Un comando terrorista asesina en Bilbao a un empleado de Tabacalera y militante de Alianza Popular

Alberto L¨®pez Jaureguizar, de 42 a?os, apoderado de la Tabacalera, SA, en las oficinas de esta empresa en Bilbao, fue asesinado ayer en un atentado perpetrado poco despu¨¦s de las nueve de la ma?ana, cerca de su domicilio, en la localidad vizca¨ªna de Algorta. La v¨ªctima se hab¨ªa afiliado a Alianza Popular hace dos semanas. Los agresores emplearon munici¨®n que habitualmente utiliza ETA Militar, aunque al cierre de esta edici¨®n no se hab¨ªa producido a¨²n la correspondiente reivindicaci¨®n.

El empleado de la Tabacalera hab¨ªa salido de su domicilio pocos minutos despu¨¦s de las ocho de la ma?ana y se dirig¨ªa a su trabajo al volante de su coche, un R-10 de color granate, matr¨ªcula de Valencia (V-183775). A la altura de las oficinas de Correos de la calle Torrene, del centro de la localidad donde resid¨ªa -informa nuestra corresponsal, en Bilbao Arantza Elu- fue alcanzado por los disparos que efectuaron contra ¨¦l dos j¨®venes a los que acompa?aba un tercer individuo. Seg¨²n testigos presenciales, los agresores situaron su autom¨®vil al lado del coche de Alberto L¨®pez y abrieron fuego.Inmediatamente despu¨¦s emprendieron la hu¨ªda en el veh¨ªculo, un Seat Ritmo, matr¨ªcula BI-0529-AB, que hab¨ªa sido robado a punta de pistola media hora antes de materializar el atentado en la localidad vizca¨ªna de Larrabasterra, situada a unos cinco kil¨®metros del lugar donde fue tiroteado el empleado de Tabacalera.

El impacto de los disparos, realizados desde atr¨¢s como indica la rotura del cristal posterior del veh¨ªculo, provoc¨® la muerte casi instant¨¢nea de L¨®pez Jaureguizar. En el lugar del atentado fueron encontrados dos casquillos de bala correspondientes a las marcas FN y SF, calibre 9 mil¨ªmetros especial Parabellum, munici¨®n que habitualmente emplea ETA Militar.

Los testigos presenciales, la mayor¨ªa propietarios de establecimientos que a esa hora de la ma?ana se dispon¨ªan a abrir sus puertas, declaran que fueron alertados del suceso por la detonaci¨®n de los disparos sin que tuvieran apenas tiempo de apercibirse de otra cosa que no fuera la destacada juventud de los autores, siendo estos mismos testigos quienes encontraron el cuerpo de L¨®pez Jaureguizar y, seg¨²n confirmaron a este peri¨®dico, avisaron a la polic¨ªa. Pocos momentos despu¨¦s del atentado llegaban al lugar de los hechos la esposa de la v¨ªctima, Victoria Eugenia Vidaur, acompa?ada de una de sus hijas, as¨ª como dotaciones de la Polic¨ªa Nacional.

Pasada una hora del atentado, el cuerpo sin vida de Alberto L¨®pez Jaureguizar fue recogido y trasladado en una ambulancia al dep¨®sito de cad¨¢veres de la residencia sanitaria de Cruces (Baracaldo). Su cuerpo presentaba dos orificios de entrada de bala por la espalda y salida a la altura del t¨®rax en la parte derecha del est¨®mago. Posteriormente apareci¨® el propietario del veh¨ªculo utilizado para el atentado, Jos¨¦ Landaluce Zarandona, a quien el comando autor amenaz¨® cuando se hallaba en su garaje de la Rabasterra hasta que le traslad¨® a la localidad vecina de Berango, donde le abandonaron, maniatado y amordazado, con la orden de que no diera aviso a la polic¨ªa hasta pasada una hora.

Alberto L¨®pez Jaureguizar hab¨ªa nacido en Bilbao, ten¨ªa cuatro hijos cuyas edades oscilan entre 16 y 6 a?os -tres chicas y un var¨®n el m¨¢s joven- y viv¨ªa con su familia en Algorta desde que contrajo matrimonio con Victoria Eugenia Vidaur.

Era conocido en la localidad donde viv¨ªa en la calle Amesti n¨²mero 15. Seg¨²n fuentes de la familia y de la empresa Tabacalera, SA, donde desempe?aba su cargo de apoderado, trabajaba en la misma sociedad desde hace veinte a?os, donde comenz¨® a prestar servicios como empleado.

