Joaqu¨ªn, la bondad de un futbolista asturiano
Apuesto a que si usted se encuentra a Joaqu¨ªn en la calle, bajando la escalerona de la playa de Gij¨®n o paseando por el parque de San Francisco, de Oviedo, no pensar¨¢ ni por un momento que su profesi¨®n es la de futbolista. Apuesto que si habla con ¨¦l no se le ocurrir¨¢ pensar que es asturiano. Apuesto a que nunca dijo en una reuni¨®n el tan tra¨ªdo y llevado eslogan de "Asturias es Espa?a, y lo dem¨¢s, tierra conquistada". Ofrece cierto aspecto de estudiante maltratado por la rabia de los profesores o por la man¨ªa de los catedr¨¢ticos. As¨ª, de cerca, tiene cierto aire de opositor, aunque a ¨¦l le pone nervioso la observaci¨®n, casi toca madera cuando pronuncias esa palabra. "No, no; por Dios, no; por Dios, opositor, ?qu¨¦ comedura de coco!".Despu¨¦s de charlar un rato con Joaqu¨ªn, hijo ¨²nico, estudiante de segundo curso de Ciencias Empresariales, no se le puede imaginar dando patadas a un bal¨®n en un campo de f¨²tbol o corriendo detr¨¢s de un rival por el c¨¦sped. Camina lento, reposado, tiene maneras tranquilas y da la impresi¨®n de ser, como dir¨ªa el poeta, en el mejor sentido de la palabra, bueno. Un hombre bueno, un pedazo de pan. Quienes le conocen desde hace tiempo aseguran que es la bondad hecha carne y hueso largo.
Joaqu¨ªn comenz¨® a jugar al f¨²tbol a los 16 a?os. "Empec¨¦ tarde a jugar", en el Astur juvenil; a los 18 debut¨® en Primera Regional; un a?o despu¨¦s pas¨® al Deportivo Gij¨®n, de Tercera Divisi¨®n, y a los 20 a?os ascendi¨® al Sp¨®rting. Joaqu¨ªn, centrocampista, es jugador de la confianza de Santamar¨ªa, el seleccionador nacional, quien le llev¨® a la selecci¨®n ol¨ªmpica y a la selecci¨®n sub-23. "No pertenezco al grupo de futbolistas que de ni?os dorm¨ªan con un bal¨®n a los pies de la cama. A m¨ª la afici¨®n por el f¨²tbol me la inculc¨® mi padre, cuando yo era a¨²n peque?o, pero mi vida profesional. empez¨® tard¨ªa. Ser profesional del f¨²tbol en la actualidad es para m¨ª una loter¨ªa, porque a fin de cuentas me gano la vida en los estadios, pero por encima de todo es a mi afici¨®n por el f¨²tbol a lo que le doy gusto. Yo estoy seguro de que si ahora trabajara en una empresa seguir¨ªa jugando al f¨²tbol como aficionado".
Joaqu¨ªn es vergonzoso, le da apuro afirmar que es feliz a pesar de que tiene en su mano los argumentos necesarios para gritarlo a todos los que le rodean. "S¨ª; ahora hago lo que m¨¢s me gust¨® siempre. Ser futbolista era la primera aspiraci¨®n de mi vida; desde que tuve uso de raz¨®n so?aba con poder estar donde estoy y s¨¦ la fortuna que tengo al poder hacerlo, porque pienso que hoy d¨ªa es muy dif¨ªcil hacer lo que realmente te gusta. ?No lo cree as¨ª?". Tras la apostilla, tras la interrogaci¨®n, se calla, se corta, se queda del color gris del cielo asturiano, pienso que se reprime y que detiene las palabras porque le da verg¨¹enza confesar que es un hombre con suerte.
"P¨¦rdone, prefiero no responder"
Este hombre de pelo negro rizado, con manos de pianista consumado, larga nariz aguile?a, mirada temerosa y voz suave de ni?o bueno, tambi¨¦n pertenece a la legi¨®n de futbolistas que tienen la carrera colgada, los estudios alineados en las estanter¨ªas y los cates recogidos en un ba¨²l de la buhardilla. "Hace casi cinco a?os que dej¨¦ la carrera; de segundo curso tengo un mont¨®n de asignaturas pendientes y otras olvidadas. Estudiar cuando juegas al f¨²tbol es muy dif¨ªcil. S¨ª; es cierto que tienes tiempo libre para hincar los codos en una mesa delante de un libro, pero en la pr¨¢ctica es dif¨ªcil compaginar el bal¨®n con los libros de texto. Cuando sales de un entrenamiento, adem¨¢s de cansancio f¨ªsico, te invaden unas ganas locas de distraerte. En las concentraciones pasa lo mismo. Todo parece que es tiempo libre, pero lo ocupas en mil historias tontas para matarlo, y si tienes ganas de algo, es de volver a casa, con tu familia. Yo soy muy casero, en casa no me aburro nunca".
