Angel Nieto, el hombre de las mil victorias
Su primer contacto con las motos lo consigui¨® trabajando en un peque?o taller de reparaciones. En pocos a?os, se convirti¨® en el rey de las peque?as cilindradas, en uno de los mejores pilotos del mundo
Angel Nieto, aquel zamorano recriado en Vallecas que se fue siendo casi un ni?o a Barcelona para poder correr en moto, est¨¢ a punto de superar la barrera de 76 victorias en carreras del mundial del m¨ªtico Mike Hailwood. Lejos, inalcanzables, est¨¢n los 122 triunfos de Agostini. Pero la cota a la que puede llegar el espa?ol supone, a su vez, una cifra probablemente imposible de alcanzar en el futuro. Una marca para la historia del motociclismo y para la de ese hombre-ni?o cuya mayor ambici¨®n es seguir sobre dos ruedas, al menos, mientras el cuerpo aguante. Hoy estar¨¢ en el Jarama, junto con todos los grandes ases del mundial, para disputar el Gran Premio de Espa?a de Motociclismo. Una victoria m¨¢s que a?adir a su palmar¨¦s.
El hombre de las mil victorias naci¨® en Zamora un 25 de enero de 1947. Pese a su lugar de nacimieno, Angel Nieto est¨¢ considerado por todo el mundo como vallecano. Angel lleg¨® a Vallecas siendo casi un beb¨¦, toda su vida de formaci¨®n se desarroll¨® en Vallecas, sus amigos de la primera hora son de Vallecas, su lenguaje cheli es, tambi¨¦n, t¨ªpicamente vallecano. Su primera formaci¨®n ha quedado eclipsada por el autodidactismo surgido en los circuitos del mundo en los despachos de los ejecutivos donde negocia con su figura como soporte publicitario, en los salones en los que alterna con la jet-set. Pese a todo, no se ha borrado enA Angel Nieto esa especie de car¨¢cter vallecano que le acompa?a siempre, en despachos, salones o discotecas. Es, casi, una especie de garant¨ªa de no desclasamiento para un hombre de extracci¨®n muy humilde, que se mueve, por aquello de su fama y su fortuna, entre las m¨¢s altas esferas del pa¨ªs.
El ni?o de la moto
Toda la vida de Angel Nieto est¨¢ marcada por la moto. Es un afortunado; los sue?os fant¨¢sticos de la ni?ez se han convertido, con creces, en. realidad; porque ¨¦l quiso siempre correr en moto.
Para conseguir su objetivo, siendo casi un ni?o, Angel Nieto entr¨® a trabajar de chico en un peque?o taller de motos de Vallecas. El peque?o Angelito hab¨ªa esperado fuera de una discoteca a que saliera el due?o del taller, Tom¨¢s D¨ªaz Vald¨¦s, quien, adem¨¢s de la modesta discoteca de Vallecas, ten¨ªa un peque?o negocio de reparaci¨®n de motocicletas, de las que era un gran aficionado. "?Eres t¨² uno al que llaman el rokanrol?" Con esta conversaci¨®n, c¨®mo iba a pensar D¨ªaz-Vald¨¦s que el atrevido chiquillo se convert¨ªa en el n¨²mero uno del mundo.
Pero Angelito no estaba interesado por la m¨²sica. Su objetivo eran las motos. Era tan ni?o que, en su ingenuidad, hab¨ªa cre¨ªdo que el rokanrol, ese que pasaba en una moto a todo gas y a todo ruido sembrando el desconcierto en Vallecas, era un piloto de carreras. Atropellada y nerviosamente, el peque?o Angelito le pregunt¨® que si ten¨ªa una moto de carreras, y un taller, y si le dejar¨ªa ser su mec¨¢nico e ir a las carreras con ¨¦l, y si alg¨²n d¨ªa le dejar¨ªa correr alguna carrera con aquella moto. Demasiada ilusi¨®n como para que Tom¨¢s D¨ªaz-Vald¨¦s dejara pasar la oportunidad de coger al ni?o como chico de su peque?o taller de reparaci¨®n.
