Los trenes brit¨¢nicos, parados de nuevo por una huelga de los conductores

Termin¨® una huelga de los ferrocarriles brit¨¢nicos y se anunci¨® otra. Resuelta por el momento la disculpa laboral con el sindicato de los ferroviarios (NUAR), ahora es el sindicato de los conductores de locomotoras (ASLEF) el que deb¨ªa paralizar indefinidamente, a partir de la medianoche de ayer, la red de trenes del Reino Unido. La disputa se centra sobre la introducci¨®n de turnos de trabajo flexibles.

ASLEF llev¨® ya a cabo este invierno diecisiete d¨ªas de huelgas intermitentes que costaron a la empresa nacional British Rail unos 16.000 millones de pesetas. ASLEF acept¨® el arbitraje independiente de lord MeCarthy, pero, posteriormente, rechaz¨® sus conclusiones. Ahora la confrontaci¨®n de ASLEF con British Rail es total. ASLEF, cuyo secretario general es Raymond Buckton, cuenta con 28.000 afiliados.Los turnos de trabajo flexibles -de siete y de nueve horas en vez de las sacrosantas ocho horas diarias- deb¨ªan ser introducidos hoy experimentalmente en 31 centros ferroviarios. British Rail esperaba as¨ª ahorrar unos mil millones de pesetas al uno, si bien despidiendo a unas 850 personas. Con otros cambios laborales, Brifish Rail esperaba modernizar su sistema de trabajo. El sindicato NUAR los acept¨® en principio. ASLEF los rechaz¨®.

Hasta que estas nuevas modalidades no est¨¦n en vigor, el Gobierno no conceder¨¢ m¨¢s fondos a British Rail para una muy necesaria modernizaci¨®n de sus servicios. Es m¨¢s, el Gobierno no entregar¨¢ mientras dure la huelga los fondos especiales destinados a cubrir los servicios que no son rentables, pero s¨ª socialmente necesarios.

Por su parte, Bristish Rail ha retirado por el momento la oferta de una subida salarial de un 50%. Los sindicatos ped¨ªan un 12%. La confrontaci¨®n es abierta. La industria ampliamente dependiente del tren para los transportes se puede resentir de una huelga prolongada. La disputa tiene matices arcaicos, pero tambi¨¦n pol¨ªticos. El l¨ªder del sindicato de los mineros, Artur Scargill, ha indicado que ning¨²n carb¨®n que normalmente es transportado por trenes saldr¨¢ de las minas mientras prosiga la huelga de ASLEF. Scargill est¨¢ buscando una confrontaci¨®n con el Gobierno.

Llevar a la convocatoria de unas elecciones generales que, hubiera ocurrido en invierno, cuando el suministro de carb¨®n es crucial, la actitud del Gobierno podr¨ªa haber sido m¨¢s flexible. En estas condiciones puede permitirse el ser duro. Ambas partes parecen prepararse para una larga confrontaci¨®n.