Rodolfo Mart¨ªn Villa,

vicepresidente primero del Gobierno, desgran¨® la noche del mi¨¦rcoles ante un nutrido grupo de comensales, en su mayor¨ªa periodistas leoneses, el repertorio musical de su infancia, compuesto al cincuenta por ciento por canciones de la tierra y otras aprendidas en el colegio de los Padres Agustinos. Durante las varias horas de ¨¢gape, servido en el m¨¢s puro estilo pantagr¨²elico que prodiga el restaurante La Charola, de Villafranca del Bierzo, el vicepresidente del Gobierno encontr¨® en su compa?ero de colegio y de Gobierno, Manuel N¨²?ez, ministro de Sanidad, el m¨¢s firme apoyo vocal para amenizar la noche. En medio de ambos pol¨ªticos, cargando la melod¨ªa unas veces hacia el vicepresidente y otras hacia el ministro, pon¨ªa sobresalientes notas de tenor agudo Fernando Roa, presidente de la Casa de Le¨®n en Madrid, que oficiaba de anfitri¨®n. No era f¨¢cil hacerse a la idea de que era el mismo Mart¨ªn Villa de expresi¨®n parca y huidiza que todos conocemos el que entonaba mano a mano, con su m¨¢s pr¨®ximo comensal, la siguiente copla: "Tan cojonudo eres t¨² como yo/ que yo como t¨² / que somos los dos".