Otro dentista bilba¨ªno hab¨ªa sido v¨ªctima de un secuestro el pasado mes de marzo
Otro odont¨®logo bilba¨ªno, cuyo nombre no ha sido revelado, fue v¨ªctima el pasado mes de marzo de un secuestro temporal similar al realizado hace diez d¨ªas en la persona de Luis Manuel Allende y protagonizado probablemente por la misma banda de extorsionistas, seg¨²n informaba ayer el diario Deia. No se descarta que ambos secuestros formen parte de una campa?a de obtenci¨®n de fondos por parte de alg¨²n grupo terrorista que estar¨ªa dispuesto a repetir la experiencia. El secuestro de Luis Manuel Allende finaliz¨® el pasado d¨ªa 9, y una vez puesto en libertad, el odont¨®logo neg¨® haber pagado rescate alguno.
El secuestro de marzo se inici¨® con caracter¨ªsticas pr¨¢cticamente id¨¦nticas a las del que tuvo como v¨ªctima al doctor Allende, si bien en aquella ocasi¨®n los secuestradores dieron al extorsionado la posibilidad de quedar inmediatamente en libertad si era capaz de conseguir dos millones de pesetas en un plazo de veinticuatro horas. Como consecuencia del acuerdo logrado, el dentista se comprometi¨® a entregar dicha cantidad, mediante el sistema de dejar el dinero en el interior del maletero de su coche.El odont¨®logo bilba¨ªno consigui¨® que los extorsionistas aceptasen que el coche no fuera conducido por ¨¦l, sino por un sobrino suyo. El autom¨®vil deb¨ªa ser aparcado a la puerta de un determinado bar situado en la localidad vizca¨ªna de Guecho, dejando abierto -pero entornado- el maletero del mismo, en cuyo interior estar¨ªa la bolsa con el dinero.
Las condiciones fueron cumplidas en todo, excepto en que el supuesto sobrino fue sustituido por un polic¨ªa de paisano. A la hora indicada, el, coche aparc¨® a la puerta del bar, cuyo propietario recibi¨® poco despu¨¦s una llamada telef¨®nica en la que el an¨®nimo comunicante, haci¨¦ndose pasar por el propietario del autom¨®vil, le rogaba que verificase "si se hab¨ªa dejado abierto el portamaletas". A simple vista, al due?o del bar le pareci¨® que el portamaletas estaba cerrado, y as¨ª se lo dijo al comunicante.
Este ¨²ltimo insisti¨® en que verificase el hecho, a lo que el propietario del establecimiento, algo molesto, grit¨® que ya hab¨ªa mirado. El polic¨ªa se acerc¨® entonces, y tras ense?arle la placa, le susurr¨® que dijera que, efectivamente, el portamaletas estaba abierto. Sin sospechar qu¨¦ ocurr¨ªa, el due?o del bar dijo entonces: "Oiga, aqu¨ª hay, un polic¨ªa que dice que el maletero est¨¢ abierto". Naturalmente, nadie se present¨® a recoger el dinero. A ra¨ªz de tales hechos, el doctor extorsionado ha tenido que abandonar la ciudad de Bilbao. Por lo dem¨¢s, el hecho de que la nota dejada en el domicilio de Luis Manuel Allende por sus secuestradores fijando la cantidad exigida para el rescate fuera una fotocopia en la que no figura el nombre del destinatario, podr¨ªa indicar que no se trata de un hecho aislado, sino de una campa?a de extorsi¨®n generalizada, que podr¨ªa traducirse en nuevos secuestros. En la nota, aparte de las condiciones del rescate, figura la siguiente fase: "Seg¨²n informes recibidos; por esta organizaci¨®n y teniendo conocimiento de su buena situaci¨®n econ¨®mica, nos vemos obligados a exigirle la cantidad de quince millones en concepto de multa revolucionaria".
La cifra del rescate aparece escrita a mano sobre un espacio dejado en blanco en el texto mecanografiado. Luis Manuel Allende permaneci¨® ocho d¨ªas en poder de sus secuestradores, que le mantuvieron en una tienda de campa?a en alg¨²n lugar monta?oso, y fue puesto en libertad en la madrugada del mi¨¦rcoles.
Medios policiales siguen desconociendo la identidad de los secuestradores y si pertenecen a alguna de las ramas de ETA.
La posibilidad de que otros dentistas hubieran recibido amenazas o exigencias similares no pudo ser ayer verificada en el Colegio de Odont¨®logos de Vizcaya.
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