El 'obispo' Clemente estuvo a punto de ser linchado en Alba de Tormes

Varios centenares de vecinos golpearon, gritaron, prendieron fuego y lanzaron al r¨ªo un coche en el que autoproclamado papa Clemente hab¨ªa llegado horas antes a Alba de Tormes (Salamanca). El papa y ocho de sus obispos pasaron a disposici¨®n del juzgado de Guardia de Salamanca a ¨²ltimas horas de la tarde de ayer.

A las 16.30 horas de ayer m¨¢s de un millar de albenses acud¨ªan a las llamadas de las campanas de las madres carmelitas, llamada que fue interpretada por todos como una amenaza. All¨ª entendieron que el papa del Palmar de Troya pretend¨ªa llevarse las reliquias de Santa Teresa de Jes¨²s -que se conservan en el altar de la iglesia de las madres-, que Clemente hab¨ªa insultado a la santa, a las madres y al papa Juan Pablo II. Clemente Dominguez se hab¨ªa enfrentado en el interior del templo con el prior carmelita, mientras ¨¦ste oraba y hablaba a los componentes de una excursi¨®n, sobre Santa Teresa y la pr¨®xima visita del Papa a la villa.

"El papa Clemente increp¨® al prior y dijo a los peregrinos que para qu¨¦ esperaban la llegada de Juan Pablo II, ya que el papa era ¨¦l mismo", manifiesta Florentino Guti¨¦rrez, p¨¢rroco de Alba de Tormes. Tras una discusi¨®n y un forcejeo "en el que no pas¨® nada gracias a los peregrinos catalanes", el carmelita sali¨® a la calle. "Le vi sofocado, pidiendo ayuda", dice Patricio Gonz¨¢lez, droguero que tiene su establecimiento junto a la iglesia. "As¨ª que los encerr¨¦ en el templo, los detuve y toqu¨¦ las campanas.

Intento de linchamiento

A partir de entonces, los sucesos se complicaron. El s¨¦quito del Palmar consigui¨® llegar a sus coches, que hab¨ªa introducido en la plaza de Alba, tras retirar una se?al de prohibici¨®n. Los vecinos ya hab¨ªan llegado e intentaban volcar los autom¨®viles. Un 1430 beis y un 132 negro con el papa Clemente ya en su interior.

Florentino Guti¨¦rrez y Rom¨¢n Acevedo, alcalde en funciones de Alba, encaramados sobre el coche, intentaron poner calma entre los vecinos. "Nos hemos subido encima para que no les lincharan, pero las sacudidas nos han hecho abandonar".

Los vecinos al final lograron volcar los veh¨ªculos y golpear al papa y a sus acompa?antes. "Ten¨ªan que habernos dejado matarles porque insultar a la Santa es como hacerlo a nuestra madre".

La Guardia Civil transport¨® finalmente en un coche celular a los nueve peregrinos desde el convento de los padres carmelitas donde el m¨¦dico y un ATS hicieron las curas necesarias a los heridos a instancias del p¨¢rroco, el prior y el teniente de alcalde, que les hab¨ªan introducido en el edificio para alejarles de la muchedumbre.

Poco m¨¢s tarde el pueblo, a¨²n unido en la lucha, desenganchaba de una gr¨²a uno de los dos coches, el 1.430 beis y lo empujaba desde el petril del puente para tirarlo al r¨ªo. Una vez en la orilla, un vecino procedi¨® a prenderle fuego. Los albenses contemplaron la combusti¨®n del veh¨ªculo y se retiraron a sus casas una vez que de ¨¦ste solo quedaba la chatarra. A ¨²ltima hora de la tarde, el Juez puso en libertad a Clemente y su s¨¦quito de obispos, quienes emprendieron ,viaje de regreso a Sevilla en taxi