Invencion y desarrollo
La mayor parte de los inventos propuestos hasta comienzos de la Edad Moderna debieron poco o nada a la ciencia: recu¨¦rdese la domesticaci¨®n de plantas y animales, el arado, la metalurgia, la arquitectura y la navegaci¨®n costera. Desde el siglo XVII, y muy particularmente desde mediados del XIX, las cosas cambiaron radicalmente. El microscopio ¨®ptico se funda sobre la ¨®ptica; el electr¨®nico, sobre la mec¨¢nica cu¨¢ntica; el reloj de p¨¦ndulo y el regulador de Watt se fundan sobre la mec¨¢nica; el generador y el motor el¨¦ctricos se fundan sobre la electrodin¨¢mica; los productos sint¨¦ticos que utilizan la industria y la medicina se fundan sobre la qu¨ªmica; las supervariedades que est¨¢n revolucionando la agricultura se fundan sobre la gen¨¦tica.Al decir que un invento se funda sobre una ciencia no se dice que esta ciencia baste, sino que se la emplea, poco o mucho, en el dise?o del invento. Por ejemplo, el inventor del generador el¨¦ctrico emple¨® los resultados experimentales y las especulaciones te¨®ricas de Faraday. Marc¨®ni patent¨® la radio, que invent¨® desarrollando y explotando las ideas te¨®ricas de Maxwell y los experimentos de Hertz, ninguno de los cuales se interes¨® por inventar otra cosa que teor¨ªas y experimentos para comprender las cosas.
Explotar lo que se sabe
El inventor con tempor¨¢neo no necesita saber mucha ciencia, pero tampoco puede ignorarla, puesto que lo que suele llamarse principio de un invento moderno es una propiedad o ley descubierta en alguna investigaci¨®n cient¨ªfica, ya b¨¢sica, ya aplicada. Por ejemplo, el principio del avi¨®n a reacci¨®n es el principio newtoniano de la igualdad de la acci¨®n y la reacci¨®n, y el principio de los antihistam¨ªnicos es la relaci¨®n ant¨ªgeno-anticuerpo, descubierta por los inmun¨®logos. Lo caracter¨ªstico del inventor no es que sabe mucho, sino que explota al m¨¢ximo lo que sabe. Tiene gran imaginaci¨®n y, casi siempre, gran sentido pr¨¢ctico. (Cuando carece de este ¨²ltimo, decimos que es un proyectista y sospechamos que est¨¢ loco.) No,es que el inventor tenga m¨¢s imaginaci¨®n que el cient¨ªfico te¨®rico o experimental, sino que tiene una imaginaci¨®n de tipo diferente: se las ingenia para dise?ar artefactos o procedimientos que tal vez resulten ¨²tiles, en tanto que el cient¨ªfico se las ingenia para averiguar c¨®mo son las cosas. Por esto es raro que el inventor y el cient¨ªfico se den en una misma persona: son poqu¨ªsimos los cient¨ªficos que han patentado inventos, y muy contados los inventores que han hecho descubrimientos cient¨ªficos. (Einstein, que se vio obligado a trabajar largos a?os en una oficina de patentes, jam¨¢s patent¨¢ algo; Edison, que invent¨® el mayor n¨²mero de patentes, jam¨¢s descubri¨® una ley o invent¨® una teor¨ªa.)
El invento es el primer eslab¨®n de una nueva t¨¦cnica o de una nueva etapa en una t¨¦cnica establecida. Luego del invento viene el desarrollo, etapa en la que naufraga la mayor parte de los inventos. Es preciso construir un prototipo, o bien prodlicir un pu?ado de semillas de una nueva variedad, o unos gramos de una nueva droga, o un plan detallado de una nueva organizaci¨®n. Una vez producidos estos artefactos es preciso ponerlos a prueba para ver si sirven. En el caso de una nueva droga, las pruebas suelen exigir varios a?os y mucho dinero. (Se estima que un nuevo producto farmac¨¦utico exige un gasto del orden de un mill¨®n de d¨®lares invertidos en asegurar que es eficaz y no es da?ino.) Muchos inventos que parecen bellos en el papel fracasan en esta etapa del desarrollo. (A veces se los retorna a?os despu¨¦s, cuando se dispone de nuevos m¨¦todos m¨¢s poderosos.)
Dise?o de producci¨®n
Los inventos que sobreviven la etapa de la prueba se someten a la segunda etapa del desarrollo, a saber, el dise?o de su producci¨®n en escala mediana o grande. En algunos casos esto puede exigir la construcci¨®n de una planta piloto ¨ªntegra, lo que exige nuevos inventos. (En la t¨¦cnica, como en la ciencia y en la vida, una cosa lleva a la otra.) Aun construida, la planta piloto puede no marchar satisfactoriamente, ya por motivos t¨¦cnicos, ya por escasez de personal competente. Y aun s¨ª marcha, puede ocurrir que no sea rentable econ¨®micamente. No es de extra?ar entonces que la mayor parte del presupuesto de investigaci¨®n y desarrollo se vaya en las etapas, de desarrollo. La regla emp¨ªrica es esta: por cada diez d¨®lares del presupuesto total de I & D, un d¨®lar se dedica a la investigaci¨®n b¨¢sica; dos d¨®lares, a la aplicada, y siete d¨®lares, a la investigaci¨®n t¨¦cnica y el desarrollo.
Si el nuevo artefacto, producto. o procedimiento resulta eficaz y promete ser de provecho, sea para la empresa, sea para el p¨²blico, se pone en producci¨®n. Esta etapa requiere nuevas innovaciones t¨¦cnicas, tanto en lo que respecta al proceso productivo cuanto en lo que se refiere a la organizaci¨®n y financiaci¨®n. La intervenci¨®n de t¨¦cnicas fundadas sobre las ciencias aplicadas, tanto naturales como sociales, ser¨¢ tanto m¨¢s importante cuanto m¨¢s novedosa y masiva sea la l¨ªnea de producci¨®n. Finalmente viene el proceso de comercializaci¨®n o distribuci¨®n del producto o servicio. Tambi¨¦n aqu¨ª pueden intervenir t¨¦cnicas fundadas sobre ciencias aplicadas. Y tambi¨¦n aqu¨ª la innovaci¨®n no es resultado autom¨¢tico de la aplicaci¨®n rutinaria de conocimientos ya adquiridos: ¨¦stos proporcionan el combustible inicial, pero no hay ignici¨®n sin el ingenio particular del inventor, quien procede m¨¢s intuitivamente que racionalmente.
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