Los encuentros bilaterales entre los l¨ªderes de los 'siete grandes' dominaron la jornada de ayer en Versalles

Los encuentro bilaterales entre los jefes de Estado o Gobierno de los siete pa¨ªses industrializados m¨¢s importantes sirvieron ayer de aperitivo de la octava cumbre occidental, que se inaugur¨® con todo el esplendor franc¨¦s en una cena de gala en el que fuera palacio del Rey Sol de Versalles. La dif¨ªcil situaci¨®n econ¨®mica occidental, que se vislumbra como el n¨²cleo de este encuentro en la cumbre, dej¨® paso ayer a las entrevistas sobre el conflicto de las Malvinas y los problemas del comercio mundial.

Con anterioridad a un encuentro entre el presidente norteamericano Reagan y la primera ministra brit¨¢nica Thatcher para discutir la cr¨ªtica situacion en las Malvinas, la atenci¨®n de las horas previas a la cumbre estuvo en las cuestiones comerciales. Estas, junto con la elaboraci¨®n de una nueva estrategia monetaria para Occidente, forman la agenda econ¨®mica de la cumbre.Reagan se reuni¨® tambi¨¦n durante una hora con el primer ministro japon¨¦s, Suzuki, al que, como hab¨ªa hecho el d¨ªa anterior con el presidente Mitterrand, le expuso sus ideas sobre la necesidad de liberalizar el comercio mundial. El presidente norteamericano se mostr¨® "muy satisfecho" por el reciente anuncio nip¨®n de medidas para abrir sus mercados.

Posibilidad de compromiso

Previamente, el secretario del Tesoro, Donal Regan, hab¨ªa dejado entrever que Estados Unidos pod¨ªa prestarse a un compromiso en los dos temas fundamentales que dividen a los siete asistentes a la cumbre. Este compromiso podr¨ªa reflejarse en el apoyo europeo, fundamentalmente el franc¨¦s, a la idea norteamericana de restringir la transferencia de recursos financieros y tecnol¨®gicos a los pa¨ªses del Este a cambio de una concesi¨®n por el lado estadounidense: el establecimiento de un comit¨¦ dentro del Fondo Monetario Internacional, pero compuesto s¨®lo por los cinco principales pa¨ªses occidentales, para ejercer alg¨²n tipo de supervisi¨®n e intervenci¨®n en la pol¨ªtica monetaria cambista de Occidente.

El establecimiento de este comit¨¦ de estudio, al que habr¨ªa que a?adir otro para analizar las cuestiones comerciales, se ha interpretado en algunos medios como una clara indicaci¨®n del aparente giro que se estar¨ªa produciendo en la posici¨®n de Washington respecto a la necesidad de abandonar su firme pol¨ªtica monetaria y fiscal.

'Nuevo modelo de desarrollo'

Sin embargo, la creaci¨®n de este comit¨¦ no fuerza a nada a los pa¨ªses asistentes a la cumbre. Es significativo, en este sentido, que el presidente socialista, Fran?ois Mitterrand, vaya a proponer hoy, en su primer discurso, todo un programa de 45 puntos que establecen "un nuevo modelo de desarrollo" para superar la crisis.

Las posibilidades de que este magno plan, seg¨²n es considerado en medios oficiosos parisienses, sea aceptado por el resto de sus colegas son muy peque?as, pero la intervenci¨®n del l¨ªder galo servir¨¢ para dar un tono magn¨ªfico a una cumbre que, como las siete anteriores, sigue estando caracterizada por una situaci¨®n econ¨®mica global muy dif¨ªcil y sin esperanzas inmediatas de salida de la crisis.

Con m¨¢s de veintis¨¦is millones de desempleados en los siete paises representados y una pol¨ªtica monetaria seriamente restrictiva en por lo menos cinco de ellos, las probabilidades de un relanzamiento econ¨®mico que amortigue el problema social del desempleo ser¨¢n obviamente muy reducidas.