Secuestrado el industrial Rafael Abaitua en su residencia de Zarauz
Rafael Abaitua, industrial de 48 a?os, propietario de una empresa en la localidad vizca¨ªna de Lezama e hijo mayor del que fuera a?os atr¨¢s s¨ªndico de la Bolsa de Bilbao, Javier Abaitua, fue secuestrado ayer en Zarauz, a las 9.30 horas, en una residencia de verano propiedad de la familia. La noticia del secuestro s¨®lo se conoci¨® a ¨²ltima hora de la tarde.
El secuestro fue llevado a cabo por seis personas armadas de pistolas y metralletas, que llegaron a la casa a bordo de un coche Seat 1430 de color blanco. Inicialmente, los secuestradores pretendieron llevarse a Javier Abaitua, de 77 a?os, padre del secuestrado, pero desistieron de ello a la vista de su edad y tras mantener largas conversaciones con la familia.Los secuestradores fueron confundidos en principio con un grupo de amigos de uno de los nietos del matrimonio formado por Javier Abaitua y Mar¨ªa Arana.
La mayor¨ªa de las personas que se encontraban en la casa, en total unos quince, entre familiares y servicio, estaban en esos momentos durmiendo, por lo que los secuestradores fueron despert¨¢ndolos de habitaci¨®n en habitaci¨®n, para congregarlos en el vest¨ªbulo de la residencia.
Durante su larga estancia en casa del industrial, los secuestradores comunicaron que tomar¨ªan contacto m¨¢s adelante con la familia para hacer saber las condiciones del rescate, inform¨® a EL PA?S una nieta de Javier Aba¨ªtua.
En el momento de hacer su entrada los secuestradores se cubrieron la cara con trapos de distintos colores y ordenaron a los sirvientes y a los dos ni?os que desayunaban en aquel momento en la cocina que se situaran igualmente en el vest¨ªbulo. Los secuestradores penetraron por las puertas principal y de servicio y preguntaron al matrimonio Abaitua y a sus hijos por cuestiones relacionadas con su trabajo y sus propiedades.
Toda la familia permaneci¨® reunida en el vest¨ªbulo inicialmente y despu¨¦s en el comedor hasta pasadas las cinco y media de la tarde, para cumplir las indicaciones dadas en tal sentido por los secuestradores, quienes les advirtieron de que no deb¨ªan abandonar el edifico ni hacer uso del tel¨¦fono hasta pasadas cuatro horas.
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Los secuestradores conversaron durante largo tiempo con los miembros de a familia Abaitua
Viene de la primera p¨¢ginaAl menos uno de los secuestradores conoc¨ªa el eusquera, ya que se dirigi¨® en esa lengua al ama de llaves. Durante el secuestro, los autores del mismo conversaron durante largo espacio de tiempo con Javier Abaitua, su mujer, Mar¨ªa Arana, y sus hijos Rafael, Francisco e In¨¦s, y, tras estos contactos, decidieron llevarse al hijo mayor, Rafael.
Uno de los secuestradores, de 1,80 metros de altura, aproximadamente, pelo moreno y ojos marrones, llevaba una camiseta de manga corta azul con pantal¨®n vaquero, calcetines blancos y zapatillas de color rojo y un segundo, de estatura inferior, llevaba un jersei marr¨®n y vest¨ªa tambi¨¦n pantalones vaqueros y zapatos de invierno de color negro. Llevaban puestos guantes de goma amarillos, que hab¨ªan cogido en la cocina.
Testimonio de una sirvienta
Una de las sirvientas de la familia Abaitua que sirve en un domicilio distinto a la residencia donde ha tenido lugar el secuestro, penetr¨® en el mismo sobre las 12.00 horas, extra?ada por el hecho de que la mayor parte de las ventanas estuviesen cerradas. Esta sirvienta declar¨® a EL PA?S que al penetrar en la casa por la puerta de servicio fue recibida por In¨¦s Abaitua, una de las nietas, quien segu¨ªa instrucciones de los secuestradores, los cuales enviaban una persona de la familia siempre que ve¨ªan aproximarse alg¨²n extra?o. Este es su testimonio:
"Yo no me lo cre¨ªa, pensaba que era una broma, al penetrar con do?a In¨¦s por el pasillo que da acceso al recibidor vi la sombra de una persona que se ocultaba y pens¨¦ en quitarle el trapo que ocultaba su cara, luego me di cuenta que ten¨ªa una pistola y que toda la familia estaba tumbada en el suelo sobre almohadones".
