Comienza a cundir la desilusi¨®n
Con el fin de semana lleg¨® la desesperanza a las bolsas espa?olas. Las ilusiones que un buen n¨²mero de inversores hab¨ªan depositado en que el mes de agosto resultase positivo, a la vieja usanza, se est¨¢n derrumbando como un gigantesco castillo de naipes. Es cierto que los vendedores, cumpliendo escrupulosamente con el papel que les hab¨ªa correspondido en la comedia, continuaron mostr¨¢ndose escasamente beligerantes y que las ¨®rdenes de venta que vienen concurriendo a diario a los corros no representaron unos vol¨²menes de t¨ªtulos desorbitados. Pero lo que est¨¢ fallando es el dinero, y sin ¨®rdenes de compra es realmente dif¨ªcil que se produzca el milagro alcista.La pregunta que se vienen haciendo algunos especialistas es por qu¨¦ los bancos, que han contado con unos saldos vendedores muy reducidos durante las primeras reuniones de la semana, no hab¨ªan hecho unos planteamientos m¨¢s agresivos, ni se aplicaron con mayor convicci¨®n a mejorar los precios de sus propias acciones. S¨®lo el Central fue capaz de responder al hipot¨¦tico papel que le hab¨ªa correspondido en el reparto de otro agosto maravilloso, y ello como consecuencia de su empe?o en situar su cotizaci¨®n por encima de la barrera del 300% para responder al precio pactado en el canje de sus propios t¨ªtulos por los del Internacional de Comercio.
Y la respuesta a esta pregunta no resulta ni f¨¢cil ni un¨¢nime. Por una parte, existe, como factor incuestionable de competencia con los fondos que podr¨ªan haber sido canalizados hacia el mercado de acciones, la creciente inversi¨®n en pagar¨¦s del Tesoro y letras de cambio. Pero, adem¨¢s, entre los profesionales de la inversi¨®n comienza a observarse con preocupaci¨®n el efecto que est¨¢ produciendo la resurrecci¨®n pol¨ªtica de Adolfo Su¨¢rez.
Es dif¨ªcil determinar qu¨¦ ha sido antes, si el huevo o la gallina. Nunca se sabr¨¢ si la b¨²squeda de tranquilidad que representa la inversi¨®n en estos nuevos activos ha sido consecuencia de la intranquilidad pol¨ªtica que se prev¨¦, o si la Bolsa cumpli¨® la funci¨®n que le tienen atribuida sus hagi¨®grafos y se adelant¨® no s¨®lo a los acontecimientos, sino incluso a los simples rumores.
Lo cierto es que, por el momento, los bancos no parecen excesivamente dispuestos a las alegr¨ªas y que detr¨¢s de ellos el resto de las sociedades que cotizan en el mercado de acciones se asemeja al pelot¨®n de los torpes de una competici¨®n ciclista. Faltos de liderazgo, se muestran absolutamente incapaces de hacer otra cosa que no sea resistir los breves recortes que fuerza la inactividad de la demanda, y eso s¨®lo en el mejor de los casos.
Ayer se observ¨® en el grupo bancario un nuevo incremento en el volumen de los saldos vendedores que, seg¨²n decir de los sabios del parqu¨¦, respond¨ªan m¨¢s a una retirada de las pocas ¨®rdenes compradoras que hab¨ªan concurrido en jornadas anteriores, que a una aut¨¦ntica escalada de las ventas. Los barandilleros, o quiz¨¢ mejor banderilleros por aquello de que responden a las caracter¨ªsticas de esos peones de brega desastrados que se acostumbran a ver en las plazas de tercera o cuarta catergoria, que mandan los reiletes por correspondencia al astado evitando el riesgo, comenzaron a deshacer sus posturas compradoras un tanto desesperanzados de conseguir montarse en el carro de las hipot¨¦ticas subidas estivales.
Aunque los arriesgados, que todo hay que decirlo, no faltaron y as¨ª, el Banco Hispano Americano ha anunciado que realizar¨¢ su ampliaci¨®n de capital, en la proporci¨®n de una acci¨®n gratis por cada diez que se posean, a partir del pr¨®ximo d¨ªa 1 de setiembre.
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