?Canarias depender¨¢ de Lisboa?

El Gobierno espa?ol ha afirmado repetidas veces que la integraci¨®n de Espa?a en la Alianza Atl¨¢ntica debe realizarse respetando los puntos de vista de nuestro vecino, Portugal, y que Madrid y Lisboa no plantear¨¢n en el seno de la Alianza las disputas que plantean desde hace a?os griegos y turcos. Los portugueses, por su parte, por boca del presidente de la Rep¨²blica, han anunciado que interpondr¨¢n su veto a cualquier modalidad de incorporaci¨®n de Espa?a al mando militar integrado que perjudice sus intereses.De acuerdo con la organizaci¨®n actual de la alianza, Portugal continental y las islas Madeira est¨¢n encuadradas en el sector Iberlant, que depende del Saclant (mando aliado en el Atl¨¢ntico, en Virginia, Estados Unidos), y no del Sazceur (mando aliado en Europa). Las Azores dependen directamente de Virginia, sin pasar siquiera por el mando intermedio del Iberlant, radicado en Lisboa.

Si se respeta la organizaci¨®n actual, la costa occidental de Andaluc¨ªa, y sobre todo las islas Canarias, quedar¨¢n englobadas en el Iberlant. El capit¨¢n general de Canarias depender¨ªa de un almirante portugu¨¦s. Aqu¨ª, como en el caso de Gibraltar, se habla de un mando conjunto. El Iberlant depender¨ªa, alternativamente, de un almirante portugu¨¦s y de uno espa?ol, pero Lisboa no ha dado muestras de apreciar la soluci¨®n.

La posibilidad de que las Canarias dependieran directamente del Saclant, en Virginia, es remota y, en todo caso, deber¨ªa ser rechazada tajantemente por el Gobierno espa?ol. Los portugueses est¨¢n intentando recuperar el mando directo sobre las islas dentro de la OTAN desde que a ra¨ªz de la Revoluci¨®n de los Claveles surgieron en las Azores extra?os movimientos independentistas, sufragados por no se sabe qui¨¦n, aunque no faltaron quienes acusaron a la CIA. Lo cierto es que con la desaparici¨®n del peligro izquierdista en Portugal desaparecieron tambi¨¦n los movimientos de liberaci¨®n de las Azores.

La revisi¨®n de la zona de jurisdicci¨®n del Iberlant es inevitable, como lo ser¨¢n ciertas diferencias de criterio entre Madrid y Lisboa. Las negociaciones se efectuar¨¢n despu¨¦s de que Espa?a se haya incorporado a la estructura militar, con lo que, en cierta forma, desaparecer¨ªa una de las escasas fuentes de presi¨®n de que dispondr¨ªan los diplom¨¢ticos espa?oles.

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