El Atelier de Lovaina presenta un montaje de 'La cacat¨²a verde', del checo Otomar Krejca
Es uno de los mejores grupos europeos de teatro
En el Teatro Espa?ol de Madrid se presenta hoy una de las mejores agrupaciones teatrales de Europa, la belga Atelier Theatral, de Louvain-la-Neuve (Lovaina), que viene con un montaje del gran director checo Otomar Krejea sobre la obra La cacat¨²a verde, del alem¨¢n Arthur Schnitzler. El Atelier Theatral actu¨® la pasada semana en el Centro Cultural de la Caixa de Tarrasa y, a su llegada ayer a Madrid, su primer actor e inspirador, Armand Delcampe, se mostraba satisfecho de la experiencia. "No tuve la impresi¨®n", dijo, "de actuar en una lengua extranjera. Era un p¨²blico de gran inteligencia teatral".
Armand Delcampe elogia la trayectoria de Otomar Krejea, que no ha venido a Espa?a porque, cuando prepara un nuevo montaje, "se somete a un radical aislamiento", y cree que el ¨¦xito de su compa?¨ªa se debe, fundamentalmente, a que no hace la elecci¨®n de la obra "con criterios de esnobismo ni de teatralidad internacional, con tics festivaleros ni de cultura de aeropuerto, sino pensando en el p¨²blico del entorno". "Cuando un espect¨¢culo tiene ¨¦xito en su propio entorno, se sabe que triunfar¨¢ en cualquier otra parte", asegur¨®.Otomar Krejca lleg¨® al Atelier Theatral de Lovaina despu¨¦s de una trayectoria vital y profesional triunfante y, a la vez, traum¨¢tica. Director de teatro en Checoslovaquia, y de Teatro detr¨¢s de la puerta (Diuadlo na Zabranov), las f¨®rmulas de Krejca alcanzan gran fama durante los ¨²ltimos a?os de la d¨¦cada de los sesenta, y en concreto, en la llamada Primavera de Praga, en 1968. Fracasado aquel intento liberalizador, empiezan a?os de dificultades para Krejca, que marcha en 1975 al exilio y se instala en la Alemania Federal. Desde entonces, sus grandes ¨¦xitos internacionales, reconocido ya como maestro en todo el mundo, son silenciados en su pa¨ªs. "Las autoridades de Checoslovaquia le convierten en un muerto civil y, si tienen que citar alg¨²n espect¨¢culo montado por ¨¦l, suprimen su nombre", explica Delcampe.
La relaci¨®n del director checo con el Atelier de Lovaina se inicia cuando Krejca abandona Alemania un tanto abrumado por la faceta industrial que aquel pa¨ªs imprime a sus grandes teatros nacionales, que Krejca dirigi¨® en Colonia. "Es muy importante en nuestro trabajo el que se realice de una forma continuada y que se concrete en unos pocos montajes porque se concentran todas las posibilidades, las de la compa?¨ªa y las de la escuela, toda la artesan¨ªa t¨¦cnica del equipo. Es decir, hacer teatro de acuerdo con las posibilidades art¨ªsticas y humanas que se tienen, no en funci¨®n de modas o tics festivaleros, ni pensando en los resultados. Shakespeare y Moli¨¨re nunca se preocuparon por el marketing".
Esa filosof¨ªa, tan distante a la que inspira el teatro comercial y, muchas veces, al teatro oficial, la mantiene el grupo de Armand Delcampe desde sus comienzos. Por eso cuidan la continuidad de sus actores y t¨¦cnicos -"esta fidelidad al elenco no es demagogia sino en funci¨®n del resultado del trabajo. La dramaturgia es eso; cuando Shakespeare perdi¨® al actor de Falstaff suprimi¨® el papel", afirma Delcampe-, y mantiene tambi¨¦n sus or¨ªgenes, cuando en 1975 inicia sil trabajo con una granja por todo local y realizando las primeras representaciones bajo un chapit¨®. La fe, el gusto, la pasi¨®n por el teatro, y el arte al fin y al cabo, no necesitan mucho m¨¢s para encumbrarse en el aplauso.
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