No estaba amenazado, seg¨²n su esposa

El fallecido se hab¨ªa afiliado hace quince d¨ªas junto con su esposa a Alianza Popular, seg¨²n ha confirmado esta ¨²ltima. La mujer, Victoria Eugenia Vidaur, declar¨® a este peri¨®dico que su marido no hab¨ªa sido objeto de ning¨²n tipo de amenazas, ni petici¨®n de dinero. Resalt¨® la modesta situaci¨®n econ¨®mica de su familia, "de la que da idea", dijo, "el hecho de que el coche que llevaba mi marido lo compramos hace unos dieciocho a?os"."Llev¨¢bamos una vida familiar tranquila y ordenada. Desde hace dos a?os no sal¨ªamos al cine ni a ninguna cafeter¨ªa, no por miedo ni por ninguna otra raz¨®n parecida, sino simplemente porque llev¨¢bamos una vida sencilla", a?adi¨® Victoria Eugenia Vidaur desde su domicilio de Algorta, donde permanec¨ªa reunida la familia a la espera de la hija mayor que se encontraba en Galicia disfrutando unas vacaciones despu¨¦s de haber superado con ¨¦xito el primer curso de BUP. La viuda de L¨®pez Jaureguizar confirm¨® la despreocupaci¨®n de su marido ante un posible atentado, como lo prueba la vida met¨®dica que llevaba, "de casa al trabajo y del trabajo a casa".

Los funerales por Alberto L¨®pez Jaureguizar se celebrar¨¢n hoy a las 13.00 horas en la parroquia de San Nicol¨¢s de Bari de Algorta.

Reacciones de condena

El atentado en el que perdi¨® la vida Alberto L¨®pez ha provocado numerosas reacciones de condena. La presidencia del Gobierno vasco envi¨® un telegrama a los familiares de la v¨ªctima expres¨¢ndole su condolencia. A su vez, el Partido Nacionalista Vasco ha difundido una nota en la que expresa su "tajante" condena y realiza un llamamiento "para que todos los vascos manifiesten de forma rotunda su rechazo a este tipo de actuaciones violentas".En opini¨®n del PNV, estas acciones no hacen "sino cubrir con un manto de sangre los esfuerzos comunes que persiguen el fortalecimiento de la autonom¨ªa y la reconstrucci¨®n nacional de Euskadi". Se?ala adem¨¢s la necesidad de "una reacci¨®n frontal contra cuantos hechos terroristas vienen a provocar la inestabilidad del sistema democr¨¢tico y auton¨®mico, al mismo tiempo que torpedean, a beneficio de oscuros intereses, los esfuerzos de normalizaci¨®n de la vida vasca en todos los niveles".

La nota del PNV destaca "la sospechosa coincidencia de estas muertes violentas con per¨ªodos de debilidad y vac¨ªo de poder", y advierte que esta situaci¨®n puede entra?ar peligro para el desarrollo de las libertades.

AP: "M¨¢rtires" por Espa?a

A su vez, Alianza Popular del Pa¨ªs Vasco difundi¨® un comunicado en el que declara: "Ante el vil asesinato del apoderado de Tabacalera de Vizcaya, afiliado de AP, repetimos con tristeza lo que tantas veces, por desgracia, hemos dicho: los criminales y asesinos no tienen cabida en una sociedad libre, a la que combaten mediante el terror y la sangre. Es precisa la uni¨®n de todos los espa?oles y de todas las regiones, en torno al Estado y a sus fuerzas de seguridad para, desde la fuerza de la libertad y de la ley, terminar esta locura asesina que ensangrienta nuestra tierra y a nuestro pueblo, y con quienes la llevan a cabo".Al mismo tiempo, Jorge Verstrynge, secretario general de AP, manifest¨® a Efe que con esta muerte, "ya pasan de treinta, entre afiliados y simpatizantes, los m¨¢rtires, hombres y mujeres, con los que AP ha contribuido, con lo que m¨¢s se puede dar, la vida, para la causa de la unidad de Espa?a, de los derechos del hombre y de un regionalismo sano y bien entendido".

Un portavoz de los centristas vascos, Tacho Nebreda, se?al¨® que el asesinato de Alberto L¨®pez "es la culminaci¨®n de la barbarie y la irracionalidad. Aqu¨ª se mata sin raz¨®n, sin causa. ETA ya no tiene que justificar nada, porque solo la mueve su sed de sangre".

Por ¨²ltimo, el Partido Comunista de Euskadi y los trabajadores de Tabacalera en Vizcaya han expresado p¨²blicamente su repulsa por este atentado. Los compa?eros del fallecido indican que Alberto L¨®pez "era un modelo de persona, y su pol¨ªtica era el orden y la justicia".