Es el primer contacto real de Angelito con las motos. Un contacto que le va a permitir aprender mec¨¢nica, a conocer el funcionamiento de los diferentes ¨®rganos de una motocicleta, analizar los s¨ªntomas y detectar las aver¨ªas. No gana casi dinero, pero eso no importa. Porque, una vez destripada la moto y montada otra vez, ya reparada la aver¨ªa, Angelito se sube como puede y se larga a probarla, a ver si va bien. Y ese rato compensa todo. Ese rato, a veces,se prolonga durante horas, porque Angelito, que no llega al sill¨ªn, pierde la noci¨®n del tiempo subido en la moto.
Encuentro con 'Don Paco'
Vallecas se le va quedando peque?o a Angelito. Busca una salida a su ilusi¨®n, y todos le dicen que se tiene que ir, que su Eldorado est¨¢ en Barcelona. En Barcelona est¨¢n las f¨¢bricas de motos y los equipos de competici¨®n. All¨ª se cuece el mundillo del motociclismo.
Un d¨ªa se organiza una carrera de campeonato en el parque del Retiro, Angelito se cuela y se va hasta, los improvisados boxes. All¨ª ve la figura esbelta, con aspecto de lord ingl¨¦s, de Don Paco Bult¨®, el creador y due?o de Bultaco. Don Paco est¨¢ rodeado de pilotos, federativos, organizadores y algunos aficionados, que escuchan atenta mente las palabras del ya por entonces legendario Bult¨¦. El peque?o Angelito se abre paso entre el grupo y llega hasta Don Paco: "?Qu¨¦ tengo que hacer para trabajar en el departamento de competici¨®n de Bultaco?". Entre extra?ado y divertido, Bult¨® interrumpe su disertaci¨®n y contesta al ni?o que le escriba una carta a la f¨¢brica, ya le contestar¨¢n.
Angelito escribe, pero la respuesta no llega. La carta de solicitud de empleo se pierde, pero no las ilusiones del peque?o. Angelito dice en su casa que se marcha a Barcelona a vivir con su t¨ªa y a buscar trabajo. Con una vieja maleta y catorce a?os, se instala en la Ciudad Condal. Ya est¨¢ donde se cuece el motociclismo. Ya est¨¢ m¨¢s cerca de alcanzar la meta. Ya nadie podr¨¢ impedir que llegue.
Sin embargo, lo m¨¢s dificil de su carrera deportiva est¨¢ por hacer. Intenta trabajar en Derbi, de aprendiz en el departamento de competici¨®n, pero casi ni le reciben. En Mollet del Vall¨¦s sobran aprendices, pero no importa. Hay m¨¢s f¨¢bricas. En casa de su t¨ªa no ura m¨¢s de quince d¨ªas. Pero no importa. Hay pensiones donde vivir y le queda algo de dinero, aunque muy poco. Tiene s¨®lo catorce a?os y eso es una dificultad m¨¢s, pero encuentra sitio en el pasillo de una pensi¨®n, que comparte con varios trabajadores. Guarda su maleta debajo de la cama; ¨¦se es su ¨²nico bagaje, todo lo que tiene entonces. Pasa las noches con un miedo indefinible ante aquellos hombrones vociferantes y borrachos, que bromean sobre la posibilidad de violar al ni?o. Duerme asustado, temblando de miedo, pero en sue?os sigue viendo la moto como ¨²nico objetivo.
Decidido a entrar en Bultaco, un buen d¨ªa se va a la puerta de la f¨¢brica a esperar la llegada de Don Paco. Cuando llega ¨¦ste, le para y le recuerda quien es. La constancia del ni?o sorprende al due?o de Bultaco, le hace gracia y decide enviarle al departamento de competici¨®n como aprendiz. El primer cap¨ªtulo del sue?o de Angelito ya est¨¢ cumplido. ?Est¨¢ en el departamento de competici¨®n de Bultaco!
No durar¨¢ mucho. Porque Medrano, uno de los pilotos oficiales de la marca, se va de gira, y Angelito le pide permiso para ir con ¨¦l. Medrano est¨¢ tieso, no puede pagarle nada, pero al chico no le importa. Le basta con que le d¨¦ de comer y le deje dormir en el viejo renault Dauphine. Para Angelito, ir con Medrano representa un salto hacia adelante. Ya no es un aprendiz. Aunque no cobre, se ha convertido en un mec¨¢nico de competici¨®n.
