Los bancos aseguradores se han quedado con 13.000 millones de la emisi¨®n de deuda p¨²blica a medio plazo
Seg¨²n las primeras estimaciones realizadas entre el grupo de los ocho primeros bancos nacionales -Banesto, Central, Hispano, Bilbao, Vizcaya, Santander, Popular y Exterior- que aseguraron el primer tramo de la emisi¨®n de deuda p¨²blica a medio plazo, dos tercios de los 40.000 millones puestos en circulaci¨®n se han colocado entre particulares y otras instituciones, mientras que los 13.000 millones de pesetas restantes han ido a engrosar la cartera de t¨ªtulos de estos bancos. Ello supone una peor colocaci¨®n que en a?os anteriores.
La distribuci¨®n de la emisi¨®n, seg¨²n estos c¨¢lculos, se habr¨ªa repartido a partes iguales entre particulares, instituciones y grupo asegurador. En fuentes de estos bancos se reconoce que la emisi¨®n de deuda del primer semestre del a?o se coloca en peores condiciones que la de fin de a?o, en la que los particulares suelen comprar en mayores cantidades para poder desgravar posteriormente en la liquidaci¨®n del impuesto sobre la renta.No obstante, y comparando los resultados de este a?o con los correspondientes a 1981, se observa un importante aumento de la parte que se ha quedado sin colocar en poder de los ocho aseguradores. En mayo del pasado a?o se pusieron en circulaci¨®n 30.000 millones de pesetas, de los que 6.000 se qued¨® el grupo asegurador que, en aquella ocasi¨®n estaba formado s¨®lo por los siete grandes bancos. En la emisi¨®n de este a?o, el grupo se ha visto aumentado por la incorporaci¨®n del Banco Exterior de Espa?a.
Primas de colocaci¨®n
La parte no colocada en la emisi¨®n de mayo de 1981 supuso el 20% de la misma, mientras que en este a?o el porcentaje ha subido hasta el 33%; y ello a pesar de que las instituciones interesadas en vender la mayor parte de los fondos llegaron a incrementar las primas de colocaci¨®n, que inicialmente se hab¨ªan fijado en el 2,75% y que posteriormente lleg¨® a alcanzar el 6,5%.La reducci¨®n en la desgravaci¨®n fiscal de que se beneficiaban los particulares que compraran deuda p¨²blica, pasando del 22% al 15%, en igualdad de condiciones que las dem¨¢s emisiones favorecidas, podr¨ªa ser una de las causas de este descenso en la aceptaci¨®n privada. El hecho de que, si las instituciones quieren desgravar sobre el impuesto de sociedades el 10% de los fondos que compren es necesario que mantengan su volumen de deuda p¨²blica durante los cinco a?os de vida y no puedan amortizarlos al cabo de los tres primeros (como hab¨ªa sido habitual hasta ahora), tambi¨¦n ha provocado un retraimiento por su parte.
Agravio comparativo
Con estos resultados, obtenidos con los primeros 40.000 millones de pesetas de deuda p¨²blica a medio plazo, en c¨ªrculos bancarios pr¨®ximos al grupo asegurador se afirma que existe una voluntad creciente de no asegurar el segundo tramo, que se sacar¨¢ en los ¨²ltimos meses del a?o. Como se sabe, quedan a¨²n por poner en marcha 87.000 millones de pesetas, que en principio podr¨ªan incrementarse, ya que la deuda a corto plazo no est¨¢ siendo comprada en el volumen necesario en las subastas que se realizan quincenalmente.Las cajas de ahorro han manifestado reiteradamente su voluntad de adquirir y asegurar la menor parte posible de las emisiones puestas en circulaci¨®n, argumentando que si la deuda a corto no tiene aseguramiento no es razonable mantener esta situaci¨®n en un producto similar que solamente var¨ªa en el plazo de amortizaci¨®n. Las instituciones bancarias, adem¨¢s, consideran que existe un agravio comparativo respecto a emisiones anteriores consistente en que este a?o ha desaparecido, por un error administrativo, la bonificaci¨®n del 95% de que gozaban los fondos que se quedaban en las carteras de las instituciones financieras a la hora de liquidar el impuesto de sociedades. En a?os anteriores, la Administraci¨®n, al hacer efectivos los intereses, devengados por los t¨ªtulos de deuda p¨²blica, reten¨ªa el 16% a cuenta de dicho impuesto, cuyo tipo efectivo es el 33%. La diferencia entre el 16% retenido anticipadamente y el efectivo era la parte que ten¨ªa la bonificaci¨®n del 95%.
En la disposici¨®n administrativa que regulaba las condiciones de emisi¨®n de deuda p¨²blica a medio plazo para este a?o no se hizo referencia a esta bonificaci¨®n y, en contra de lo esperado por los bancos, no se ha aplicado. Esto ha motivado nuevas tensiones entre las partes.
Con todo ello, aumentan las posibilidades de descuelgues a la hora de asegurar la segunda parte de la emisi¨®n, protagonizados por algunos bancos, al tiempo que las cajas de ahorro tratar¨¢n de ver disminuir las cantidades adjudicadas a ellas.
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