El para¨ªso perdido de la prosa de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez
La que fuera directora general de Prisiones en la II Rep¨²blica se sirve de la prosa po¨¦tica Baladas de a?os, de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez, para recordar la obra del premio Nobel, cuyo centenario se cumpli¨® el pasado a?o. Ella reivindica la conveniencia de volver a esa prosa para entender el gran poder subyugante de que est¨¢ dotada la obra del "m¨¢ximo poeta".
He tenido el privilegio de recibir un ejemplar del libro in¨¦dito Baladas de amor antes de ser puesto a la publicidad (no est¨¢ a la venta). Ha sido editado por una gran empresa papelera para celebrar el centenario del poeta. Este privilegio se lo debo a la bondad y gentileza de un sobrino del poeta, Francisco Pinz¨®n Jim¨¦nez.Integra este libro, editado por primera vez por dicha empresa para celebrar el centenario del poeta, prosas sublimes in¨¦ditas que ven la luz por primera vez.
Desconoc¨ªa este tesoro ¨²nico del m¨¢ximo universal poeta. ,Este tesoro de prosa me ha fascinado, me fascinaba y no pod¨ªa soltar el libro de mis manos. Cada balada las he le¨ªdo una y otra vez y las sigo leyendo con pasi¨®n, fascinada por ese milagro de prosa plena de poes¨ªa y realidad, atra¨ªda por ese "para¨ªso perdido" que volvemos a encontrar en su pluma, en ese decir subyugante y esa realidad po¨¦tica plena de evocaciones revividas gracias a ¨¦l.
El deleite de esa prosa nos lleva en vilo hacia nuestro pasado, perdido a veces en nuestra lucha diaria, a?orado en otras ocasiones en que el esp¨ªritu necesita viejos apoyos y nuevas esperanzas. Gracias a la complejidad del esp¨ªritu de Juan Ram¨®n Jim¨¦nez podemos entrar en su intimidad. Debemos mencionar con gratitud a la revista Poes¨ªa, que en su ¨²ltimo n¨²mero, dedicado al poeta con motivo de su centenario, nos presenta su compleja personalidad intelectual, que -a nuestro juicio- ¨¦l mismo hubiese aprobado, poniendo ante nuestros ojos aturdidos la maravillosa creaci¨®n de su prosa, cuyo estudio debiera imponerse en las universidades literarias para la formaci¨®n de los j¨®venes interesados en un idioma de expresi¨®n creadora material y espiritual. Cierto que nadie podr¨¢ imitar ese estilo, pero se puede ir logrando ese acercamiento de los esp¨ªritus j¨®venes y su anhelo de superaci¨®n de esa lucha que impone la vida actual.
Prosa sublime
Esc¨®jase lo que se quiera para entrar en el estudio de su prosa, sus libros de poes¨ªa rimada, lleven el t¨ªtulo que lleven: Est¨ªo, Diario de un poeta y mar, R¨ªos que se van, Voces de mi copla, Diario de un poeta reci¨¦n casado, etc¨¦tera, encontrar¨¦is el mismo milagro: su poes¨ªa es sublime prosa que nos deja at¨®nitos a su primera lectura.
Voy fascinada entre Eleg¨ªas andaluzas y Baladas de amor. Quiera el destino llevar a la juventud por el dif¨ªcil y necesario camino de la fuerza del presente hacia lo universal.
Cierro estas l¨ªneas con una rase de Juan Ram¨®n: "Los juegos de los ni?os. ?Qu¨¦ cosa tan delicada y divina son! Qu¨¦ sentido de eternidad tienen, de fe, de creencia en la creaci¨®n. La muerte no parece posible que sea para uno definitiva".
fue directora general de Prisiones durante la II Rep¨²blica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.