De Bultaco a una fruter¨ªa
Lo malo es que, cuando la gira termina y vuelve a Barcelona, se encuentra sin trabajo. Se ha marchado sin permiso y el abandono del puesto no gusta al jefe de personal. Por suerte para ¨¦l, durante la gira con Medrano ha conocido a gente de Ducati; en esa f¨¢brica le dar¨¢n el trabajo que le niega Bultaco.
No tiene dinero, pero, una vez m¨¢s, su car¨¢cter extrovertido y
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simp¨¢tico le va a salvar. Consigue que, sin cobrarle nada, le dejen dormir en el s¨®tano de una fruter¨ªa. Tiene quince a?os y vuelve a pasar miedo; y fr¨ªo, porque hay mucha humedad. Pero eso no es nada comparado con su firme voluntad de ser piloto de carreras. La oportunidad de vivirlo de cerca en la gira con Medrano le ha estimulado a¨²n m¨¢s. Ser¨¢ piloto.Como en el departamento de competici¨®n de Ducati s¨®lo tienen motos de 125 cent¨ªmetros c¨²bicos, que ¨¦l no puede llevar por ser demasiado joven, busca de nuevo trabajo en Derbi. En Derb¨ª tienen motos de 50 cent¨ªmetros c¨²bicos, que s¨ª puede conducir, pues ha cumplido ya los dieciseis. Esta vez tiene m¨¢s suerte que antes y lo consigue. Ya est¨¢ en Derbi, en el departamento de competici¨®n y con la promesa de que, si hace las cosas bien, le dejar¨¢n, en alguna ocasi¨®n, una de las motos del equipo.
A partir de ese momento, Angel Nieto comienza una extra?a preparaci¨®n de piloto. Nadie en el mundo tiene la voluntad de llegar que ¨¦l tiene. Ni su fe. Porque nadie en el mundo es capaz de realizar lo que ¨¦l, a los diecis¨¦is a?os, realizar¨¢. En lugar de entrar a trabajar a las ocho de la ma?ana, Angelito llega dos horas antes a Mollet y pide a los vigilantes que le aten con unas cinchas a la moto. Con f¨¦rrea disciplina, a base de pasar horas atado en una forzada posici¨®n, su cuerpo se va adaptando a la moto. Lo que en principio es muy doloroso, acaba haci¨¦ndose hasta placentero. Meses m¨¢s tarde, moto y hombre parecen una misma cosa.
En una m¨¢quina de 50 cent¨ªmetros c¨²bicos el acople es fundamental, y Angelito logra adaptarse como ninguno. Nadie como ¨¦l es capaz de esconderse dentro del peque?¨ªsimo carenado. Por eso, pese a ciertos obst¨¢culos que le ponen algunos de los que dominan la estructura, Angelito consigue su prop¨®sito de contar con una moto para correr circunstancialmente, aunque no deja de trabajar. Es demasiado joven para tener licencia, y en una carrera en Francia su ¨ªmpetu le lleva a chocar aparatosamente y se descubre todo. A partir de entonces, solamente puede correr en Espa?a y no le incluyen en el equipo de Derbi que va a realizar una gira por Estados Unidos. Una circunstancia que va a enojar profundamente al futuro campe¨®n, que decide dejar Derbi y buscar algo m¨¢s gratificante.
Vuelve a Ducati a pedir trabajo y probar fortuna, porque ya puede llevar una m¨¢quina de 125 cent¨ªmetros c¨²bicos. Su intenci¨®n es aceptar lo que le den, pero, ante su sorpresa, le ofrecen un contrato en toda regla para correr. Un contrato como piloto y, adem¨¢s, cobrando. Ya es un piloto. Tiene dieciocho a?os y acaba de firmar su primer contrato. Es entonces cuando consigue hacerse con un flamante seiscientos de segunda mano y vuelve a Madrid como triunfador.
