Huelga masiva en el servicio ferroviario del Reino Unido
La primera gran confrontaci¨®n industrial desde la guerra de las Malvinas paraliz¨® ayer la gran mayor¨ªa de los servicios ferroviarios del Reino Unido, en la primera huelga nacional de este ramo desde 1926. Pero fue de corta duraci¨®n. Los representantes sindicales decidieron suspenderla a partir de la media noche de hoy y volver a la mesa de negociaciones. La disputa se centra en torno a cuestiones salariales y condiciones de trabajo. El Gobierno que preside Margaret Thatcher se hab¨ªa negado a intervenir.
El Sindicato de Ferroviarios (NUR), que cuenta con 180.000 afiliados, pide una subida salarial de un 12% desde abril pasado, acorde con la inflaci¨®n y sin condiciones sobre productividad. La empresa nacional British Rail ofrece un 5% a partir de septiembre, siempre que se llegue a unos turnos de trabajo flexibles y algunas reducciones en el n¨²mero de empleados que operan los trenes. Los miembros de NUR vienen a ganar entre 1,2 millones y dos millones de pesetas al a?o.
La huelga ha venido impulsada por el secretario general del NUR, Sidney Weighell, y ayer paraliz¨® la inmensa mayor¨ªa de la red ferroviaria del pa¨ªs y el Metro de Londres, pr¨¢cticamente parado desde hace una semana. Algunos conductores de autobuses hab¨ªan adelantado tambi¨¦n una huelga que ten¨ªan previsto comenzar el 6 de julio.
Situaci¨®n explosiva
Un mill¨®n y medio de viajeros usan el tren cada d¨ªa, y el Metro de Londres cuenta con un mill¨®n de usuarios diarios. El caos fue patente. Scotland Yard, en la peor congesti¨®n de tr¨¢fico que recuerda, pidi¨® a los que se encontraban en los embotellamiento s que regresaran a sus hogares sin ir a trabajar; 130 kil¨®metros de coches en la capital brit¨¢nica,, donde quedaron suspendidas muchas restricciones de aparcamiento. Numerosas personas recorrieron m¨¢s de seis kil¨®metros a pie para llegar a la oficina. Otros acudieron a las bicicletas, o incluso a los botes para remontar el T¨¢mesis.Pero esta huelga, ins¨®lita para estas ¨¦pocas del a?o,, podr¨ªa haber da?ado a la industria. brit¨¢nica, especialmente al carb¨®n. Arthur Scargill, presidente del Sindicato de los Mineros, hab¨ªa prometido que el carb¨®n no ser¨ªa transportado de las minas, en solidaridad con los ferroviarios en huelga. La Junta Nacional del Carb¨®n ha se?alado que esta actitud puede obligar a cerrar algunas minas en cuesti¨®n de d¨ªas. La situaci¨®n era potencialmente explosiva y podr¨ªa haberse transformado en la mayor confrontaci¨®n laboral del Gobierno Thatcher, que lleg¨® al poder en mayo de 1979.
Weighell asegur¨® que la huelga hab¨ªa tenido ¨¦xito en. un 99%. Pero varios cientos de los 15.000 trenes diarios salieron, sin embargo, de las estaciones. El ambiente no era propicio para una huelga. Varios miles de empleados de British Rail acudieron ayer a trabajar. En Plymouth, los delegados del congreso anual del NUR votaron, por 47 frente a 30, suspender la huelga nacional a partir de esta media noche mientras sindicatos y empresa intentan llegar a una soluci¨®n en el tribunal de las industrias ferroviarias. El Gobierno, siguiendo su filosof¨ªa, se hab¨ªa negado a intervenir en la disputa, pero el NUR demostr¨® la fuerza de su m¨²sculo industrial. Muchos de los delegados se opusieron, sin embargo, a la huelga dadas las dificultades financieras de la British Rail, a la que el Gobierno no quiere destinar m¨¢s dinero.
Una huelga intermitente del sindicato Aslef, de ingenieros y conductores de locomotoras, hab¨ªa ya paralizado en varias ocasiones la red ferroviaria a principios del a?o. La raz¨®n en aquella ocasi¨®n fue tambi¨¦n los horarios de trabajo flexibles, problema que qued¨® sin resolver.
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