El s¨ªndrome premenstrual comienza a ser valorado como atenuante de determinados delitos
?Podr¨ªa ser una mujer tan profundamente afectada por ese cambio biol¨®gico que se le repite cada mes, que pudiera llegar a efectuar actos violentos, que en otro momento hubieran sido irrealizables? Este debate empez¨® el pasado 10 de noviembre, cuando a Sandie Smith, una camarera de veintinueve a?os se la encarcel¨® por amenazar a un polic¨ªa con un cuchillo. Smith, que anteriormente ya hab¨ªa acuchillado a otra camarera fue defendida por su abogado alegando que la transformaci¨®n en fiera salvaje sufrida por su cliente durante unos d¨ªas todos los meses era debida a un problema hormonal relacionado con la menstruaci¨®n.
En otro caso similar, Christine English, veintisiete a?os, acusada de atropellar fatalmente a su amante, fue puesta en libertad condicional por un juez en Norwich, Inglaterra, despu¨¦s de haberse declarado culpable de homicidio. Seg¨²n su abogado, ella tambi¨¦n era una v¨ªctima del s¨ªndrome premenstrual. En ambos casos, dicho s¨ªndrome fue considerado como atenuante. Estos casos, ocurridos recientemente, han producido un debate entre los m¨¦dicos, que cuestionan la validez de los efectos premenstruales; los abogados, que tratan de conectar el comportamiento irracional con la menstruaci¨®n, y las mismas mujeres, que una vez m¨¢s se consideran v¨ªctimas de una discriminaci¨®n basada en argumentos puramente, biol¨®gicos.El desorden, llamado s¨ªndrome premenstrual ha sido reconocido como una realidad en vez de una ficci¨®n de la imaginaci¨®n femenina. El doctor Robert L. Reid, profesor adjunto de Ginecolog¨ªa en la Universidad de Queens, en Kingston, Ontario, le define as¨ª: "Es un problema real, hormonal, que puede causar verdadera desestabilidad o incapacitaci¨®n temporal en algunas mujeres. Los s¨ªntomas son de corta duraci¨®n, y el resto del tiempo, esas mismas mujeres funcionan normalmente". Los s¨ªntomas a que se refiere son los siguientes: dolor de espalda, incremento de peso, acn¨¦, asma, hinchaz¨®n del abdomen, pechos sensibles, estre?imiento, dolores de cabeza, irritabilidad general, fatiga, tensi¨®n, ansiedad y depresi¨®n.
Es casi imposible determinar hasta qu¨¦ grado las mujeres se sienten afectadas por cada uno de estos s¨ªntomas, como tambi¨¦n el n¨²mero de personas que los experimentan. De todas formas, se puede concluir que entre las v¨ªctimas de este s¨ªndrome es m¨ªnimo, casi fragmentario, el n¨²mero de mujeres capaces de reacciones violentas. Los m¨¦dicos admiten tener un conocimiento bastante rudimentario del s¨ªndrome premenstrual. El doctor Mona Shangold, del New York Hispital-Coinell Medical Center, dice: "B¨¢sicamente, no comprendemos cu¨¢l es la causa; tampoco sabemos realmente c¨®mo definirlo o diagnosticarlo e ignoramos c¨®mo tratarlo".
Recientemente, sin embargo, se han aceptado algunas teor¨ªas sobre las causas del s¨ªndrome, entre las que se encuentran: deficiencia de la hormona progesterona, descenso de nivel de endorfinas, que son nuestro opio natural o lo que nos protege del dolor, justo antes del per¨ªodo, causando en el organismo el mismo s¨ªntoma que el s¨ªndrome de abstinencia; deficiencia de vitamina B6 y baja concentraci¨®n de az¨²car en la sangre. Ninguna de estas teor¨ªas ha sido comprobada.
El doctor Ronald V. Norris, director m¨¦dico del programa sobre s¨ªndrome prementrual, que ha iniciado hace quince meses en Reading Mass, dice que ninguna de sus pacientes ha cometido asesinato, pero s¨ª han perdido el control de diferentes maneras; algunas, pegando a los ni?os o a los maridos; otras, tirando muebles, arrojando objetos, gritando e insultando; estas mismas mujeres, doce horas m¨¢s tarde del per¨ªodo se convert¨ªan en personas cari?osas y normales. El doctor Reide, un m¨¦dico de Canad¨¢, tambi¨¦n habla sobre el tema: "Muchas de estas mujeres, completamente sanas y normales, pueden, en ese mismo momento, desde pegar a un ni?o hasta apretar un gatillo, pero la mayor¨ªa de ellas aprenden a controlar los s¨ªntomas y entretenerse en otras cosas para evitar este tipo de situaci¨®n".
Otro tipo de teor¨ªa mantiene que la mujer que act¨²a con violencia antes de la menstruaci¨®n es porque ya tiene otros tipos de problemas psicol¨®gicos. El doctor Sharon Golub, presidente de la Sociedad de Investigaciones sobre el Ciclo de Menstruaci¨®n y profesor adjunto de psicolog¨ªa en la Universidad de New Rochelle, dice a este respecto: "No creo que el s¨ªndrome premenstrual por s¨ª solo pueda causar en la mujer ese estado de violencia. El efecto del s¨ªndrome premenstrual en mujeres con problemas mentales puede ser diferente que el que puedan tener las mujeres normales. En esto no creo que se puede generalizar. Adem¨¢s, cualquier forma de actuaci¨®n en una persona normal tiene causas muy diversas".
Por otra parte, a los abogados y feministas les preocupa sumamente la idea de que las mujeres puedan ser legalmente perdonadas por los actos cometidos bajo la influencia de cambios hormonales. Sybil Shainwal, abogada y presidenta del consejo de una cadena de salud de mujeres, dice: "Esto ser¨¢ usado como un arma contra las mujeres, en una sociedad en que se las discrimina tanto". Si se usa el s¨ªndrome premenstrual como premisa v¨¢lida en ciertos casos de violencia, las mujeres pueden ser consideradas deficientes y servir esto de buena excusa para mantenerlas fuera de los trabajos y posiciones de poder. De esta forma, la ley oprimir¨¢ m¨¢s que ayudar¨¢ a la mujer.
Hay algunas mujeres abogadas, como Stephanie Benson, que no est¨¢n de acuerdo, alegando que, puesto que las mujeres durante mucho tiempo han sido diagnosticadas como neur¨®ticas, al probar que este desequilibrio es solamente una deficiencia de progesterona o vitamina B estar¨¢n demostrando lo infundado de aquella acusaci¨®n.
Tratamientos adecuados
Aquellos que se encuentran familiarizados con la forma en que el s¨ªndrome premenstrual afecta la vida de las mujeres, parecen estar abiertamente inc¨®modos con el tema. Por un lado, reconocen la necesidad de m¨¢s trabajos de investigaci¨®n para descubrir las causas y desarrollar los tratamientos adecuados. Por otro, tienen miedo de que la publicidad reavive las sospechas de que las mujeres sufren un desequilibrio emocional todos los meses.El doctor Michelle Harrison, de Cambridge, Massachusets, dice sobre el tema: "Tengo miedo de que en esta sociedad cualquier soluci¨®n vaya a ser usada en contra de la mujer, pero veo a mujeres cuyas vidas han sido destrozadas por este problema. Mujeres que se creen locas y no pueden hablar sobre ello. Estamos negando una realidad de la experiencia de la mujer".
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