Una vida dedicada a la moto
Todo se va a precipitar a su favor. En Ducati dura a?o y medio, porque la f¨¢brica pasa ciertos apuros econ¨®micos y tiene que cerrar el departamerto de competici¨®n. Se ve en la calle de nuevo, libre de fichar por quien quiera, pero siempre como piloto. Puede optar entre Bultaco y Derbi. La decisi¨®n es dif¨ªcil, pero, como luego le ocurrir¨¢ en el futuro, elige acertadamente. La suerte en los momentos claves va a ser una constante en su vida. Elige Derbi y acierta. En su primera temporada se convierte en campe¨®n de Espa?a de 50 y 125, y termina cuarto en el mundial.
Dos a?os despu¨¦s, una h¨¢bil gesti¨®n de los representantes espa?oles en la Federaci¨®n Internacional fuerza el cambio de la reglamentaci¨®n t¨¦cnica de las motos de 50 cent¨ªmetros c¨²bicos. Derbi, que no pod¨ªa participar en la escalada armamentista de las marcas japonesas, se encuentra en situaci¨®n ¨®ptima para disputar el mundial de 1969 con garant¨ªas. Angel Nieto tiene ya vientid¨®s a?os. Gana la primera carrera de su vida en un mundial, en el Gran Premio de la Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana, en el circuito de Sanchsering. Tras ellas llegan otras y, al final de la temporada, Angel Nieto es campe¨®n del mundo. El primer espa?ol campe¨®n del mundo de motociclismo.
Despu¨¦s de aquella primera carrera, Angel Nieto va a ganar 72 carreras m¨¢s. Una cifra que le coloca al alcance de la del m¨ªtico Mike Bike Hailwodd, seguramente el mejor y m¨¢s completo piloto de todos los tiempos. Si las cosas le ruedan normalmente, Angel superar¨¢ ampliamente la cota de Hailwood. Todav¨ªa le quedan un par de temporadas para seguir en activo con plenitud de fuerza, pero la marca de Giacomo Agostini es inalcanzable. M¨¢s o menos igual que la suya, porque el siguiente piloto en activo tendr¨ªa que ganarlo todo durante varios a?os para ponerse a la altura del espa?ol.
Despu¨¦s de aquel primer t¨ªtulo mundial de 1969 llegaron nueve m¨¢s. Seis, en la menor de las cilindradas, y los otros cuatro, en 125 cent¨ªmetros c¨²bicos. Y podr¨ªan haber sido algunos m¨¢s, si no hubiera abandonado la categor¨ªa de 50 cent¨ªmetros c¨²bicos por voluntad propia, un poco por aburrimiento y otro poco por dejar que Ricardo Tormo, otro espa?ol al que ¨¦l sac¨® y ense?¨® mucho de lo que sabe, ganara y llegara a ser un d¨ªa su sucesor.
La vida de aquel zamorano recriado en Vallecas es ahora muy diferente de la de sus or¨ªgenes. Las motos le han dado a Angel Nieto mucho dinero, negocios, una casa impresionante en las afueras de Madrid, un parque de autom¨®viles asombroso. Est¨¢ casado y tiene dos hijos. Pero la estabilidad econ¨®mica y familiar no han sido obst¨¢culos para que el peque?o y nervioso piloto espa?ol ceje en su empe?o de seguir en la moto. "Tiene demasiado cargadas las pilas como para quedarse en casa o en un despacho", dicen los que se conocen bien. Y as¨ª es. No para quieto ni un momento. No aguanta sentado unos minutos. Tiene que moverse, levantarse, andar como a saltitos.
No se cuida nada. "El que necesita cuidarse es que no ha nacido para la moto", dice como toda disculpa. Tendr¨¢ raz¨®n, porque aunque su vida no sea la te¨®ricamente ideal de un deportista, su ansia de victoria, su t¨¦cnica, su valor, su experiencia y esa fr¨ªa inteligencia capaz de ordenar una carrera, como si fuera el tr¨¢fico, cuando est¨¢ montado a m¨¢s de doscientos kil¨®metros por hora, le hacen ser, sin duda, el indiscutible rey de las peque?as cilindradas y uno de los mejores pilotos del mundo de todos los tiempos.
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