Pregunta: Hace poco tiempo se form¨® el Consejo Regional Asturiano. Imagino que est¨¢ usted al tanto de este tema.
Respuesta. Prefiero no opinar.
P: ?Por qu¨¦?
R: Todo lo que est¨¦ relacionado con la pol¨ªtica quisiera dejarlo al margen, preferir¨ªa no comentarlo.
P: ?Tiene miedo a algo o a alguien?
R: La vida de una persona es un compendio enorme y su pensamiento pol¨ªtico s¨®lo ocupa un espacio muy corto, un cap¨ªtulo escaso.
Organizaci¨®n del Tratado del Atl¨¢ntico Norte, Comunidad Econ¨®mica Europea, Malvinas, guerra Ir¨¢n-Irak, desierto del Sina¨ª, elecciones de Andaluc¨ªa, crisis del Gobierno espa?ol, 23 de febrero, tratado con Estados Unidos, etc¨¦tera. La respuesta, con distintas palabras, es siempre "no comment". Y a cada respuesta, un gesto beat¨ªfico, una sonrisa de paz, un "perdone, prefiero no responder".
P: ?Es usted apol¨ªtico, como dice ser el 99,99% de los jugadores de f¨²tbol de ¨¦lite de este pa¨ªs?
R: S¨ª.
P: ?Curioso?
R: Normal, como cualquier persona.
P: ?Qu¨¦ personaje de esta tierra le gustar¨ªa conocer?
R: Ninguno en especial. En serio: esta pregunta me la hicieron otras veces y siempre respondo que no tengo un deseo especial por conocer a nadie.
P: ?Ha le¨ªdo Camino?
R: No; pero me han hablado del libro.
P: ?Sabe qu¨¦ es el Opus Dei?.
R: S¨¦ lo que es, pero nunca me apuntaron.
"Es dif¨ªcil hablar de uno mismo"
P: ?Qu¨¦ sensaci¨®n le invade cuando pasea por la calle, ve a un mendigo tirado en la acera con un cartel plagado de faltas de ortograf¨ªa en el que explica su situaci¨®n laboral y familiar?
R: Me dan pena, mucha pena.
P: ?Sabe cu¨¢ntos parados hay en Espa?a?
R: Casi dos millones, ?no? Es un problema grave, y no s¨®lo de este pa¨ªs; el paro es general en muchos pa¨ªses del mundo.
P: ?Tiene usted solucionado su futuro?
R: Nadie tiene solucionada la vida. Nosotros, los futbolistas, tampoco. Nosotros gozamos ahora de independencia econ¨®mica, pero todos sabemos que el arco iris empieza en un lugar y acaba en otro, y nuestra profesi¨®n, por desgracia, es muy corta en el tiempo.
Creo que tienen raz¨®n quienes dicen que Joaqu¨ªn desprende bondad. No es lanzado en las respuestas, ni siquiera lo intenta; el riesgo de la aventura le debe quedar m¨¢s profunda que el corte de la mina. Cuando habla mueve, nervioso, las piernas, y cuando camina inclina un poco su estatura para no perder una sola frase de quien se dirige a ¨¦l.
P: Es usted una ruina para un periodista.
R: Resulta dif¨ªcil hablar de uno mismo, de c¨®mo entiende el mundo y de c¨®mo le gustar¨ªa que fuese. Las personas s¨®lo se conocen, y a veces no lo consiguen, a fuerza de convivir, de sufrir todos los d¨ªas las mismas experiencias, agradables o desagradables.
P: Escoja un club: Real Madrid, Barcelona o Valencia.
R: ?Para qu¨¦?
P: Para lo que quiera.
R: Real Madrid, por ejemplo.
P: ?Por qu¨¦?
R: Por su trayectoria deportiva.
P: ?Qui¨¦n ganar¨¢ el Mundial?
R: Brasil, Rep¨²blica Federal de Alemania, Argentina y Espa?a son las selecciones que m¨¢s posibilidades tienen.
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