"Una compa?era que sirve en esta casa me invit¨® a sentarme a su lado y yo no sab¨ªa qu¨¦ hacer y me puse a leer el libro que hab¨ªa cogido por la ma?ana cuando pensaba ir a la playa. En un momento determinado los secuestradores llamaron a los ni?os, se los llevaron a la cocina y regresaron con comida y bebida".
"De vez en cuando tambi¨¦n nos ofrec¨ªan tabaco y insist¨ªan una y otra vez en que no nos asust¨¢ramos. Yo la verdad no me lo cre¨ªa, los ni?os no se han asustado en absoluto, ninguno de ellos ha llorado ni siquiera un poco. Ahora que lo pienso se han pasado un mont¨®n de tiempo ri¨¦ndose mientras nosotros los mayores nos intercambi¨¢bamos miradas de preocupaci¨®n. Ellos tambi¨¦n estaban tranquilos y s¨®lo se inquietaban cuando habl¨¢bamos muy en alto o ve¨ªan que paseantes se quedaban mirando la casa, porque es una casa muy bonita".
"Cuando alguno de nosotros ten¨ªa que ir al servicio siempre nos acompa?aba uno de los secuestradores. No han cortado los tel¨¦fonos pero tampoco nos dejaron utilizarlos. En un momento determinado pidieron a don Javier, a do?a Mar¨ªa y a sus hijos que les acompa?aran al comedor, y por lo visto es all¨ª donde decidieron que se llevar¨ªan secuestrado a don Rafael y no a su padre don Javier que tiene ya 75 a?os".
"Cuando los secuestradores a la ma?ana han ido despertando a los miembros de la familia les han preguntado el nombre de las empresas donde trabajaban y otros detalles. Despu¨¦s de llevarse a don Rafael se quedaron custodi¨¢ndonos dos secuestradores y al rato, sobre las 13.30, se fueron ellos, despu¨¦s de decirnos que no toc¨¢ramos los tel¨¦fonos ni nos movi¨¦ramos de la casa antes de cuatro horas".
"Al salir gritaron gora Euskadi y al poco rato llamaron a la casa sus compa?eros de fuera preguntando si ya se hab¨ªan marchado y si nosotros est¨¢bamos bien. Al hablar entre ellos por tel¨¦fono utilizaban un nombre a modo de contrase?a. Entrar en la casa les ha sido muy f¨¢cil porque siempre est¨¢ abierta en esta temporada de verano en la que vienen muchos familiares. Eso s¨ª, ellos se han portado muy amables y no ha habido discusiones ni incidentes durante todo el tiempo que han estado. Don Rafael tiene otros siete hermanos, casi todos trabajan en Bilbao".
Los secuestradores contactar¨¢n con la familia
La familia es oriunda de Bilbao, aunque frecuenta su residencia en la localidad guipuzcoana de Zarauz varias veces al a?o. El padre ha tenido residencia fija hasta hace dos a?os en un chal¨¦ ubicado enfrente de la propia bas¨ªlica de Bego?a. Javier Abaitua, adem¨¢s de haber protagonizado un plan de reestructuraci¨®n de bolsas en la Bolsa bilba¨ªna, posee una f¨¢brica de caucho en Lezama.
El secuestrado, Rafael Abaitua es tambi¨¦n industrial, tiene 48 a?os de edad, est¨¢ casado y padre de siete hijos, cuatro de los cuales presenciaron el secuestro.
La familia Abaitua, seg¨²n informaron amigos pr¨®ximos residentes en Zarauz es de marcada tendencia conservadora, identificada con el r¨¦gimen franquista.
EL PAIS se pudo poner en contacto con una nieta del industrial quien se?al¨® que los secuestradores tan solo dijeron que se pondr¨ªan en contacto con la familia en breve plazo. Al ser preguntada si su abuelo hab¨ªa recibido amenazas anteriores por parte de ETA o de alg¨²n grupo similar respondi¨®: "No, nunca". La joven voz, que no ocultaba su nerviosismo, se neg¨® a dar detalles de los secuestradores.
Ayer por la noche la mayor¨ªa de hijos, sobrinos y nietos se encontraban en la villa del industrial a fin de hacer guardia frente al tel¨¦fono en espera de recibir alg¨²n mensaje de los secuestradores.
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