Festival de inv¨¢lidos en Aranjuez

Tienen raz¨®n los detractores de la fiesta. El espect¨¢culo taurino es un buen montaje para torturar a un animalito indefenso. La corrida de ayer de Aranjuez fue eso: una c¨¢mara de tortura para seis toros que apenas se ten¨ªan en pie. Contra ellos salieron unos se?ores de luces, con la ventaja de la destreza frente a la invalidez y si no se marcharon llenos de trofeos es porque fallaron con la espada, porque el p¨²blico, que se comport¨® de modo absurdo toda la tarde, ten¨ªa muchas ganas de exhibir los pa?uelos.Si ¨¦sto sigue as¨ª, va haber que ir pensando en el "apaga y v¨¢monos". O buscar los responsables, aunque se escondan, como hizo ayer Manolo Lozano, empresario de la plaza.

Lozano no se hizo visible en el callej¨®n durante la casi media hora en que estuvo el primer sobrero en el ruedo. El callej¨®n era un ir y venir de carreras de subalternos, pues parece ser que no hab¨ªa m¨¢s toros en la plaza.

No sabemos si el empresario hab¨ªa ido a buscar otro toro, o hab¨ªa ido a meterse debajo de algo para eludir la bronca. All¨ª estuvimos perdiendo el tiempo, hasta que sali¨® el segundo sobrero, con el hierro invisible y tan inv¨¢lido como los dem¨¢s.

La corrida fue un festival pueblerino, en el que sobraron los picadores.

Los matadores han abusado de su superioridad sobre los endebles enemigos. S¨®lo Pepe Luis Vargas se vio en apuros con el quinto, ¨²nico que sac¨® fuerza, y lo m¨¢s destacado corri¨® a cargo del Ni?o de Aranjuez, que logr¨® alg¨²n muletazo largo y templado.

Lo dem¨¢s es mejor arrojarlo al pozo del olvido. El presidente mostr¨® falta de autoridad. El p¨²blico se dedic¨® a llamarle la atenci¨®n del sobrero agitando jerseis y chaquetas y el bicho estuvo a punto de saltar al callej¨®n dos veces, pero ning¨²n agente de la autoridad intervino para evitar aquel desatino. Adem¨¢s, en el primer toro dej¨® pasar el tiempo reglamentario sin enviar el aviso al Ni?o de Aranjuez.