg¨® a las islas el 2 de febrero de 1764, estableci¨¦ndose en el punto que luego se llam¨® Puerto Soledad. All¨ª estuvieron los bretones tres a?os, a las que bautizaron como "Iles des Malouins". Por traducci¨®n incorrecta luego se llamar¨ªan en castellano Malvinas.
John Byron, que lleg¨® a la Saunders en 1765, supo de la existencia de los franceses. Enterada Espa?a del establecimiento franc¨¦s, reclam¨® a la corte de Par¨ªs y, dado los acuefdos entre los Borbones, se lleg¨® a un r¨¢pido arreglo, reconoci¨¦ndose los derechos de Espa?a.
"Cuando entregu¨¦ el establecimiento a los espa?oles, todos los gastos, especialmente algunos que hab¨ªan sido hechos hasta el 1 de abril de 1767, ascend¨ªan a 603.000 libras. Al reconocer Francia el derecho de nuestros vecinos, el Rey de Espa?a, por un principio de derecho p¨²blico mundial, no deb¨ªa ning¨²n reembolso de estos gastos. Sin embargo, al adquirir los nav¨ªos, bateles, mercanc¨ªas, armas y dem¨¢s, este monarca, tan justo como generoso, ha querido reembolsamos de nuestros adelantos y la suma supradicha nos ha sido entregada por sus tesoreros, parte en Par¨ªs y parte en Buenos Aires...", escribe Boungainville en su libro Viaje alrededor del mundo, publicado en 1771. Felipe y Ruiz Puente fue el primer gobernador espa?ol de las Malvinas y depend¨ªa del Gobierno instalado en Buenos Aires.
Expulsi¨®n de los ingleses
Los ingleses se establecieron frente a la Malvina occidental, en el islote ya se?alado, en un puerto que llamaron Egmont, el 8 de enero de 1766, pero no en acto solemne y formal comunicado a las dem¨¢s naciones, sino en secreto. El rumor de dicha ocupaci¨®n lleg¨® a Madrid, y para deshacer el misterio el Rey de Espa?a mand¨® una flotilla al sur del continente a investigar de qu¨¦ tierras se trataba. Cuando descubren a los ingleses en Puerto Egmont, en 1770, el gobernador de Buenos Aires, Francisco Bucarelli hizo zarpar de Montevideo cinco fragatas con 1.500 hombres, al mando del capit¨¢n Juan Ignacio Madariaga, para desalojarlos, cosa que exactamente sucedi¨® el 10 de junio de 1770.
Los ingleses, luego de riguroso inventario de bienes, se retiraron, pero el hecho provoc¨® una clamorosa protesta en el Parlamento ingl¨¦s. Los brit¨¢nicos exigen inmediatas reparaciones al rey Carlos III. El incidente coloca a ambos pa¨ªses al borde de la guerra. Finalmente, despu¨¦s de laboriosas gestiones diplom¨¢ticas, en las que tuvo preponderante actuaci¨®n el pr¨ªncipe de Masserano, embajador espa?ol en Londres, el 22 de enero de 1771 se firma el tratado por el cual Espa?a restituye Puerto Egmont a los ingleses.
Pero en una cl¨¢usula secreta, que seg¨²n varios historiadores est¨¢ claramente probada, Inglaterra se compromet¨ªa a retirarse de all¨ª, cosa que efectivamente hizo en marzo de 1774, cuatro a?os despu¨¦s de la firma del tratado -esta transacci¨®n de Espa?a es la que m¨¢s ha dificultado la revalidaci¨®n posterior de los derechos de Argentina sobre la soberan¨ªa de las Malvinas-. Inglaterra se aferra a esa restituci¨®n (s¨®lo la de Puerto Egmont, puesto que Espa?a sigui¨® gobernando all¨ª y en el resto de las islas), como uno de sus presuntos t¨ªtulos.
Argentina hereda las Malvinas
Al declararse la independencia, Argentina qued¨® organizada territorialmente, comprendiendo lo que constituy¨® el virreinato, excepto las segregaciones conocidas, es decir, sobre el principio del uti possidetis, consagrado universalmente. Las Malvinas integraban pol¨ªtica y geogr¨¢ficamente ese territorio, y en 1810 el Gobierno de Buenos Aires desterraba a deter minados individuos a la Patagonia y a las Malvinas.
En 1820, las autoridades del nuevo pa¨ªs, reafirmando sus derechos sobre las islas, destacan hacia all¨¢ a la fragata Hero¨ªna, al mando del coronel de Marina David Jewet, natunal de Estados Unidos, para impedir la pesca indebida de numerosas embarcaciones extranjeras. Llega a destino el 27 de octubre de 1820 y procede a tomar solemne posesi¨®n de las islas. Se iza el pabell¨®n celeste y blanco, se disparan veinti¨²n ca?onazos y una multitud de barcos asiste a la ceremonia.
Entre los ingleses est¨¢n el Indian, Jane, Hetty, George, Elisa, Sprightly, y el famoso capit¨¢n Weddell, que estaba al frente de su bergant¨ªn, fue testigo relator ante su Gobierno. El primer gobernador argentino fue Pablo Areguat¨ª, y ese mismo a?o de 1823 fue reemplazado por Luis Vernet -nacido en Hamburgo, ciudadano norteamericano y luego argentino.
En 1826, Vernet, consigue establecer la nueva colonia y desarrolla una gran labor de fomento de la ganader¨ªa y la pesca. En septiembre de 1832, despu¨¦s de un grav¨ªsimo incidente de pirater¨ªa con tres buques norteamericanos, el Gobierno argentino designa comandante civil y militar interino de las islas Malvinas y adyacentes al sargento mayor Esteban Mestivier.
A la vez se dan instrucciones al comandante de la Sarand¨ª que lo transporta, Jos¨¦ Mar¨ªa Pinedo, para que deje en su puesto a Mestivier y recorra las distintas islas avisando a los barcos extranjeros de las trasgresiones que est¨¢n cometiendo. Realizado su periplo isle?o, Pinedo regresa a Puerto Soledad y descubre que ha estallado un grave mot¨ªn a consecuencia del cual han muerto varios hombres, entre ellos el gobernador Mestivier.
Dos d¨ªas m¨¢s tarde, el 2 de enero de 1833, la fragata inglesa Clio penetra en Puerto Luis. Su capit¨¢n, John James Onslow, intima al desorientado y vencido Pinedo para que arr¨ªe la bandera argentina e izar en su lugar la inglesa. La diferencia de efectivos y el escaso temple de Pinedo -juzgado luego en consejo de guerra en Argentina- se a¨²nan para un final que a¨²n hoy sangra a todo el pueblo argentino.
El 4 de enero, la Sarand¨ª pone proa a Buenos Aires con la bandera celeste y blanca amortajada. Un grupo de ocho gauchos, encabezados por el entrerriano Antonio Rivero, colonizadores de las islas, se mantuvier on combatiendo bravamente del 26 de agosto de 1833 al 10 de enero de 1834, escondi¨¦ndose por las noches para no ser descubiertos, contra los ingleses. Finalmente fueron reducidos y embarcados rumbo a Gran Breta?a.
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