La prevista 'cumbre' de la OUA en Tr¨ªpoli puede no celebrarse
Situaci¨®n sin precedentes en los anales de la Organizaci¨®n para la Unidad Africana (OUA): por quinto d¨ªa consecutivo, los 32 ocupantes del Consejo Ministerial encargado de preparar la decimonovena cumbre africana, han fracasado en sus intentos de obtener el qu¨®rum necesario para iniciar los debates y preparar el orden del d¨ªa. Los denodados esfuerzos que efect¨²a Libia y la retirada provisional del Frente Polisario siguieron ayer sin surtir el efecto deseado.
A medida que se prolonga este estado de par¨¢lisis disminuye la posibilidad de ver reunidos a los jefes de Estado en la fecha prevista del 5 de agosto. Los libios se estiman v¨ªctimas de un vasto compl¨®, atizado por Estados Unidos, dirigido a ridiculizar al presidente de la Yamahiria.El qu¨®rum de 34 pa¨ªses, necesario para romper la par¨¢lisis, no ha sido conseguido todav¨ªa, a pesar de la soluci¨®n de compromiso adoptada el jueves pasado a prop¨®sito de la Rep¨²blica Arabe Saharaui Democr¨¢tica (RASD). De los 51 pa¨ªses que integran la OUA, s¨®lo est¨¢n presentes en Tr¨ªpoli 32. El resto se divide en quince ausentes, que rechazan sentarse al lado del Polisario (Marruecos, Egipto, Sud¨¢n, Guinea, Guinea Ecuatorial, Costa de Marfil, Senegal, Gab¨®n, Zaire, Camer¨²n, Liberia, Yibuti, Gambia, Somalia y Comores), y otros cuatro que no se han definido de una forma clara (Alto Volta, Tunicia, Uganda y Sierra Leona).
El des¨¢nimo es tal que una de las posibilidades que se barajan en las reuniones informales es la de suspender definitivamente los trabajos el pr¨®ximo domingo y celebrar una cumbre extraordinaria en Nairobi o Addis Abeba. Los ministros firmar¨ªan en Tr¨ªpoli una declaraci¨®n en la que achacar¨ªan a los ausentes el fracaso de esta conferencia.
Nigeria se ha responsabilizado con la dura carga de pedir a los saharauis abandonar la cumbre para salvar la malparada unidad de los africanos. El ministro de Exteriores nigeriano regres¨® ayer a su pa¨ªs para continuar los esfuerzos mediadores y salvar la conferencia, mientras los libios, heridos en su amor propio, se encerraban en un silencio digno y cargado de significaciones.
El dilema libio
Para Libia, el problema suscitado por la presencia de la RASD ha dejado de ser un pretexto para no iniciar la conferencia ministerial, en la medida en que quienes se negaban a venir a Tr¨ªpoli pueden hacerlo ahora. Pero para un diplom¨¢tico tunecino, pa¨ªs que mantiene una discreta presencia en los pasillos del Gran Hotel, el dilema no es f¨¢cil de resolver, ya que una parte de los ausentes no s¨®lo reclaman que la RASD no participe en la cumbre, sino que ni siquiera lo haga en el Consejo Ministerial, aspecto este que no figura en el compromiso aceptado por los saharauis.
El Gobierno libio ha destinado decenas de millones de d¨®lares a preparar la decimonovena cumbre africana. En un plazo de tiempo de pocos meses se han construido cinco hoteles modern¨ªsimos, se han remozado los barrios c¨¦ntricos de la capital y se han erigido enormes pancartas a la gloria de la OUA y de la unidad de los africanos.
Los doscientos periodistas llegados a la capital libia est¨¢n alojados en un antiguo trasatl¨¢ntico espa?ol (el Granada), vendido a la compa?¨ªa de navegaci¨®n libia. Cerca del 80% del personal de ese barco es de nacionalidad espa?ola.
Las banderas de los 51 pa¨ªses miembros de la organizaci¨®n (incluida la de la RASD) engalanan las principales avenidas de Tr¨ªpoli. Dos centros de Prensa, dotados de numerosas l¨ªneas de t¨¦lex y tel¨¦fono, han sido tambi¨¦n instalados para comodidad de los enviados. Como es tradicional en la Yamahiria, las bebidas alcoh¨®licas est¨¢n formalmente prohibidas, por lo que delegados, ministros y periodistas deben consolarse con refrescos, t¨¦ o caf¨¦, de calidad apreciable.
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