Contin¨²a la ausencia de explicaciones en el juicio por el 'caso Almer¨ªa'
Con la declaraci¨®n del guardia civil Juan Mart¨ªnez Castro, conductor del Ford Fiesta en el que eran conducidos Luis Montero, Luis Cobo y Juan Ma?as, mientras eran supuestamente trasladados a Madrid, por la carretera comarcal de G¨¦rgal en la madrugada del d¨ªa 10 de mayo de 1971, se inici¨® ayer la fase de la prueba testirical ante el tribunal que juzga el caso Almer¨ªa.
El guardia Mart¨ªnez Castro, adem¨¢s de ser el conductor del veh¨ªculo en que iban las v¨ªctimas particip¨® en la detenci¨®n de los tres j¨®venes en Roquetas de Mar y en el rastreo de unas playas del noreste de Almer¨ªa, en un punto opuesto a Roquetas, donde los procesados afirman que Juan Ma?as hab¨ªa declarado haber abandonado unas bolsas.El testigo contest¨® en primer lugar a las preguntas del fiscal, centradas en la detenci¨®n de los j¨®venes en Roquetas y en el momento en que se produce la supuesta agresi¨®n de ¨¦stos en el punto kilom¨¦trico 8,400 de la carretera de G¨¦rgal. Relat¨® que la detenci¨®n se realiz¨® en la puerta de un comercio y que los j¨®venes se quedaron sorprendidos, preguntando varias veces "?qu¨¦ pasa?". El testigo declara que la conducta de los detenidos fue correcta y que obedecieron las indicaciones del grupo de guardias civiles que procedi¨® a su detenci¨®n. Mart¨ªnez Castro, que fue encargado posteriormente de llevar el Ford Fiesta de los j¨®venes desde Roquetas a la comandancia de la Guardia Civil de Almer¨ªa y que ser¨ªa el conductor de este coche en todas las operaciones realizadas en la noche del 9 al 10 de mayo de 1981, cuenta al fiscal que cuando se dirig¨ªan a G¨¦rgal los detenidos iban esposados y sentados con toda normalidad en el asiento trasero.
-?Qu¨¦ pas¨® en el lugar donde se sit¨²an los hechos culminantes de este proceso?, pregunta el fiscal.
-Not¨¦ que me tocaban por detr¨¢s y sent¨ª un golpe detr¨¢s de la cabeza. Se abalanzaron sobre m¨ª. Yo me tir¨¦ del coche.
Este punto fue ampliado m¨¢s tarde por el testigo a preguntas del acusador: "Recib¨ª un golpe y vi caer algo as¨ª como una sombra sobre mi compa?ero". Cuando se le pide que describa la forma de esa sombra, responde: "No puedo precisarla". Tampoco puede precisar el testigo la manera como se produjo su salida del coche. S¨®lo que abri¨® la puerta izquierda y se lanz¨® hacia fuera. A las preguntas detalladas que le dirige el acusador sobre los distintos momentos en que se descompone esta acci¨®n, el testigo responde casi siempre con un "no lo s¨¦". Antes, a una pregunta del acusador particular sobre los veh¨ªculos que formaban la caravana, el testigo manifest¨® que no pod¨ªa precisar cuando se apercibi¨® de que detr¨¢s de su veh¨ªculo iban dos coches de escolta, aunque en otro momento manifest¨® que fue en el cruce de Tabernes, al dejar la carretera Almer¨ªa-Murcia y tomar la de G¨¦rgal.
Tras la declaraci¨®n del guardia conductor, Mart¨ªnez Castro, declar¨® el guardia que acompa?¨® a aquel como escolta del Ford Fiesta de los detenidos, Eduardo Fenoy. Coincidi¨® con su compa?ero en que la conducta de los j¨®venes al ser detenidos fue correcta, y que manifestaron sorpresa por su detenci¨®n. En lo que se refiere a la conducta de los detenidos mientras eran conducidos en el Ford Fiesta, supuestamente hacia Madrid, el testigo Ferioy manifiesta que fue normal hasta el momento que se abalanzaron sobre ¨¦l. En este momento el guardia Fenoy, seg¨²n manifest¨®, abri¨® la puerta derecha, no sabe c¨®mo; se tir¨®, no sabe tampoco c¨®mo -si de cabeza o por los pies- y qued¨® tendido en el arc¨¦n de la carretera. Al preguntarle el acusador particular porque no protegi¨® a su compa?ero, ya que su misi¨®n era la de vigilar, responde que cuando quiso hacerlo, aqu¨¦l ya se hab¨ªa tirado por la puerta izquierda del veh¨ªculo.
En la sesi¨®n de ma?ana seguir¨¢n testificando el resto de los guardias civiles que formaban la caravana.
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