Realismo electoral

Cuando una fuerza pol¨ªtica se sit¨²a en torno al 50% del voto popular, el cuerpo social desemboca a plazo corto en el bipartidismo. El PSOE acaba de obtener el 51% de los sufragios emitidos en Andaluc¨ªa. Y aunque ese resultado pueda traducirse en un porcentaje netamente inferior a escala nacional, el an¨¢lisis de lo ocurrido no puede hacerse bajo el prisma de la inmediatez y del formalismo. Es preciso reconocer que hoy por hoy, en Espa?a, la izquierda es el PSOE.(...)El PSOE ha conseguido en seis a?os desbancar, primero, al PCE como alternativa de izquierda, para desbancar, luego, al centro pol¨ªtico como alternativa de poder. Ambas im¨¢genes s¨®lo pueden convivir en un solo partido porque se trata s¨®lo de eso, de im¨¢genes. Pero hay que reconocer el valor y la operatividad que en una democracia tienen las im¨¢genes pol¨ªticas: el PSOE ha conquistado, de momento, la imagen de ser el ¨²nico partido de la izquierda y la ¨²nica alternativa de Gobierno. (...)

Si en pocos meses se articulara una opci¨®n electoral capaz de agrupar bajo una misma candidatura al centrismo, a la derecha aliancista, a los independientes y a los sectores empresariales, la victoria socialista podr¨ªa ser evitable. Frente a la ambig¨¹edad obligada del PSOE, una opci¨®n pol¨ªtica conjunta -sin que los partidos que participasen en ella tuvieran que perder su identidad- que levante bandera contra las nacionalizaciones, rechace todo acuerdo con los comunistas y recomponga, a la medida espa?ola, la oferta del europe¨ªsmo neoliberal, reformista y conservador, puede todav¨ªa ganar las pr¨®ximas elecciones y gobernar cuatro a?os.