Simbiosis f¨²tbol-ajedrez
Tras varios a?os de observaci¨®n y estudio he logrado la simbiosis f¨²tbol-ajedrez. Es decir: la misma t¨¦cnica que representa una batalla (ajedrez) sirve para vivir un partido de f¨²tbol.El ajedrez es el juego por excelencia desde hace siglos; el f¨²tbol, la competici¨®n m¨¢s universal y actual. De la fusi¨®n de ambos deportes he logrado uno nuevo, al que llamamos balonmesa, como hay baloncesto, balompi¨¦, balonmano, balonvolea.
En s¨ªntesis: un tablero o campo dividido en 14 X 12 escaques blancos y verdes, con rayado representativo de c¨ªrculo central, ¨¢reas, porter¨ªas, etc¨¦tera; veintid¨®s piezas-jugadores y una pieza-bal¨®n. En las piezas est¨¢n reflejadas las caracter¨ªsticas y evoluciones de los jugadores seg¨²n su puesto te¨®rico. As¨ª, un aut¨¦ntico delantero centro juega como la dama; los extremos, como las torres; los defensas..., el portero... El bal¨®n carece de movimiento propio, recibe el del jugador que lo tiene consigo en la misma casilla: el jugador no acompa?a al bal¨®n en el desplazamiento... Estas normas suponen el 90% del reglamento.
El desenvolvimiento es cient¨ªficamente perfecto porque tiene las cualidades y rigor del ajedrez; si bien resaltan su amenidad y sentido del juego al representar, en lugar de una batalla, una competici¨®n deportiva. Igualmente ejercita las aptitudes mentales y requiere t¨¢ctica. Desdoblar o evolucionar el ajedrez y sintetizar el f¨²tbol puede tener trascendencia universal. No se trata de una efervescencia m¨¢s del Mundial-82; est¨¢ conseguido a base de tiempo, observaci¨®n y entusiasmo.
Pero como usted explicaba en su art¨ªculo hace pocos d¨ªas, el reverso del entusiasmo es la irritaci¨®n. He sentido irritaci¨®n contra m¨ª mismo por molestarme en pensar en un pa¨ªs en el que se lee poco y se investiga/piensa menos, y por no querer acordarme del dicho de Antonio Machado... el castellano/ espa?ol "desprecia cuanto ignora".
He tratado de divulgar la idea, pero no tengo padrinos para presentarme en Televisi¨®n Espa?ola ni otros entes. Los demagogos me han respondido con frases demag¨®gicas. Se lo he ofrecido a varios comerciales: les parece excelente, pero exigen como imprescindible una publicidad masiva precisa mente en Televisi¨®n. Carezco de millones.
El quijotismo lleva inherente la autofinanciaci¨®n, cuyos jirones me duelen menos, porque todav¨ªa no estoy afectado del todo por el furor cremat¨ªstico de nuestra sociedad y conozco el valor del dinero, como dir¨ªa Stendhal.
Pero detesto hablar del pasado en un pa¨ªs en el que hay tantas estatuas de sal. Mi deseo se reduce en dar a conocer la noticia por su mediaci¨®n y reivindicar el logro como una creaci¨®n genuinamente espa?ola sin tener que recurrir al eterno salir de Espa?a.
Que saldr¨¦ a, regalar la idea, porque me han dado muchas opiniones favorables, no me importa si m¨¢s o menos sinceras; para m¨ª, de peso son las o¨ªdas indirectamente, en distintas ocasiones, a ni?os/as de unos once a catorce a?os: "Es un juego chul¨¦", "qu¨¦ chulo", "qu¨¦ chulada". Por ellos merece la pena.
Aprovechando la visita de Karpov, si es posible, agradecer¨ªa publicara mi desafio al campe¨®n mundial, no al adrejez/batalla, sino en la versi¨®n ajedrez/f¨²tbol... En seguida me ganar¨¢. Quiz¨¢ as¨ª ser¨ªa posible que dentro de alg¨²n tiempo algunos pa¨ªses practiquen un juego/deporte de origen espa?ol con marchamo extranjero tan sorprendente como cient¨ªfico y apasionante./
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