El duque de Alba subraya en C¨¢diz los valores c¨ªvicos y pac¨ªficos de la obra y la vida de Antonio Machado

La provincia de C¨¢diz est¨¢ viviendo durante este verano una intensa actividad intelectual. San Roque y C¨¢diz capital son las ciudades protagonistas de sendos cursos universitarios de verano. A lo largo de estos cursos est¨¢n interviniendo en ellos distintas personalidades de la vida intelectual; as¨ª, Jes¨²s Aguirre, duque de Alba, lo hizo el pasado mi¨¦rcoles en San Roque, donde habl¨® de los valores c¨ªvicos y pac¨ªficos de la obra de Antonio Machado, y Fernando Savater, el jueves, en C¨¢diz.

Jes¨²s Aguirre particip¨® en los cursos universitarios de verano de San Roque, adentr¨¢ndose en el an¨¢lisis de la prosa, poco conocida, de Antonio Machado. Fernando Savater, en la facultad de Filosof¨ªa y Letras de la universidad gaditana, hizo algunas reflexiones en torno al mito andaluz.

El duque de Alba ha querido ver en la obra en prosa de Antonio Machado claras referencias a los valores c¨ªvicos y a otros distintos factores que bien pudieran contribuir en nuestra historia m¨¢s reciente a potenciar la pac¨ªfica convivencia entre los espa?oles. En este sentido, su conferencia tuvo un trasfondo m¨¢s pol¨ªtico que literario. Jes¨²s Aguirre multiplic¨® a lo largo de la misma las referencias de car¨¢cter ejemplarizador de estos textos de Machado, aplicables a las actuales situaciones.

Lectura del fil¨®sofo

Antonio Machado fue lector en su tiempo del fil¨®sofo alem¨¢n Friedrich Nietzsche, en una ¨¦poca en la que este fil¨®sofo podr¨ªa estar pr¨®ximo a los postulados de la ideolog¨ªa nazi. A este per¨ªodo corresponder¨ªa la cr¨ªtica que el poeta espa?ol hiciera de Nietzsche, una cr¨ªtica radical, ingenua y te?ida de una cierta religiosidad. Precisamente en el an¨¢lisis de estos textos machadianos se detuvo, en otro momento de la conferencia, Jes¨²s Aguirre.Otra faceta de la prosa de Machado es aquella, propia del esp¨ªritu de la generaci¨®n del 98, en la que hace una dura cr¨ªtica al fen¨®meno del provincianismo, tan arraigado en la Espa?a que le toc¨® vivir; un provincianismo que, en las propias palabras del poeta, "estrecha la totalidad de nuestra gloriosa Espa?a". En esos mismos textos se refleja otro fen¨®meno de su tiempo, el paletismo, ese "querer estar de vuelta de todo sin haber ido nunca, a ninguna parte".

Fernandon Savater trat¨® de reflexionar sobre el mito de Andaluc¨ªa, bas¨¢ndose en las teor¨ªas elaboradas por Ortega y Gasset en unos escritos suyos fechados en la d¨¦cada de los a?os veinte. Contrapon¨ªa Ortega en estas teor¨ªas aquellas identidades nacionales basadas en modelos heroicos con el ideal vegetativo de otras sociedades en las que se produc¨ªa una perfecta conjunci¨®n del hombre con el entorno; un ideal antiheroico pleno, aplicable al caso andaluz.

Savater se?al¨® como caracter¨ªstica m¨ªtica de lo andaluz su capacidad de permeabilidad y absorci¨®n de todas las aportaciones exteriores que ha asimilado el viejo pueblo meridional. Un pueblo por el que han desfilado numerosas culturas, desde la de Tartesos, pasando por la fenicia y griega, hasta la romana y la que hasta el presente ha dejado una mayor huella, cual es la cultural del Islam.

Estas reflexiones trataron de desentra?ar el concepto del ideal vegetativo, frente a otro postulado (otra forma de entender la vida), que se englobar¨ªa en toda una serie de actuaciones productivistas. De este modo, el encanto del andaluz se vierte en el disfrute de los peque?os placeres que nos da la vida, ante un sentimiento de culpabilidad ole aquellos otros seres sociales que necesitan producir, a veces sin sentido, pero producir cosas a toda costa, sea lo que sea.