El Reino Unido rindi¨® homenaje a sus 244 soldados ca¨ªdos en la guerra de las Malvinas
"La guerra es se?al de fracaso", afirm¨® el arzobispo anglicano Robert Runcie, en la misa de acci¨®n de gracias por la paz en las Malvinas y en memoria de los ca¨ªdos, que ayer se celebr¨® en la catedral de San Pablo de Londres. Runcie a?adi¨®, sin embargo, que el uso de la fuerza es a veces necesario en este mundo, en un acto que congreg¨® a 2.500 personas y que se caracteriz¨® por la falta de triunfalismo y por su sobriedad, un logro dif¨ªcil en un clima majestuoso.
En la catedral estaba la reina Isabel II de Inglaterra y gran parte de la familia real brit¨¢nica. Era el primer acto p¨²blico, desde el nacimiento de su hijo el pr¨ªncipe Guillermo, al que asist¨ªa Diana, princesa de Gales. En un momento dado, Diana estornud¨® y se le cay¨® al suelo el collar que llevaba. Durante varios minutos, Diana y Carlos se rieron entre dientes.Predominaban los uniformes. Asisti¨® el pr¨ªncipe Felipe de Edimburgo, vestido de almirante; el pr¨ªncipe Carlos tambi¨¦n estaba presente, as¨ª como su hermana, la princesa Ana. El pr¨ªncipe Andr¨¦s sigue en el Atl¨¢ntico sur, a bordo del portaeronaves Invincible.
Hab¨ªa destacados representantes militares, como el vicealmirante John Sandy Woodward y el general Jeremy Moore, jefes, respectivamente, de las fuerzas navales y terrestres de la guerra que culmin¨® el 14 de junio. Una viuda tapada con un velo ten¨ªa un ni?o en brazos. En total, quinientos familiares de los 244 brit¨¢nicos muertos en las Malvinas. Los argentinos perdieron oficialmente en esta guerra 750 hombres.
La primera ministra, Margaret Thatcher, hizo una reverencia al paso de la Reina. All¨ª estaba su Gobierno y los jefes de los partidos de la oposici¨®n. Las trompetas anunciaron dos minutos de silencio. La ceremonia estuvo caracterizada por los c¨¢nticos de los coros que entonaban todos los presentes.
Seg¨²n el matutino The Daily Mail, el decano de la catedral quer¨ªa una oraci¨®n en espa?ol y rezos por "los muertos brit¨¢nicos y argentinos", pero Margaret Thatcher se opuso y la cosa qued¨® en "los muertos", gen¨¦ricamente. Runcie habl¨® con orgullo de los soldados brit¨¢nicos, pero afirm¨® que ¨¦sta no era una misa para buscar una sanci¨®n divina a las decisiones brit¨¢nicas. El arzobispo critic¨® la venta de armas y la situaci¨®n en el Oriente Pr¨®ximo.
Por otra parte, las bombas del IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s) provisional, de la semana pasada, llevaron a un inmenso despliegue de los cuerpos de seguridad para proteger a las numerosas personalidades presentes. Algunos polic¨ªas armados se situaron a lo largo de la ruta de la Reina. Perros polic¨ªas buscaron posibles artefactos explosivos en la catedral. Al parecer, los comandos especiales SAS participaron en esta operaci¨®n.
Poco antes de la llegada de la Reina a la catedral, un joven de unos veinte a?os de edad salt¨® una barrera para avanzar hacia el p¨®rtico oeste de la catedral, por donde ten¨ªa que entrar Isabel II. Fue inmediatamente detenido. La polic¨ªa se?al¨® que el joven se hallaba bajo la influencia de las drogas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.