Defensa de la Espa?a pobre

Quiz¨¢ parezca parad¨®jico dar las gracias a un se?or que escribounos art¨ªculos que narran el lento asesinato de unas regiones, pero, en este caso, el se?or Barrenechea ha hecho la mejor defensa que a la Espa?a pobre se pudiera hacer.Imagino que los muchos nacionalistas que a¨²n no sab¨ªan, o no quer¨ªan, discernir entre Madrid y Castilla tendr¨¢n ahora motivos m¨¢s que suficientes para hacerlo, y si no, es que a¨²n pretende continuar con ese intencionado mito que identifica al verdugo y su v¨ªctima.

Gracias, se?or Barrenechea, por esos art¨ªculos tan duros..., y tan reales. Algunos castellanos que hemos tenido la obligaci¨®n de emigrar a veces nos vemos desesperados cuando irremediablemente vemos morir nuestra tierra. ?Qu¨¦ podemos hacer si all¨ª s¨®lo quedan nuestros padres, viejos ya y sin esperanza?, ?y si en nuestros lugares de emigraci¨®n ni siquiera tenemos cajas de ahorro que puedan encauzar los nuestros hacia nuestra tierra?

Todos hemos sido testigos del lento asesinato de Castilla, la primera y mayor v¨ªctima del centralismo, especialmente en los ¨²ltimos cuarenta a?os. A¨²n sigue habiendo dos Espa?as: la Espa?a pobre y la Espa?a rica; la explotada y saqueada ante la explotadora e insolidaria.

Quiero hacer una llamada a todos esos pol¨ªticos que creen en el contenido moral de la pol¨ªtica. Durante cuarenta a?os se pidi¨® abolir la dictadura ideol¨®gica de una Espa?a sobre la otra. Yo, humildemente, les pido que acaben ya con la dictadura econ¨®mica de la Espa?a rica contra la otra Espa?a. ?Dar una oportunidad a la democracia! /